En Kenia, fuera
de su remota y africana familia que independientemente de lo que resulte
inequívocamente se hallará mejor, todos los que habitan ese sufrido
país, y en ese desbastado continente, esperan que el sufrimiento milenario
de su raza aun corra por las venas de este nuevo mandatario norteamericano,
promoviéndole la sensibilidad y el compromiso necesario para reivindicar
su sangre y la cotidiana e inhumana amenaza de exclusión que los asola.
Pero es muy
cierto que a pesar de que su piel sea oscura importante es no olvidar
que se encuentra en un lugar donde si bien hace un tiempo era
preponderante y determinante el color de la piel, hoy en día existen
imperativos de una realidad que los ha obligado tranzar
incluso con sus propios y más enraizados complejos. Claramente
evidenciando lo acorralados que se encuentran y de lo que son capaces
de hacer con tal de mantener y extender su dominio.
El generalizado
y justificado rechazo que a nivel mundial ha dejado Bush como herencia
es amenaza que vigorosamente ha aprovechado con suma influencia emergente
Rusia y China, dificultad y eventualidad que con el encanto
negro de Obama se pretenderá enmendar. Sólo en la medida que este
nuevo presidente responda a los intereses y a las estrategias de quienes
verdaderamente le pagaron la entrada a la Casa Blanca (por un
costo de 600 mil millones de dólares) se mantendrá literalmente con
vida y su color para nada se tornará contestatario.
En el país
amo de las contradicciones, donde sólo por medio de las fantasías
se pretende alimentar la idiotez y el comportamiento de los que con
marihuana y chicle creen estar salvando al mundo, definitivamente atraviesan
un momento de quiebre. Obama más que una propuesta de cambio es simplemente
un estereotipo con el cual se pretende dar respuesta coyuntural en tiempos
donde la decadencia de un país totalmente sumido en la barbarie busca
sobrevivir a una crisis que le tiene en cuenta regresiva.
Emulando Jame , Martin Luther King y a Ghandi definitivamente la suerte de la totalidad de las especies que habitan nuestro globo terráqueo será igual o más negro de lo que venía siendo antes de la llegada de este nuevo inquilino negro a la Casa Blanca.