Hoy me permito someter dos interrogantes a la estimada atención y consideración de mis apreciados interlocutores. Las mismas llevan el propósito de lograr de ustedes, respuestas justas y apropiadas que nos permitan entender con claridad la esencia del problema que en ellas se plantea. Deseo pues de esta manera, borrar las dudas e incertidumbres que puedan originarse como consecuencia de los problemas planteados
Claro está que todo depende del deseo y la posibilidad que tengan nuestros interlocutores de opinar al respecto. Espero que si sea.
Por supuesto que cada una de estas interrogantes van aunadas a un pequeño preámbulo justificativo que les acompaña. Trataré de empezar por la que he considerado menos conflictiva en apariencia, aunque su contenido encierra una actitud humana algo común y deplorable en el seno de nuestra sociedad de consumo.
- Algo muy habitual, sobre todo en las clases más pudientes de nuestra sociedad, es la forma muy sui géneris de aplicar justicia, que en ellas se manifiesta con cierta regularidad, a algún ciudadano indefenso cuando ha cometido un delito menor. Me refiero en este caso, a un hecho concreto y ominoso que estuvo “a mal” observar en días pasados en uno de esos “Super Market” al Este de la Ciudad de Caracas: Un niño de apenas 12 0 13 años de edad, de pocos recursos económicos motivado quizás por el deseo de comer algo mejor, se le ocurrió hurtar de la bolsa de una de los clientes del Super una barrita de pan sobado. La señora dueña de su compra, de inmediato entro en un estado de iracundia manifiesta que se reflejaba en sus ojos desorbitados y en sus gritos, expresiones y muecas, que llamaron la atención de otros clientes que allí hacían sus compras, e incluso al guardia de seguridad de turno en ese instante.
Para no extenderme mucho en el relato, les diré, que el niño fue detenido por la turba acumulada y agredido de tal forma que produjo lagrimas permanente por sus asustados ojos. Si de esta manera se ha tratado de hacer justicia, pues así no se hace justicia.
Con la aparición repentina de los llamados “justicieros” se ajustició “ejemplarmente” al pequeño ¡¡Qué vergüenza y que cinismo!!
Yo no se si usted lo sabe, pero, sabía usted, que ese tipo de “espécimen humano” es el mismo qué calla sin protesto, como asustado conejo o como cómplice de la vagabundería del rapaz dueño del negocio, cuando este le sube los precios a sus preciadas mercancías a su antojo.
Que más puedo decirles, al final la turba justifica su comportamiento con su grito de guerra: La culpa la tiene es Chávez.
No sólo es este caso, sabía usted que se comportan como conejos estos “justicieros” cuando les toca pagar la nota de condominio que les viene frecuentemente abultada cada mes. Entonces, ante esa realidad callan y justifican los cobros con la cobarde hipótesis de que se trata de una factura emitida por una empresa inmobiliaria seria que TRABAJA PARA MÍ. ¿Cómo les parece?
Conocido el preámbulo de mi primera pregunta de inmediato la someto a su debida consideración:
¿Cree usted que con toda la fuerza de la Ley se podrá hacer justicia , no en el caso de un pobre niño indefenso, sino en el caso de un delincuente adinerado como lo es Manuel Rosales?
No alcanzo a saber si irá preso y se les confiscan sus bienes mal habidos o si alegremente se le “inhabilita” para que los disfrute plenamente en Venezuela o en el exterior. No lo se, pero si se que hay muchos casos más.
- Me he enterado a través de un artículo aparecido en Aporrea que existe un supuesto y horroroso caso de premiación a la figura del “señor” Nelson Mzerhane (Conspirador por excelencia) por parte del gobierno y del estado venezolano, al poner en sus manos el manejo de GRANDES cantidades de dinero a través de ciertas instituciones del estado venezolano. Si esto es así damas y caballeros, me permito comunicarles, que ahora si es verdad que logro entender perfectamente, que este señor pertenece a ese grupo selecto de los untouchables que conforman esa escondida esfera política y gubernamental que goza de una agradable impunidad.
Así pues, en el artículo titulado “Aunque usted no lo crea” publicado en la prestigiosa página de Aporrea con fecha 14/11/08, en la cual, la organización “Anticorrupción Interpelación Popular Organizada” (AIPO), denuncia y da a conocer a la opinión pública aspectos sobre el sustancial otorgamiento al “señor” Nelson, por parte del Banco Industrial de Venezuela, de la cantidad de 4.7 BILLONES de bolívares a través de Notas Estructuradas para el Banco Federal que es de su propiedad. ¿Cómo les parece, mis queridos interlocutores?
Pero, es que hay algo más, a la empresa JANTESA S.A que también es manejada por Nelson, se le otorgó la contratación de tres (3) proyectos estratégicos para la Nación por el monto de 860
MILLONES de Dólares. ¡¡Tremenda boloña de billetes!!.
Más detalles los pondrá encontrar usted con la lectura del artículo publicado por AIPO.
Ahora va mi segunda interrogante:
¿Está o no está el ciudadano presidente de la República enterado de este tipo de negociaciones?
Si lo está, olvidémonos del tango y empecemos a entender que
Nelson es un untouchable y de ahora en adelante cero criticas a
Globovisión, sería transformarnos en pendejos tirándoles peos a la
Luna.
Sólo les agradecería a mis apreciados interlocutores, que no caigan en la cobardía de los llamados “justicieros” manifestada en el caso del niño y el pan. Actitud, que me permito catalogar como la cobardía de los conejos.
Les agradezco a mis compatriotas no ser como uno de ellos, dé la lucha y opine, a lo mejor su opinión permite esclarecer las dudas que pueden aflorar en el cerebro de todos los que nos sentimos impactados al conocer ese tipo de noticias. Gracias. No seas Conejo.
Aclaratoria: El presente artículo va motivado por el conocimiento de situaciones concretas conocidas recientemente.
Quiero participarles que el mismo no tiene ningún carácter pre-electoral, o algo que se le parezca. Esta es una aclaratoria dirigida fundamentalmente a esos minúsculos cerebros que tratan de sembrar lo irracional como si fuese una convincente realidad.
