Hasta el perro lleva un collar con los colores de nuestros símbolos patrios,
ni hablar de una serie de prendas de vestir, morrales, forros de celular,
ganchitos, zapatos. Cualquier visitante extranjero diría: ¡Que nacionalismo
hay en Venezuela¡
Pero no.... Sr. Turista, no es nacionalismo, La mayoría de los portadores
de estas prendas de vestir, no tienen la menor idea de lo que significa
llevar los colores patrios con orgullo y respeto, pues se trata de la
imposición de un modelo o esteriotipo que va mas allá de la moda, que
aborda la vanidad y manipula los miedos ocultos de las personas.
El problema no es que el individuo pertenezca a la clase alta, o marginal,
ambos responden a la mismo estimulo: el problema es: que sus vecinos, de
repente, los puedan confundir con tierruos o marginales, es realmente un
problema de apariencias, donde poco importa la patria y el futuro.
Es un grupo sin determinación propia, ya que el estereotipo no incluye
explicaciones, ni razones, la personas que pertenecen a ese grupo solo
repetirán y creerán los que sus semejantes informen, sin indagar o verificar
si es verdad o es mentira, cualquier rumor es verdad sin verificar la fuente
u origen.
En el desempeño de este esteriotipo no importa que algún personaje de la
sociedad civil, marginal o oligarca, enarbole una bandera y con el asta
ataque a una persona o destruya un bien material, violentando y mancillando
el significado de un símbolo patrio y utilizándolo como un arma agresora,
total sus semejantes justificaran esa conducta violenta y la denominaran
“pacifica”.
Este nuevo grupo social, solo vive para las apariencias, sin importar los
valores, la educación, el amor, la lealtad y el respeto. Espero que como
las modas, este esteriotipo escuálido, también sea superado, que puedan
despertar y por lo menos hacer una evaluación objetiva de su conducta,
revisar, recapacitar y asumir una conducta verdaderamente integra y
constructiva.
Seguro que en ese momento podrán sonreír sin amargura…