¿Y ahora qué hacemos?

Ayer terminó la Cumbre Presidencial Extraordinaria de Unasur. Hoy modestamente desde nuestra pequeña trinchera de opiniones, nos preguntamos con una gran preocupación: ¿Y ahora qué hacemos?

Pudimos observar el cinismo increíble de Don Varito en su bien preparada exposición, obtuvo una victoria relativa, pero la obtuvo. Si acertada y honesta fue la intervención del presidente Chávez, la del presidente Rafael Correa también lo fue. El presidente Correa, ratificó con creces los señalamientos del presidente Chávez. De manera contundente, él nos demostró cual es el peligro que encierra la aceptación zipaya por Colombia de esas siete bases militares norteamericanas. Bases que arrodillarán mucho más a Colombia ante el látigo implacable del invasor. Es de recalcar, que a la oligarquía colombiana poco les pasa. Ellos no quieren a su propio pueblo ni les interesa su suerte.

Uno de los aspectos más impactantes durante la Cumbre en Bariloche, fue la manera como el presidente Correa, en su oportuna alocución, fustigó la acción cobarde y cínica de su interlocutor colombiano, lo desenmascara ante la opinión pública colombiana e internacional y ataca con certeza esa falsa política de Don Varito que pretende aparecer como un justiciero que va en contra del narco-tráfico. Que vergüenza!! Es que acaso este “caballero” de la muerte piensa que nadie conoce su historia y que nosotros no somos unos soberanos pendejos para creerle. Por favor, más seriedad Don Varito.

Este siniestro personaje salió más o menos bien librado, cuando Unasur no condenó terminantemente la existencia de las bases militares de USA en la Colombia intervenida, ni tampoco pudo emitir un documento que permitiese impedir en el futuro, la ocupación extranjera en Suramérica.

Para el lacayo entregar su patria al extranjero invasor, no reviste la mayor importancia, para él lo más importante no es la muerte de inocentes en una guerra despiadada contra su propio pueblo, sino el negocio que se genera por su causa. El dolor es mercancía y su comercio se efectúa a través de la venta de armas o del tráfico de drogas. El dolor produce grandes cantidades de divisas para mañana disfrutar la “dolce vita”.

El asesinato y las llamadas vacunas que debe pagar un ciudadano común acorralado por el crimen organizado, se realiza a través de las fuerzas paramilitares. Esto es también un negocio fabuloso y no se puede dejar escapar. Que importa si él que muere pertenece al pueblo marginado y excluido, él por su ignorancia y no menos cierto grado de complicidad, defiende a esa selecta sociedad que lo desprecia. De esta manera, ese pueblo comprometido en una guerra fraticida se transforma en verdugo de su propia gente. ¿Será esto así Don Varito?

Don Varito quiso matar la dignidad de nuestra América en la cumbre, pero no pudo. Las oportunas intervenciones de los presidentes Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa lo impidió, y además le quitaron la mascara al señor. Que mala leche Don Varito

La actitud del presidente Evo Morales en su alocución en la Cumbre de Bariloche, es de pronósticos, cuando insiste en reiteradas ocasiones por la emisión de un documento que vaya en contra de la instalación de bases militares extranjeras, en el suelo latinoamericano. Tal planteamiento, merece un extraordinario reconocimiento por parte de todos nuestros pueblos.

Aunque no se logró el objetivo por ahora, su coraje e integridad revolucionaria en sus planteamientos, pasarán a formar parte de la historia de estas tierras bravías, como un ejemplo de dignidad y orgullo para su pueblo boliviano. Bolivia ahora se levanta y habla, a conciencia de que su futuro está en las manos de un gran líder de su raza.

Que triste posición la del Alan García, en su alocución no dice ni considera nada verdaderamente útil de aportar al problema que se trata en Bariloche, más bien intentó burlarse de la personalidad del presidente Correa y de la del presidente Chávez y por supuesto, le salió el tiro por la culata. Dio el paso crucial que da el idiota de lo “sublime” a lo ridículo. Quiso hacer una gracia y le salió una morisqueta. Sólo Don Varito pudo reconocer su intervención como útil y provechosa. Son cipayos de la misma especie.

Para entender mejor los resultados obtenidos en la cumbre por ahora, es necesario analizar la extraña visita por parte del Subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental de USA (Christopher McMullen) a la Argentina, allí se entrevistó con el Canciller Jorge Taiana. Luego, visitó en Montevideo, capital del Uruguay, al Ministro de de Relaciones Exteriores de ese país, el señor Gonzalo Fernandez.

A la luz de los acontecimientos en Bariloche, se puede uno imaginar con cierta suspicacia cual fue el verdadero propósito de las referidas visitas.

Por otra parte, anteriormente Don Varito había visitado, entre otros mandatarios, a la presidente de Chile Bachelet y a la de Argentina Cristina Fernández de Kirchner. Hoy acuciosamente podríamos pensar sobre el motivo de estas visitas.

No será que las visitas de Don Varito y del Subsecretario al cono sur, pudieron influir de alguna manera para que el tema de las bases militares se tratara con la mayor suavidad posible, sin herir la imagen del mandatario colombiano.

alexriver870@hotmail.com


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Alex Rivero


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