Pasan cosas contradictorias en la conducta de quienes hasta ahora han tenido la oportunidad y responsabilidad de impulsar esta acción tan necesaria para la construcción del socialismo. No se puede hablar y decir que se están generando las condiciones para instaurar un estilo de vida y conciencia social y, a la vez mantener una conducta y forma de vida que se contrapone al deber ser. Personeros en posiciones políticas decisivas para la iniciación del proceso educativo socialista, que se caracterizan por el desprecio al contacto con el pueblo, que se convierten en referencia negativa sobre lo que se quiere construir. ¿como podemos hablar de socialismo, y a la vez el egoísmo y la avaricia marca pauta conductual? No es posible enviar un mensaje con contenido solidario, cuando la manera de comportarnos nos presenta ante el colectivo como ambiciosos, derrochadores de lujo, vanidosos, presuntuosos, jactanciosos de lo que poseemos y por sobre todas las cosas llevando un tren de vida muy alejado del que se tenia antes de ser funcionario. Asumiendo una pose de div@, muy alejada de lo revolucionario y de la humildad necesaria. Desde hace tiempo se reclama por parte del colectivo socialista del anterior MVR, y el actual PSUV, el impulso de la conciencia revolucionaria a través de los valores éticos y morales, basados en el ejemplo practico y consecuente; del verbo y la conducta. Diariamente vemos y escuchamos las quejas del común de la base, sobre supuestos lideres, que una vez alcanzada una posición política, de desvinculan del entorno que los impulsó, se involucran en grandes negociaciones y se mudan de su habitad original. Utilizan la manipulación y el engaño con las necesidades, para crear grupos o tendencias particulares dentro de la organización partidista, a fin de mantener una cuota de poder. A partir de entonces, si no se les concede las prebendas necesarias, empiezan a meter zancadillas, a hacer alianzas con otros factores de la misma condición y a veces, hasta llegan a secuestrar el carácter participativo que debería privar en la organización.
No había terminado de decir el Camarada vicepresidente Muller Rojas, que se formarían las escuelas de formación ideológicas, cuando ya esos toleteros sectaristas, se estaban reuniendo para poner a sus acólitos en dichas posiciones. Pero lo lamentable, es que no se desvelaban por tener esas posiciones para servir de verdad al proyecto, no, lo hacen para tener control político del mismo y poder así usarlo para beneficio particular y grupal. Recuerdo que en la segunda semana del mes de agosto el Camarada Muller Rojas dijo, que después del 23 N habrá cambios en la estructura de PSUV. Estamos esperando los primeros asomo, esperamos que los batallones, quienes fuimos los que ganamos las gobernaciones y alcaldías, trabajando a veces en contra de los intereses egoístas dentro de partido, por parte de algunos divisionistas, que jugaron en contra de la línea del presidente y la organización, que mandaban a votar y a trabajar por candidatos extraños al PSUV (voto cruzado). Seamos tomados en cuenta y valoren nuestros esfuerzos, trabajando incluso por candidatos que no nos merecían confianza, pero acatando la decisión del partido con disciplina y honor. No que nos tomen en cuenta para dadivas, no, si no para discutir el carácter ideológico, sus consecuencias y lo más importante: quienes deberían conformar esas escuelas. Generando los batallones sus propias matrices revolucionarias en base a sus realidades y con apoyo material de pensadores socialistas, reconocidos como tales dentro de la organización, además de la extensa literatura marxista, leninista, obrerista y campesina existente. Pero con el ejemplo por delante, para que exista credibilidad.
No queremos que las escuelas de conciencia e ideología, sean unos mamotretos más de los que se han creado, para quedar luego en el olvido y sean manipulados y usados para generar los chantajes y manipulaciones de algunos lideres de prebendas e intereses particulares.
Así como se reunieron los sectaristas a espaldas del partido, para repartirse las postulaciones de los cargos a elegirse, entre gallos y media noche, ya están haciendo lo mismo para tratar de imponer a sus secuaces en las nuevas estructuras político-sociales por venir. Ya se están reuniendo y cuadrando sus candidatos a los consejos comunales para copar los sitios claves, pasando por encima de los lideres naturales de las comunidades. Cuidado con eso. Creo que todos los funcionarios que ostentaron cargos públicos y no fueron eficientes en su labor, no debieran repetir. Evaluemos su situación económica y sus nuevas adquisiciones de bienes y veamos si son cónsonas con el ingreso que obtenido. Un partido revolucionario y de corte clasista, no se forma con elites mercantilistas ni con divisionistas interesados. Es mejor tener una organización de 4 millones de personas honestas, responsables, con valores realmente socialista, que tener una organización de seis o siete millones de personas, dentro de los cuales estén los Chulos vividores de la moda política, expertos en hacer negocios mercantilistas desde posiciones burocráticas, traficantes de comisiones.
La revolución dentro de la revolución no debe ser un lema, debe ser un hecho concreto. Demostremos hasta donde llega nuestro desprendimiento de lo material, para impulsar el crecimiento ideológico, consiente y espiritual.