El crack de 1929-2008: todo será uno

“El adversario sólo se torna peligroso cuando comienza a tener razón”

(proverbio chino)

 

Opina un alto ejecutivo de un gran Banco norteamericano: “La situación industrial de Estados Unidos es perfecta” “La situación industrial de Estados Unidos es perfecta”( Charles Mitchell, Presidente del National City Bank). Sólo una semana antes del gran Crack. En 1929, a menos de doce horas, el 24 de octubre, el edificio financiero de la nación del Norte entraba en acelerada agonía. Millonarios y pobres podían mirarse cara a cara dentro de esa realidad: acababan de convertirse en pobres. El estado era de shock, de crack. Gente fumaba angustiada, sentada en un pórtico o en un taburete, al lado de una carretilla llena de columnas de dólares, para cambiarlas por alimento, o esperando pagar una deuda a alguien. Pagar o cobrar era lo mismo, una manera de confirmar la pobreza. Era el “jueves negro”. Acciones sobrevaloradas en el Mercado, eso era visible e irrefutable. Era una economía de utilería, desfigurada, sin centro, sin eje, sin firmeza; telúrica. Una falla en la cordillera del “Dream American” (“sueño americano ”).  Días después todo era pánico a lo largo de países que tenían formaban parte de la red económica global de los Estados Unidos, la gran Meca. La tierra que todo inmigrante soñaba pisar para rendir allí sus huesos.  Salarios y empleos se diluyeron. A ese sistema Capitalista apoyaron en un primer momento los Expresionistas como el “mejor mundo posible”. Luego saltarían del barco desencantados. Falso que el Capitalismo sea un sistema autorregulado, introspectivo, auto diagnosticable, ético, humano. Había llegado el momento de movimientos cuestionadores de tinte izquierdista, con actitudes netamente Revolucionarias, que propugnaban salidas más humanas, equitativas y que miraran hacia el pueblo antes que a las bóvedas de los culpables del dantesco infierno que se vivía. Atrás quedaba el Keeling del cautivante Jazz, en los minutos, meses y años inmediatamente anteriores. Luego de tanto permanecer sumergidos en la arena movediza, estalla la Gran Guerra. Donde los más grandes delincuentes corporativos de los Estados Unidos vuelven a recuperarse al volver a ejercer su viejo oficio: el crimen y la rapiña, siempre en nombre de la “Libertad y la Democracia”.

Septiembre, octubre, se hunde Bush. Se hunde la guerra en Irak y Afganistán, el discurso de la “Lucha contra el Narcotráfico y el Terrorismo”,  el portaviones de los genocidas Republicanos, se hunde el capitalismo, el Fondo Monetario Internacional, El Banco Mundial, La bolsa de Wall Street; el Pueblo norteamericano ve hecho trizas desde lo de Katrina,  el “American Way of Life”, la gente duerme fuera de sus casas, los seguros no los protegen, sus deudas se vuelven impagables, los bancos en su caída se llevan al hueco negro todo lo que constituye la gran mentira que le vendieron a los ciudadanos y ciudadanas del país donde nunca se apaga la antorcha de la libertad y la Justicia es tan ciega que tiene a cinco héroes cubanos presos. Esta es la gran oportunidad para que el pueblo norteamericano que es hermoso, grande, creativo, gentil y laborioso, despierte de ese letargo en que lo han sumido a través de la droga química y la droga mediática, el pool de mafias de todo pelaje que se hacen llamar “ Halcones” (ofendiendo a ese maravilloso pájaro) lo han mantenido. Si hubiera justicia allí, ciega pero justa, serían condenados a la silla eléctrica. Pero serían indignos hasta de este castigo. Prefiero pensar con la Biblia, que “hubiera preferido que sus madres hubieran sido estériles”. ¿fuerte no?. Y como dijo el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, “habrá que ayudar al pueblo de los Estados Unidos, seguramente”. En ese camino andan intelectuales, pastores, cineastas, actores, modelos, minorías raciales, representantes del pueblo común, norteamericanos, que han venido a palpar y conocer, con sus propios ojos, la realidad de esta Revolución Bolivariana que se sostiene sobre la base de la siembra de conciencia y devolución de la memoria histórica a un pueblo como el venezolano que había también permanecido en estado de hipnosis política y mediática durante siglos. Nada más cierto.

Así, como  opinaban los que se autoerigían en calificadores de riesgo del sistema financiero de países como Venezuela y Argentina. Los mismos que tenían sus tentáculos y la pezuña espuria de traidores de la Patria, incluyendo aquellos que han recibido, como yo, la nacionalidad para luego pretender arrebatar a los venezolanos su país. Empresarios, “periodistas”, presentadores de televisión, líderes religiosos variopintos, supuestos “estudiantes”, traficantes, latifundistas, socialmente insensibles, violentos, arteros, capaces de cuanta trapacería les asignen hasta por azar. Mucha gente así ha jurado respetar la patria que lo acoge y las decisiones de la gran mayoría del pueblo que le acepta como hermano.

Aquí en Venezuela, Se hunden Rosales y su Banda de “Ratas” (como él mismo de autodenominó). Pero se eleva la dignidad de América Latina, amanece el Alba, Mercosur, Unasur, Banco del Sur, PetroCaribe, Misión Milagro, Misión Robinson, Barrio Adentro, Telesur. Y para sellar con estelar contundencia este Renacimiento que hoy es ejemplo en el mundo, el nombre de Simón Bolívar y la Bandera de la Patria que nos acobijo han subido ante los ojos del Mundo, a donde pertenecen, al espacio sideral, que es el único lugar digno del gran hombre que fue El Libertador. Los ciudadanos y los Soldados de este gran país al que amo, donde, como dijo el Emperador Adriano “uno se miró por primera vez de manera inteligente”, donde he tenido mis hijos, mis nietos y la bella esposa que tengo, sin importar qué pensamiento tengamos en cuanto a lo político, debemos sentirnos orgullosos de este viaje hacia el infinito que está signado por razones de estricta Humanidad: la Medicina, La Educación, la Comunicación, la Igualdad. Ahora creemos, y sabemos, que “un mundo mejor es posible”. Mientras Presidentes, gobernadores, pequeños seres de mazapán se hunden, en dirección inversamente proporcional a la órbita del Satélite del Más grande hombre de esta parte de América. Ahora creemos, y sabemos, que “un mundo mejor es posible”.y más temprano que tarde, TODO SERÁ UNO.

 

gabrinadja@yahoo.com

 



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Gabriel Mantilla Chaparro


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