De un Molina Revolucionario para un Molina traidor
Para el Diputado Juan José Molina (menos mal que no es mi pariente)
Sr. Diputado, comienzo por decirle que Usted, no merece ese cargo pues con su denuncia contra la Diputada Hiroshima Bravo, demuestra que desconoce la Constitución lo cual es inconcebible e imperdonable en alguien que detenta una función legislativa.
Le transcribo entonces el Art. 191 que es extremadamente claro, que usted no ha leído o no ha entendido, por lo que le recomiendo pedir por ejemplo al jurista Carlos Escarrá que se lo explique.-
El artículo 191 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela dispone que los diputados a la Asamblea Nacional no pueden aceptar o ejercer cargos públicos sin perder su investidura, salvo que sea en actividades docentes, académicas, accidentales o asistenciales, siempre que no supongan dedicación exclusiva.
Como tal vez pueda ver, una vez que logre entender este articulo, su denuncia es alevosa, tendenciosa y pantallera, como todo lo que dice cada vez que interviene a sabiendas de que quines mueven su actuación cual marioneta, se van sentir satisfechos y no le van a cortar el cordón umbilical que a ellos le une, a través del cual alimentan su actuación muy cónsona con la de su pariente, aquel que llaman “almirante de agua dulce” que tuvo destacada actuación en el golpe del 2002, precisamente contra la Constitución que usted desconoce.-
Como bien sabe usted y si no lo sabe infórmese bien, la actividad que la compatriota Hiroshima, ejerce en el SENIAT es docente (dicta cursos como experta en asuntos tributarios), lo cual no es incompatible con su acción legislativa, vaya pues a disculparse si aun le queda algo de caballero y por favor no ponga más bajo un apellido que yo si llevo con gran honor.-
Igualmente le recomiendo leerse la sentencia, que con ponencia del Magistrado Arcadio Delgado Rosales, dictó el TSJ EL 29 de abril del 2005, ante petitoria de interpretación en un caso similar al que usted, ignorante, denuncia.
¡NOS CREEN IGENUOS O BRUTOS!
Si nos guiáramos por el caradurismo, cinismo y reacción ante las abrumadoras pruebas de la conspiración contra la Revolución, por quienes ya están más que identificados, habría que aceptar que los militares activos y retirados, así como los civiles que se escuchan en las grabaciones, que todos conocemos, se prestaron para montar lo que los golpistas de acción u omisión llaman “pote de humo” o show montado por el gobierno, es decir, el gobierno los reclutó y les dio como a actores de novela, un guión para que se lo aprendieran y luego lo repitieran para ser publicado por Mario Silva en “La Hojilla” y después, fueran a detener a unos, y otros se volaran del país para que el show pareciera más real. Definitivamente estos dueños de los medios, metidos hasta los tuétanos en la conspiración, insultan la inteligencia de los venezolanos, al creer que somos tan ingenuos que nos vamos a chupar el dedo; se les olvida que este pueblo ya aprendió a leer y a interpretar las porquerías que a diario publican en sus pasquines o por sus pantallas y emisoras, que representan cada vez más su obediencia y entrega a los planes del moribundo gobierno gringo.-
yuviliz40@hotmail.com