Faltando unos días para cumplirse 10 años de cuando por primera vez es elegido electoralmente Hugo Chávez Frías como Presidente de la República de Venezuela, se ha creído oportuno escribir una serie de capítulos para reseñar el por qué este soldado llegó a esa posición; y describir los múltiples y variados episodios vividos por él y el país. Entre estos episodios destaca su rescate y reposición en el cargo como Primer Mandatario antes de las 48 horas de haber sido depuesto por un golpe de Estado, tal cosa pareciera mentira y más en Venezuela donde la jerarquía militar venezolana siempre se había puesto a favor de quien en un golpe de Estado saliera victorioso, así era la manera de actuar de las Fuerzas Armadas de Venezuela, era lo tradicional; y siempre siguiendo las instrucciones venidas de los gobernantes de los Estados Unidos de Norteamérica. Entonces, ¿qué pasó aquí en esa oportunidad?
Hagamos un poco de historia y veamos como en 1.830 se le da un golpe de Estado a nuestro Libertador Simón Bolívar, y la mayoría de los jefes militares venezolanos se adhieren a él; desde esa época venía ese mismo comportamiento en las Fuerzas Armadas venezolana. Para no ir tan lejos en el tiempo, recordemos solo los varios golpes de Estados triunfantes ocurridos en el pasado siglo XX. El gobierno de Cipriano Castro fue de tendencia nacionalista, su patriotismo lo hizo enfrentarse a las grandes potencias de la época y por ello se produce el bloqueo militar de las costas venezolanas, en él intervienen los ingleses, alemanes, franceses e italianos, el pretexto, cobrar unos supuestos daños a sus nacionales; de aquella arbitrariedad nos quedó las celebres palabras del general Castro “La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la patria”. En 1.908 el general Juan Vicente Gómez suple arteramente en la presidencia al compadre, general Castro, aprovechando su viaje al exterior con motivo del tratamiento de una grave dolencia; los militares apoyan esa traidora acción y obedecen ciegamente al dictador durante 27 años.
El general Isaías Medina Angarita es designado Presidente de la República en 1.941, su gobierno se abrió a la democracia, concede amplia libertad de prensa, se transforma el Estado, se promulga diferentes leyes sociales y se crea varios entes oficiales cónsonos con la modernidad del momento, sin embargo este excelente y democrático gobierno se viene abajo con la asonada del 18 de octubre de 1.945; los militares sumados al golpe van a conformar parte de una Junta Revolucionaria de Gobierno. Por medio del voto popular es elegido el 14 de diciembre de 1.947 el candidato presidencial de Acción Democrática, Rómulo Gallegos, éste es derrocado el 24 de noviembre del siguiente año por los mismos militares que tumbaron a Medina; se instala una Junta Militar de Gobierno. Por último, el Presidente de la República general Marcos Pérez Jiménez es derribado el 23 de enero de 1.958 y enseguida se constituye una Junta de Gobierno integrada por varios militares; luego, en 1.959, comienza el nefasto régimen del Pacto de Punto Fijo.
De manera que el Alto Mando Militar venezolano se acostumbró a poner la institución a favor de los vencedores de diferentes conspiraciones, así mismo iba a suceder con el golpe de Pedro Carmona Estanga pero cuando los militares vieron la avalancha de pueblo que se lanzó a las calles reclamando firme y convincentemente la presencia de su presidente, que había sido secuestrado y depuesto, demostrando un arrojo y pasión indescriptible al congregarse de forma voluntaria, espontánea y dispuesto a todo frente a los cuarteles de las grandes ciudades, Caracas, Maracay, Valencia, Maracaibo, San Cristóbal y otras ciudades más, constituyendo ésto una manifestación inéditas en el país, sus protestas hicieron que algunos jefes de esas instalaciones militares no tuvieran otro remedio que brindarles su apoyo y acordar reponer en su cargo al Primer Magistrado; electo democráticamente por una amplia mayoría de votos en dos oportunidades. Esta acción valiente del bravo pueblo venezolano no deja duda alguna de haber logrado una reacción atípica en la Fuerza Armada y con ella haber conseguido la inmediata salida del usurpador golpista Dr. Pedro Carmona Estanga. De no haber sido por esa jornada invencible de nuestro pueblo, seguro se hubiera consolidado el gobierno de facto. En conclusión, debemos darnos perfecta cuenta de lo poderoso que es un pueblo unido, y que solo él puede hacer cosas que parecen imposible lograr.
José M. Ameliach N. Octubre de 2.008
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