La movilización podría durar de tres a cuatro semanas y los indígenas recorrerán 500 kilómetros hasta llegar a la capital.”
Ya el bravo pueblo aborigen colombiano rompió el cascaron del miedo. La muerte al acecho en sus rincones originarios, le terminaron de arrancar el temor impuesto por huestes de asesinos que durante siglos se enseñorearon por sobre la nobleza y coraje de estos gloriosos pueblos. hoy se acaba la paciencia, se acaba el temor, se acaba la obediencia impuesta. Desde este momento son 5oo los kilómetros los que marcharan los héroes aborígenes de las tierras secuestradas por los imperios españoles y yanquis. Un kilometro por cada año de despojo histórico inhumano y de saqueo de lo propio por parte del invasor.
Ésta es una marcha por el “no mas”. Ya no hay tiempo de solicitud o ruego, es tiempo de reclamo y reconquista de lo primigeniamente propio. Quien tenga la osadía de pretender seguir cambiando espejitos por oro, conocerá la decisión de un pueblo que despertó. La gran nación sur caribeña, con Bolivia; su estirpe aborigen y Evo, los Yukpas, los Kariñas, los honorables y guerreros Mapuches (que resisten a un gobierno disfrazado de socialista, pero que les arrebata lo que les pertenece, por la fuerza), los primigenios Mejicanos y la pronta incorporación a la lucha de los nobles guerreros de las tierras del norte del continente, ocupado por los anglosajones depredadores (siux, apaches, pieles rojas, yaquis, etc.). Darán la tonada del retorno a la grandeza de la raza autóctona de ésta Pachamama. El clarín de los tiempos de la reivindicación, resuena por los vientos. Es hora de la iniciativa, ya ni la muerte ni el terror, las cárceles o las torturas los podrán esclavizar de nuevo. Es hora de ser libres: libres por la vida, libres por la raza, libres por el honor, libres por la humanidad, libres para salvar la madre Natura, de los desmanes de una gente que se cree superior, pero que solo ha destruido, contaminado y maltratado lo que la amorosa tierra nos ha dado en préstamo para que vivamos y cuidemos.
Ya no hay tiempo para el dialogo, a través de este instrumento se han impuesto vicios, desmanes y corruptelas, que solo han degradado a la humanidad. Los hermanos aborígenes tienen la infalible misión de restablecer el equilibrio natural. Ya no se impondrá el capital y la explotación del hombre por el hombre, es tiempo de comulgar con el todo, de diluirse en él, de servir a los demás, de acabar con el egoísmo y la avaricia posesionista y, que pretende adueñarse de lo que no le pertenece, queriendo estar por encima de su creador, olvidando que es solo un elemento más dentro del poder universal . es tiempo de enseñar que las piedras mal llamadas preciosas, no tienen mas valor que el amor, la paz, la justicia y la vida.
Adelante hermanos aborígenes Colombianos, los pueblos libes del mundo los observamos, si la droga y el sicariato, osan arremeter en contra de sus ancestrales derechos, pondremos nuestras vidas a su disposición para defender el sagrado derecho a su autodeterminación. Sus luchas no son solo por Uds. Son la continuación de las luchas por la dignidad y la decencia. Esos oídos tapados, que disimulan el temor ante sus verdades, ya no podrán detenerlos con el terrorismo que acostumbran . Los pueblos nos estamos uniendo para acabar con la injusticia y las dominaciones. Patria grande, socialismo o muerte … Venceremos
