Pildoritas 181 (año 02)

OTRA VEZ LA SIP

Otra vez la SIP. Esta vez desde España, lanza sus dardos cargados de falacias, mentiras y calumnias contra nuestro país, y sus autoridades en un refrito de cada año, mediante un informe al que solo le cambian la fecha, porque esas son las instrucciones que tienen de sus amos del Norte, a Venezuela hay que dispararle parejo e indiscriminadamente, a Venezuela hay que mostrársela al mundo como el Averno, como Sodoma y Gomorra, en donde está mandando el mismísimo diablo, en donde los pobrecitos dueños de medios están pagando por la bondad de sus actos y por hechos que se les atribuyen de haber casi acabado con ese país, cuando se colocaron al frete de la conspiración y promovieron un golpe de estado, un paro criminal, guarimbas, muerte desolación y caos, un país en el que se persigue a los buenos y se premia a los malos, un país en el cual el gobierno usa los medios para limpiarse quien sabe qué cosa, en el que los pobres son enemigos de los gloriosos medios de comunicación, al frente de los cuales están los mejores querubines y serafines del cielo, utilizándolos cual escudos para tapar sus fechorías, su pasado, de latrocinio y abuso contra los bienes de los que hoy empiezan a gozar los venezolanos, gracias , entre otras cosas, a que el demonio sambo y con verruga que gobierna ese país llegó a quitarles lo que con amedrentamiento y chantaje habían asaltado en los tiempos de la godarria por más de cuarenta años y lo más terrible es que ese demonio que gobierna Venezuela ha logrado que otros demonios instalados en Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Argentina, Paraguay y los que faltan, hayan llegado con las mismas recetas a jorungarles la vida a los pobrecitos dueños de los medios, que no han quebrado un solo plato sino la vajilla entera cada vez que han podido, pobrecitos que vivían de la publicidad oficial sobre valuada, de montones de dólares supuestamente para importar papel tinta y equipos, escogencia de los mejores puestos en los poderes públicos para tener mayor facilidad de acceso a la torta hasta que llegó un hombre con una bandera y como era lógico les declaró la guerra y les dio el tratamiento que se merecen como mercenarios de la información, y entonces desde hace ya una década cada año se reúnen con sus pares mafiosos del mundo a rumiar su rabia y reconcomio, no sólo por lo que consideran una afrenta, sino por el fracaso de sus acciones desestabilizadoras a las que el propio pueblo ha derrotado en buena lid.-

Esa asociación maléfica, a cuyos integrantes algún día les llagará, uno a uno o en cambote, el día en que paguen por tanto daño a la humanidad, por ser causantes de guerras entre países y de crear miedos y reacciones colectivas que han llevado a núcleos humanos enteros a cambiar su conducta contra su sociedad, esos tahúres de la información, que cuando fueron parte de los gobiernos depredadores, no reflejaban en sus medios los altísimos índices de inseguridad, de pobreza, de analfabetismo, de carencia de hospitales, escuelas y universidades etc., por lo menos aquí y en los países que se vienen sumando paulatinamente al banquete de la libertad, no tienen nada que buscar, entonces que digan lo que digan, que hagan lo que hagan, que reproduzcan sus informes putrefactos cuantas veces quieran pero no pasarán y jamás volverán a quitarle a los pueblos su derecho a ser libres.-

¡QUÉ DIFERENCIA!

Todos lo años, en época de lluvias, hay un grupo de hermanos venezolanos, que aun por ser herencia del enorme descuido, desequilibrio social, y exclusión a que durante más de cuarenta años fueron sometidos, sufren por los embates de la naturaleza, son hechos inevitables, debido a que por falta de atención oportuna, muchas de las víctimas de ahora tuvieron que recurrir a sitios prohibidos para ser habitados; la Revolución se ha ocupado de ellos, poco a poco han venido siendo tomados en cuenta, pero el problema es de dimensiones enormes y no se puede solucionar de la noche a la mañana, lo que si no se puede ocultar, así los medios quieran hacerlo, es la preocupación demostrada por las autoridades apersonándose a los sitios de los desastres naturales, cosas que jamás vimos durante los desgobiernos de la IV República cuando no se observó nunca un ministro in situ, aportando soluciones, acompañado de los organismos que se encargan de eventos como los que durante una época del año son frecuentes.

Habrá que mirar la prensa de los llamados años de la Democracia (¿?), a ver cuándo un alto funcionario se atrevió a pisar barro y acudir a vivir con la gente la tragedia para darles en primera instancia cariño, esperanzas y luego soluciones concretas, en el momento en que más lo necesitan.


yuviliz40@hotmail.com




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Saúl Molina Z.


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