Entendemos y lo entiende todo el mundo, que esos valores humanos constituyen el paradigma del comportamiento deseado. Todo ser humano con un mínimo de conciencia moral, política y social, desea la paz para todos sus compatriotas indiferentemente de que sean revolucionarios o no, para él, el amor une y libera al pensamiento de las bajas pasiones y por ende, impulsa la amistad y la confraternidad.
Todo esto es bello si esos parámetros estuviesen fijos, invariables y predominando en la zona neocortical e intelectual del cerebro humano. De está manera, se podría controlar relativamente esa parte emocional del cerebro que es astutamente explotada por los políticos para conducir las masas a su antojo. La realidad es totalmente diferente, la ingenuidad nos lleva a veces a ser idiotas y nos negamos a entender que con nosotros convive en esta tierra: EL BIEN Y EL MAL. Si la realidad fuese diferente, tenga usted la seguridad de que no existiesen los disociados – que son muchos – al negar irracionalmente los logros alcanzados por el proceso revolucionario. Proceso al cual tenemos que admitir que existen aún muchas deficiencias. Muchas de ellas son producto de los llamados “revolucionarios” corruptos.
El problema de la disociación no solo es de la oposición, también los hay en las filas de revolución. Son aquellos que no admiten bajo ninguna circunstancia los errores de la revolución y entran a menudo en el campo ya trillado de la comparación irracional. Es el caso del revolucionario a ultranza o de extrema izquierda que en la mayoría de los casos posee limitaciones que le impiden dar o proponer soluciones concretas, adecuadas y efectivas a los problemas que se le presentan.
Estos señores en lugar de fortalecer contribuyen al debilitamiento del proceso revolucionario.
Aunque amemos la paz y deseemos el fortalecimiento de la Revolución, no podemos admitir la teoría de la pasividad para controlar la violencia. No se puede ser ingenuo y no entender que existen casos de agresión ante los cuales no podemos mantenernos con los brazos cruzados y permitir al agresor que haga con nosotros lo que le de la gana. ES UN ABSURDO.
Usted se ha preguntado concientemente el porque los pueblos a través de la historia se han visto obligados a tomar las armas para defenderse y hacer una revolución. Esto no significa promover la violencia como tal. Significa que no siempre se puede enfrentar al enemigo con una flor y un poquito de incienso para purificar el deseo de amor y paz. Si así fuere seríamos unos soberanos pendejos, y el agresor cruel y cínico se orinaría sobre nuestros cadáveres. En estos casos muere indefectiblemente el concepto de paz que afanosamente tanto queremos defender. ¿Ante un ejercito invasor llevaríamos las flores o las armas?
Pero, el enemigo no siempre nace en el extranjero, lo tenemos aquí mismo dispuesto a acabar con nosotros. Esto hay que entenderlo muy bien, nuestros errores cometidos por la impunidad concedida al enemigo, nos hace permisibles, frágiles y temerosos. Esa es la causa por la cual el oposicionismo se ha hecho cada vez más agresivo. Es triste observar la prontitud y eficacia como trabaja el poder judicial para aplicar la ley a cualquier ciudadano revolucionario cuando comete alguna falla como fue el caso de la tumbada de la estatua de Cristóbal Colón en Caracas.
Nace el sentimiento de arrechera cuando observamos la gran injusticia que hay y ha habido siempre en el caso de la directiva fascista de los medios de comunicación oposicionistas, cuando promueven el asesinato, la desobediencia social, la sublevación y atentan impunemente contra las instituciones del estado para desacreditarlas ante la opinión pública.
No hay comparación posible al observar la aplicación de la justicia y el castigo correspondiente al primer caso señalado con el segundo. Es triste decirlo, pero no queda más remedio, el exceso de permisibilidad, el temor de aplicar la ley contundentemente y la debilidad manifiesta en la defensa de la revolución, conducen a esa impunidad que paso a paso va destruyendo la esencia de la revolución. Basta oír la opinión de muchos compatriotas desilusionados por su indefensión y arrechos con la justicia por la forma como tratan los casos cuando se trata de los oposicionistas. Hasta el Ávila se permiten quemar impunemente!!
Ha y que entender que el gobierno en nombre de la tolerancia no puede ni podrá nunca controlar la violencia. Estamos viviendo una situación en la que Venezuela es atacada con saña a través de l poder fascista de la prensa extranjera y no se puede permitir en forma timorata que los medios oposicionistas contribuyan para desestabilizar el país y derrocar al gobierno.
