Cuando transitamos por los espacios universitarios de la ULA y de UNESUR, como estudiante y posteriormente como profesor, en ambos casos de vida universitaria solo podíamos pensar en enriquecernos en conocimientos, saberes y vivencias con nuestros pares. Como estudiantes, entre el pago de la residencia, las fotocopias y los libros y la quemada de los "stenciles" (no teníamos el Internet), la comida, los cigarros y el café y las salidas con los panas o la novia universitaria, nos acarreaba tantos gastos, que uno "vivía alcanzado". Ni que decirles de la excusas del pago del cuarto donde se dormía (llegar tarde y pararse temprano nos permitía evitar a la dueña de la residencia) Es más, la habilidad de fiar en cada sitio era mas valiosa que cargar plata en el bolsillo (que era difícil) y si tenías suerte o algún tipo de habilidad de encanto, podrías conseguirte una noviecita que te ayudara con los gastos de manera amorosa. Además, como dirigente estudiantil socialista en la UNISUR privada (vice-presidente y presidente del Centro de Estudiante) me acarreo, una merma significativa de mis ingresos y un creciente aumento de mis molestos contrario políticos de AD y COPEI. Pero mi tiempo estimado de estudio, solo fue afectado por situaciones de cierre de esta universidad. Ya como profesor, el contexto también se hace un tanto difícil debido que las satisfacciones son de carácter personal porque la docencia lo vitaliza a uno como ser humano, pero no lo enriquece materialmente. Otros ingresos como ingeniero sumado al de mi esposa, nos permiten mantener el ciclo vital para que nuestra descendencia tenga las mismas o mejores oportunidades que sus abuelos nos dieran a nosotros de estudiar y que sus cuentas estudiantiles no les cause el "stress" que nosotros sufrimos, pero que inevitablemente tendrán.
Todo lo anterior lo planteo como preámbulo debido a la lamentable muerte del bachiller Soto, presidente de la FCU-LUZ. Es lamentable, porque era una joven. Es lamentable, porque la circunstancia que envuelve esta muerte es escabrosa. El 95% de los anónimos estudiantes no tienen los privilegios "ganados a punta de voto" de los dirigentes estudiantiles, que viven una vida de reyecitos con una corte imperial y su entorno corporativo y de seguridad. Esta gran mayoría de la anónima muchachada viaja en las rutas de la universidad, come en los comedores estudiantiles, duermen en "colchonetas", el "cigarrito" lo comparten y fían en todos lados. Y así eran estos dirigentes estudiantiles cuando entraron a las universidades, los mismos que ahora viajan en avión, duermen en hoteles, comen en restaurantes, tienen noviecitas (no universitarias) abundantes en abundancia, fuman puros, beben botellas de 18 a 24, no fían en las taguaras o la venta de pastelitos, porque ahí no le aceptan sus tarjetas de crédito y todo esto lo "hacen" con lo que le envían sus padres o los viáticos que tienen como dirigentes y una que otra marañita. ¡Carajo muchachos y muchachas! no puede ser que una gran mayoría de mentes claripensantes se dejen embaucar por una minoría que han convertido la dirigencia estudiantil reivindicadora, en una suerte de camarilla gansteril. Todo esto, con la égida de las autoridades de las universidades nacionales, devenidas en una sociedad de cómplices o socios accionistas de esta oscura empresa donde se compra y se vende los espacios y derechos obtenidos en las luchas estudiantiles previas.
La muerte lamentable de Soto destapó la fétida olla donde se cocinaban los guisos mil millonarios de los derechos estudiantiles, de los estudiantes humildes que son mayoría. Y después, estos traidores tenían la osadía de llamar a paros, marchas y protestas en contra del Gobierno Bolivariano, porque a las universidades y a los estudiantes no les llegaban los recursos para su funcionamiento y reivindicaciones. Ahora muchachos y muchachas ¿Van a salir a marchar para defender la "democracia" y la "autonomía universitaria" que pregonan estos privilegiados delincuentes? El "licenciado" Nixon Moreno santificado por el Vaticano es otra muestra de que ser delincuente y "líder" estudiantil son sinónimos. Un Yon Goicochea al cual los gringos le regalaron 500.000 dólares por su valioso aporte a la causa imperialista por encima de los derechos estudiantiles, es sinónimo de liderazgo. El abogado Stanlin Gonzalez que manifestó que "…ser joven es un delito y eso no puede seguir pasando en Venezuela" nunca pasó necesidades desde su privilegiada posición y ahora tiene buenos recursos para su campaña para alcalde. Y Stanlin, ustedes no son los muchachitos que entraron a la universidad; son los que parasitaron que por años y años vivieron dentro de ella y de ella. Estos ejemplos queridos estudiantes, no es lo natural, es la perversión de un sistema de antivalores que ha sometido la rebeldía e irreverencia de la juventud universitaria venezolana que debería estar buscando y construyendo espacios.
El Ministro del Popular para Interior y Justicia Tarek El Aissami, conocedor como el solo de la vida universitaria y dirigencial (como presidente de la FCU-ULA) no se ha dejado vapulear por los carroñeros mediáticos y les ha dado una clara y contundente respuesta a estos mercaderes de la muerte. Este es un ejemplo de juventud valiente, eficiente y que el tamaño de la empresa asumida no lo amilana, al contrario van hacia adelante buscando la verdad para contrarrestar la mentira desestabilizadora. Y de toda esta tragedia que ha sacrificado vidas jóvenes no en el combate universitario, sino en los bajos fondos del hampa común, con inocentes y participantes, deben servir de reflexión sobre todo para la juventud universitaria que es pueblo y que nunca olviden que de ahí vienen y hacia allá deben volver a regresar a construir patria.
La universidad no debe ser solo la formadora de profesionales competitivos, sino de gente con conciencia y formadora de conciencia, que al fin al cabo es la puede combatir el oscurantismo que viven las casas de las luces.
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