El aquí no hay libertades, no se puede hablar y la prensa hablada y escrita maniatada o reprimida se haya, se usa de manera constante y se le acompaña con un coro que canta "iremos a las instancias internacionales". Y en efecto, unos cuantos vivianes pagados por quienes uno bien sabe, se tiran su viajecito, se toman unas fotos, dan unas declaraciones a la prensa internacional amiga y aprovechan para comprarse unas cuantas cosas con dólares de CADIVI. Y hasta traen algo para vender de manera guillada a fin de sacarle algún provecho material inmediato al paseíto. Este sainetee, generalmente lo interpretan Timoteo Zambrano y su grupo de internacionalistas, asesorados por esa eminencia que se llama Julio Cesar Pineda. Ahora a ese combo se han incorporado Leopoldo López y Yon Goicoechea.
Estas gestiones siempre les resultan fallidas y optan por cantar a coro y estribillo que Chávez, con su chequera petrolera, se metió a todos los organismos internacionales, como la OEA, en el bolsillo.
Ante tales circunstancias, que siempre se producen en los albores de una jornada electoral, opta por declarar todo lo que el gobierno intente como de naturaleza inconstitucional. En este caso, con fe y esperanza declara que acudirá ante el TSJ a demandar la nulidad de aquellos actos. Y el estribillo entona por unos cuantos días, hasta que generalmente encabezada por Cecilia Gómez Sosa, Herman Escarrá – porte de tenor italiano – y el ratoncito Ricardo Blyde, introduce su demanda ante el alto tribunal el que, generalmente por improcedente no la admite o a los pocos días, con la ley en la mano, la declara sin fundamento.
Ante esto, pone otro disco y un estribillo nuevo suena. En este país los poderes todos están maniatados por Chávez y la legalidad está atropellada. Ahora, Escarrá, cual Luciano Pavarotti, canta a pulmón pleno y do de pecho sostenido, que "haremos uso del 350 constitucional". Este genio del derecho, pese a la sentencia dictada por la que se llamó Corte Suprema de Justicia, sobre ese artículo, sigue creyendo y cantando que da derecho a quien le dé gana y del forro le salga, alzarse en armas y guarimbear contra el gobierno. Y él ha sido un obstinado en eso; el argumento lo utiliza ante lo que sea.
De un tiempo para acá, Pablo Medina, desde que lanzó aquella consigna atrevida que, palabras más palabras menos dice, "vamos por ti", lo que envuelve una inocultable amenaza contra el presidente Chávez, ha asumido el papel de constitucionalista y también llama al bando opositor a abandonar toda gestión o política, que no sea hacer uso del 350, tal como lo ha cantado Escarrá. Ayer mismo, por considerar inconstitucionales las leyes habilitantes, en lugar de acudir al TSJ a pedir la ilegalidad de las mismas, lo que sería el uso adecuado del artículo tantas veces mencionado, lo esgrimió pero para llamar a la rebelión. Esto mismo hizo cuando las primeras leyes habilitantes del año 2002.
De aquí usualmente pasa a las guarimbas y acciones que puedan provocar una invasión, porque la esperanza del alzamiento militar parece desvanecida. Pero lo de predicar a favor de la invasión también es un estribillo que viene sonando desde la fecha anteriormente citada.
La oposición es pues como esos boxeadores que avisan de antemano el golpe que se proponen lanzar o lanzadores que siempre vienen por la goma porque de la recta dependen.
Veamos otro dos ejemplos, que serán los últimos, pues justamente como repite tanto lo que intenta que, todo el mundo sabe lo que ha hecho y lo que hará.
Trae a un personaje de afuera a que sirva de árbitro u observador, como Carter, Gaviria, Insulza etc., y si éste no dice o hace lo que la oposición espera que diga o haga, le apedrea como a María Magdalena.
Por último "invita", porque estos son invitados, a personajes como las diputadas uruguayas, pero de la derecha, Adriana Peña y Mirtha Palacios, para que usurpando funciones del MERCOSUR, vengan a opinar provocadoramente como cuando la primera dijo, refiriéndose al gobierno y el caso de los inhabilitados, asunto de estricta incumbencia de los venezolanos, "si no quieren dar su versión implica que algo tienen que esconder. El que calla otorga". Obvian que si bien el refrán tiene fundamento, el Estado (Contraloría y TSJ, no Chávez) no tiene porque darle explicaciones de sus actos a cualquiera que venga desde afuera a solicitarlas. Ellas mismas han declarado de manera enfática que están aquí sólo a título personal
Y este es otro estribillo, porque ya antes ha hecho algo parecido. Poco tiempo atrás, trajeron "invitada" por dos veces a Lourdes Flores, una diputada de un partido a la derecha del APRA peruano, lo que ya es bastante decir; la misma que perdió las elecciones presidenciales con Alan García, a que declarase agresiva y hasta ofensivamente contra el presidente venezolano. Aquella vez, la estrategia era la misma de ahora. Es un plan de provocación que busca que el gobierno, en ejercicio de su soberanía las expulse del país, por meter su cucharada donde no deben, para usar eso como bandera que justifique las guarimbas; en fin, volver a entonar otro estribillo como el de aquí no hay libertados y apelemos al 350 constitucional. La cosa es como un círculo vicioso. Y han traído a mucha gente con la misma intención y cantaleta.
No hay duda que ese sainetee es el mismo de siempre y de procedencia conocida.
A esos lanzadores se les ven las costuras.
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