Que importa lo que digan los extranjeros, debemos combatirlas en sus países de origen a través de la acción conjunta del gobierno, sus embajadas y consulados. No se pueden admitir bajo ningún motivo que existan funcionarios indecisos e incapaces de defender la revolución en esos países como debe ser. Total el peligro lo tenemos en nuestras propias narices, razón por lo tanto hay que ser drásticos con los traidores locales tan peligrosos como el extranjero.
Como consecuencia de la tolerancia mal aplicada y el falso manejo del concepto de la paz, hoy observamos con asombro como un delincuente tiene el caché de despreciar e irse porque le da la gana de la reunión efectuada con el Ministro del Interior y Justicia. ALGO INSOLITO.
Moralmente esto es inaceptable que un tal cabeza de caucho o de motor como es su apelativo, haya podido estar presente para discutir con el Ministro del Interior y Justicia sobre la marcha que hoy sábado la oposición tiene prevista. Este señor debería estar preso, como deberían estarlo los gobernadores a los cuales se les haya comprobado su relación con los paramilitares colombianos. NO HACERLO ES DEBILITAR A LA REVOLUCIÖN Y TRAICIONARLA.
Espero no se repita el caso deplorable del indulto a los paramilitares detenidos en esa finca a las afueras de Caracas. ¿Qué hubiese hecho Bolívar en ese caso a sabienda del perfil de esos asesinos?
Sin pensarlo dos veces, aseguro que los hubiese fusilado.
Una reflexión a considerar: Siete años después del golpe de estado de Abril del 2002, parece que aún no hemos entendido como es el enemigo que tenemos en el seno de la República. Analizando el panorama político del país, la manera como se ha manejado, llego a la triste conclusión que somos muy ingenuos y ligeros al opinar sobre la personalidad de algunos interlocutores sin darnos cuenta de sus verdaderos objetivos. Caemos en las alabanzas personales con una increíble facilidad, razón por la cual hemos sido traicionados con una cierta frecuencia. Traición que produce cierta confusión en el pueblo ante el conocimiento más tarde de la verdadera personalidad del individuo alabado por nosotros. El caso de Don Varito, presidente de Colombia es emblemático. En Venezuela hay unos cuantos que todo el mundo los conoce.
A propósito del tema tratado, llama mucho la atención sobre los señalamientos remarcados con un círculo indicativo del rostro de algunos comunicadores de Ávila TV, para indicar como presuntos agresores de los periodistas de la Cadena Capriles en la manifestación que realizó la oposición en contra de la LOE. La información salió en el diario Ültimas Noticias cuyo director es el ciudadano Eliazar Díaz Rangel.
Es un caso muy extraño lo sucedido, aunque siempre me han parecido muy dubitativas sus declaraciones cuando ha sido entrevistado por la periodista Vannesa Davies, siempre consideré al periodista Rangel lo un hombre de izquierda pero... Su actitud ha contribuido, con intención o sin ella, a la satanización por parte de la Globo Terror de los comunicadores de Ávila TV.
La ley ha podido ser aplicada con energía igualmente rápida y efectiva en contra de la directiva de esa televisora. ¿Por qué no se hizo?
Es evidente que detrás de todas las injusticias cometidas a lo largo de este gobierno está la Asamblea Nacional. No entiendo porque este organismo no haya podido y ni siquiera tratado la posibilidad de controlar el funcionamiento del Poder Judicial. Si sus miembros son elegidos en su seno, porque no pueden revocarlos legalmente de sus cargos en caso de delinquir. Que me lo explique Carlos Escarrá.
Es loable para la AN el haber promulgado la nueva ley de educación y es increíble la manera como es atacada por el fascismo y la cupula episcopal. Son unos disociados dignos de un adecuado tratamiento psiquiátrico, con su actitud pueden inducir al crimen y a la violencia.
.Si el gobierno no empieza desde ahora tomar medidas drásticas en contra de esta perversa oposición, mañana puede ser demasiado tarde. Lo mismo con la AN, en ella están depositadas las más grandes esperanzas para que controlen ese Poder Judicial. Hay que trabajar rápido y con eficiencia, el tiempo que les queda es corto.
Jamás olviden que si la AN cae en las manos fascistas, el gran esfuerzo del Presidente no será funcional y la Revolución puede caer. Las próximas elecciones son cruciales, si la oposición adquiere capacidad para bloquear el gobierno, lo va hacer. Los diputados que tengan que salir, que se olviden del pan de piquitos.
El fascismo no tiene alma.
alexriver870@hotmail.com