¿Perseguidos políticos en Mérida?

Mérida, ciudad universitaria por excelencia, ha vuelto a ser víctima de intereses mezquinos y perversos. Producir caos e incertidumbre se ha vuelto consigna en quienes prefieren actuar al margen de la Ley. Ya nos parecía extraña y sospechosa tanta calma.

La semana pasada nos vimos envueltos -y obligados- en el torbellino de la violencia. Los vagos de siempre, y harto conocidos, tomaron las calles para pisotear nuevamente nuestra ciudadanía y romper una tranquilidad´por demás merecida.

¿Hasta cuándo estos maleantes enrarecen la frescura del aire andino, destrozan comercios como si fuesen bárbaros y ponen en riesgo las vidas de muchos merideños? ¿A quién le interesa mantener "encendidas" nuestras calles? ¿Quién financia estas agresiones? ¿Por qué algunos autobuses de la Universidad de Los Andes están siendo utilizados como escudos protectores, para enfrentar a quienes deberían velar por el orden público, es decir los funcionarios policiales? ¿A cuál libertad defienden? ¿Debemos seguir pagando un precio tan alto, sólo porque a unos pocos haraganes les viene en gana mantenernos en zozobra permanente?
¿Perseguidos políticos? ¿A quién pretenden continuar engañando? Un consejo: no olviden tan fácilmente, o no crean en cuentos de camino. En abril de 2002 hubo GOLPE DE ESTADO. Y no ocurrió solamente en Caracas, contra Hugo Chávez. En Táchira y Mérida, la derecha reaccionaria reprodujo al pie de la letra ese triste capítulo de nuestra historia más reciente.

A Florencio Porras también quisieron desconocerlo como gobernador. No pueden engañarnos porque estuvimos allí. Y logramos observar muchas caras, deseos reprimidos y pretensiones encontradas. Quienes llegaron no habían sido invitados. Estaban dispuestos a repartirse el poder (no eran niños de pecho ni hermanitas de la caridad cristiana. Al palacio de gobierno regional no los llevaron por la fuerza).
Y lo querían hacer pasando por encima del marco constitucional vigente. Porque Florencio Porras nunca aceptó la mini-dictadura de pedro el breve. Cuando escuchó al duende de fedecámaras, se declaró inmediatamente en rebeldía. En Mérida nunca hubo "vacío de poder".

Durante esas cuarenta y ocho horas desfilaron reconocidas "figuras públicas". Hubo politiqueros, maestrillos, sindicaleros, "empresarios" y algún "experto" constitucionalista. Unos más, otros menos; cada quien deseaba ser Gobernador de Mérida, aunque fuera sin elecciones libres, secretas y directas. Cada quien traía puesto su flux para asumir el control de nuestro estado. Es decir, para ellos no tenían ningún valor los casi ciento veinte mil votos de Florencio, obtenidos en las elecciones del 2002. Sólo les bastó haberse reunido la noche anterior y, entre pocos, decidir el destino de la mayoría.

Ninguno venía a defender la democracia ni el régimen de libertades que tanto pregonan. Nunca los escuchamos. Parecían seres hambrientos, dispuestos a descuartizar la presa apetecida. El estado de derecho lo habían olvidado en algún bolsillo o en el eterno salón donde continuamos aparentando profundos conocimientos. Teoría y práctica del sinsentido.

Durante esas horas, nunguno de los actuales imputados por tales acontecimientos salió al balcón de la Gobernación a calmar los ánimos de una turba enardecida. Antes bien le echaron más leña al fuego. Celulares repicando. Iban y venían. Esperaban órdenes. No lograban ponerse de acuerdo.

Si la Policía de Mérida no hubiese defendido a quienes estábamos dentro del palacio, seguramente no estuviésemos recordando aquellos hechos tan lamentables. Pues quienes estaban fuera no tenían ninguna intención seria ni decente. Si ese cuerpo de seguridad no actúa apegado a la Ley, un río de sangre habría bañado los alrededores de la Plaza Bolívar de la ciudad universitaria de Venezuela. Los presuntos "perseguidos políticos" deben asumir su responsabilidad en torno a los sucesos de esos días.

giandomenicopuliti@yahoo.es



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Giandomenico Puliti

Nació en Mérida el 10 de abril de 1961. Hijo de inmigrantes italianos, de 43 años de edad para el momento de su deceso. Casado y con dos hijos. Al cumplir un año, su familia se traslada a Tovar. Su padre, Arnaldo Puliti, junto a Giustino Sciamanna y Cósimo Salvemini, funda el ?Taller Roma?; empresa metalúrgica familiar de reconocida trayectoria en el Valle del Mocotíes. Cursó todos sus estudios en Tovar. En el Ciclo Diversificado José Nucete Sardi obtuvo el título de Bachiller en Ciencias. Formó parte de la Selección Nacional Juvenil en Campeonatos Panamericanos y Mundiales de Ciclismo. Estuvo compitiendo en Italia, Colombia, República Dominicana, Uruguay y Norteamérica. En la Universidad de Los Andes obtuvo el título de Licenciado en Letras. Cursó estudios de postgrado en Literatura Iberoamericana.


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