Ante una gran disyuntiva

Nada ni nadie está en esta nuestra América ante una gran disyuntiva como la que tenemos nosotros en Venezuela, hay una peligrosa beligerancia que se proyecta en el horizonte y nos amenaza muy seriamente; sin embargo, inexplicablemente, existen personas en este país que parecen no entender y darse cuenta de la situación real que se presenta.  

No alcanzo a entender como es posible, que después de tantas vivencias dolorosas y agresivas contra el país, aún es permitida la emisión de mensajes y opiniones que atentan contra la seguridad de la Nación. A través de los medios de comunicación apatridas y fascistas se divide la opinión pública del venezolano y se atenta contra la integridad del país. 

Escucho con alarma, como se permiten emitir por radio y televisión opiniones favorables al régimen narco traficante de Colombia y denigran de nuestra patria y de su presidente. Me pregunto con preocupación: ¿Reprimir ese tipo de opinión altamente dañina para nuestro pueblo, es un atentado contra la libertad de expresión? 

Admitir el chantaje radioeléctrico y televisivo por temor, sin considerar seriamente lo que esto significa, es casi lo mismo que caer en una traición a la Patria. Afirmo que esta gente, con respeto al noble significado de la palabra gente, han llegado muy lejos, han llegado y burlado los límites de la tolerancia posible y pasan a formar parte de lo que se llama la QUINTA COLUMNA fascista dentro del país. En cualquier parte del mundo donde exista un gobierno que se respete esa QC sería prácticamente exterminada. La QC no puede mantenerse impune porque ella constituye la fuerza más peligrosa para la retaguardia revolucionaria y para la supervivencia de nuestro pueblo. No podemos ser idiotas y no querer darnos cuenta de que estamos sobre el filo de la navaja. 

El daño que producen estos apátridas se hace insoportable e inadmisible, y más aún cuando estamos ante una amenaza real del imperio y sus cipayos. Esta QC por el momento, tiene que ser neutralizada seriamente. Los que traten de desestabilizar al país y atenten contra su integridad nacional, tienen y deben ser recluidos con el cargo de traición a la patria.  No hay otra alternativa posible, ser blandengues es convertirse también en traidor a la patria. 

La blandenguería conduce a la nefasta impunidad y les permite organizarse para atacar, pueden incluso nutrirse con fuerzas paramilitares extranjeras provenientes de Colombia para acabar la revolución bolivariana. 

Si la invasión se produce, los puntos de defensa más estratégicos en las grandes ciudades tendrían que ubicarse precisamente en las zonas controladas por esa QC. En Caracas estarían situados al Este de la Ciudad.

¿Y porque así?

Porque esta estrategia, permite una defensa efectiva en la resistencia que se ubica en la retaguardia y se controla con eficiencia a los mercenarios fascistas que habitan en esas zonas. Entendamos de una vez por todas que los integrantes de la QC aunque desgraciadamente hayan nacido en este país, NO SON VENEZOLANOS, son unos verdaderos apátridas.  

No se puede olvidar jamás que esas brigadas fascistas están entrenadas mentalmente para asesinar a nuestro pueblo. Sin compasión alguna.  

La paz es bella ¿Quién dice lo contrario?, pero a veces es difícil de mantener, y más aún cuando el imperio y sus cipayos se preparan minuciosamente para atacarnos. Las campañas internacionales contra Venezuela, orquestadas aquí por la QC, son el preludio de acciones más beligerantes contra todos nosotros. Si queremos mantener la paz, preparémonos para la guerra.

En tal sentido, estamos obligados a dotar de muy pero muy buen armamento a nuestras fuerzas armadas y a nuestros reservistas para que puedan defender la patria con mayor eficiencia y eficacia. 

 Hay un precepto revolucionario que dice: NUNCA JAMAS debemos, bajo ningún motivo, declarar abierta y alegremente de que disponemos y como lo utilizamos.

Si el enemigo lo quiere saber pues que lo averigüe. No podemos ser ingenuos, es decir idiotas, difundiendo los hierros de que disponemos para la defensa. Hay que mantener presente todo el tiempo, que la suerte de esta revolución socialista y de nuestra PATRIA, está en juego en estos precisos momentos. QUE NO SE OLVIDE

Hay que mantener también presente en nuestras mentes, que la sangre a derramar por nuestros hombres, mujeres y niños en caso de invasión, tiene un precio muy alto. Precio que obliga a una defensa férrea de la Patria. 
 

alexriver870@hotmail.com


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Alex Rivero


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