Hoy estará en Maracaibo el Presidente Chávez. Viene a levantarle la mano a otro candidato que, por ahora, nos dice que es el suyo; que este sí es un verdadero revolucionario; nos dirá, que quien esté con Chávez debe votar por Gian Carlo Dimartino; que quien no lo haga, no está con Chávez y por ende es un traidor y contrarevolucionario.
¿Cuántas veces, en estos años que llevamos en elecciones, le hemos escuchado al presidente decir palabras similares? ¿Ejemplos? Guárico, Carabobo, Aragua, Sucre. ¿Acaso no fueron en otrora aquellos candidatos de esos Estados hoy Gobernadores de los mismos sus candidatos? ¿Acaso no se los vendió al electorado como la panacea de la revolución?
El caso de Carabobo es emblemático. Acosta Carléz, el otrora general patriótico, ahora es un traidor, es simplemente el General Erupto; es un corrupto; es un traidor.
Lo importante no es que diga que tal o cual candidato es el suyo, sino que transcurrido el tiempo y en un nuevo evento electoral este candidato que en otrora fue el suyo y al cual le levantó la mano y se lo echó al hombro, pase luego a engrosar la ya larga lista de conspiradores, traidores y contrarevolucionarios. ¿Hasta cuándo Chávez, por decisión propia se sigue rayando? ¿Es que no lo ve?
Ayer, en Trujillo, lo vimos y lo oímos llamando desertor y contrarevolucionario a Gilmer Viloria, el actual gobernador de esa entidad. Viloria, hace cuatro años era su candidato y vertía flores y elogios sobre él; lo llamaba revolucionario; hoy, es un desperdicio de la revolución.
Desde nuestro punto de vista, Chávez no debe decir que son sus candidatos; estos son los candidatos del PSUV. Fue su militancia quien los escogió para candidatos a las gobernaciones y no Chávez; así como Chávez es el presidente del partido porque su militancia así lo consideró, estos también lo son.
Chávez tampoco debería decir palabras tan lamentables como las que pronunció en Valera cuando se dirigía a la multitud congregada a favor de Hugo Cabezas, candidato del PSUV a la gobernación por el Estado Trujillo. Decía el presidente, palabras más, palabras menos: Ustedes no me han visto últimamente por Trujillo, eso obedece a que desde que Gilmer Viloria desertó de las filas de la revolución así lo decidí.
¡Por Dios! ¿Qué es eso?
¿Cómo es posible que el Presidente de la República, de una manera irresponsable e imprudente le dice a todo un Estado que por el hecho de que en la familia revolucionaria, en la familia Chavista, surja un traidor el resto de la población padecerá del olvido presidencial? Eso es igual al padre quien al detectar un bandido dentro de su núcleo familiar decide olvidarse del resto de la familia.
Eso no es ético; eso, desencanta.
Hoy tendremos en el Zulia, en la plaza de toros, al presidente del PSUV en el acto de campaña del candidato de su partido; el candidato que para bien o para mal eligió la base del partido y no Chávez. Esperemos que no cometa la imprudencia de decir lo mismo que dijo en Trujillo. De hecho, ya lo ha cumplido. El Estado Zulia sin que el Presidente lo manifieste ya ha padecido su indiferencia, su rigor; a lo mejor por eso no le va tan bien al proceso en la región como se quisiera. El Zulia, no es precisamente uno de los Estados que disfrute de la simpatía presidencial, así no los venga a decir hoy en Plaza de Toros el Presidente Chávez. El Zulia, no ha sido precisamente afortunado en estos tiempos; primero, por contar con un Gobernador, que más que Gobernador es una vergüenza para el Zuliano y segundo, por tener a un Presidente que sólo viene a tierras Zulianas a prometer obras que no las cumple. Ya en un escrito anterior poníamos el ejemplo del tan cacareado segundo puente sobre el Lago de Maracaibo, que fue, incluso, tema de un Aló Presidente en donde el Jefe de Estado nos recreó cómo sería el mismo; nos habló, hasta de un tramo sub-lacustre y sin embargo el proyecto duerme el sueño de los justos.
Es menester decir al pueblo Chavista, que el Zulia no está ganado; que en el Zulia la pelea es dura; que se puede ganar, eso no es descartable, pero que la oposición está fuerte y sólo esperamos que el Presidente no la venga a fortalecer más aún diciéndonos que, en un supuesto negado que la gobernación no se ganara, el Zulia, los Zulianos, nos debemos preparar para el olvido presidencial y se nos catalogue de territorio contrarevolucionario.
¡El que tenga oídos, que oiga!
elieceralvarado@hotmail.com
