Empecemos por el Carnaval,
que como la mayoría sabe es una fiesta móvil que se incrusta entre
los meses de febrero y marzo. Su origen se remonta a la antigüedad,
y como generalmente se procedió con fiestas de naturaleza pagana, se
le dio un toque “cristiano”, para disimular un poco los excesos
en que se incurrían. Ese toque fue el miércoles de ceniza, fecha
en la que los “fieles” debían acudir al templo para ser “advertidos”
de que estaban expuestos a convertirse en ídem.
La iglesia católica,
que no son todos los cristianos, ha pretendido imponer la fecha del
nacimiento de Cristo en base a los aportes de los evangelios. Advirtamos
que estamos hablando del calendario lunar, y la iglesia siempre ha sido
fiel al mismo, sin importar los avances de la ciencia. Para fijar entonces
la fecha del carnaval, hay que hacerlo primero con la de la Semana Santa,
que se celebra 40 días después del miércoles de ceniza. El Carnaval
se celebra antes de ese día, por lo que obligatoriamente debe ser lunes
y martes, nada más.
No todas las iglesias
cristianas tienen el mismo calendario de festividades, pero la Iglesia
Católica estima que el tiempo que va desde el miércoles de ceniza
hasta el Jueves Santo y que se caracteriza por ser supuestamente un
período de penitencia, es lo que se llama “cuaresma”. Digo supuestamente,
porque en ese período, para empezar, se celebran las deslumbrantes
“octavitas” de carnaval, que compiten con éstas en excesos carnales,
borracheras y otras linduras.
Ahora bien, la fecha
de la Semana Santa se fija por el día en que se celebra el Domingo
de Resurrección (llamado también Día de Pascua), cuyo advenimiento
ocurre en el domingo siguiente a la primera luna llena del mes de Nisán, que de acuerdo al calendario judío es el
que corresponde al período del 22 de marzo y 25 de abril. ¿Vamos bien
hasta aquí?
La pongo “de bombita” [1]
para que entiendan: El Domingo de Resurrección es aquel que tiene lugar
después de la primera luna llena de primavera. Tenemos que advertir
a quienes viven en los trópicos, que la primavera es una estación
chévere, muy linda. Pero, si usted vive en el hemisferio sur del planeta,
donde vive la mayoría de los pobres del mundo, sería la primera luna
llena de otoño. No se hagan ilusiones. ¿Está claro?
Un señor llamado Dionisio ,
quien por su corta estatura se le conoce como “El Exiguo”, dedujo
que, para fijar las fechas del nacimiento y de la muerte de Jesús y
en vista de la catajarria [2] de años transcurridos desde la caída del
Imperio Romano, que “los
años fueran contados a partir del primero de enero siguiente al nacimiento
de Cristo”. Gracias a sus
escritos y posteriores estudios se aceptó el viernes 7 de abril como
el día en que murió Cristo: ¡el primer Viernes Santo de la historia!
Para seguir haciendo
sencilla la historia, diremos que el propio Dionisio, a pesar de ser
un gran estudioso no estableció el año
Cero, porque en la culta
Europa no se conocía este guarismo, que gracias a los árabes hoy lo
usamos a placer. Otra incoherencia: Cristo nació 6 años antes de Cristo, o sea que Dionisio se equivocó.
Fue en el Concilio
de Nicea (325 d.C.), cuando el Domingo de Resurrección comenzaría
a celebrarse, como hemos dicho, el domingo siguiente a la primera luna
llena de primavera, es decir, el primer domingo que sigue a la decimocuarta
noche de lunación. Pero (siempre hay un pero) para evitarse problemas
con los judíos en la celebración de la festividad de la Pascua, la
Iglesia, así como lo oyen, añadió ¡una semana más!
Tenemos precisada entonces
la fecha del Domingo de Resurrección. Deben transcurrir 40 días a
partir del miércoles de ceniza, hasta culminar en el domingo de Ramos,
que precede al de Resurrección. ¿Por qué 40 días? Porque Cristo
se retiró esa misma cantidad de días al desierto, que coincide con
igual cifra que alcanzó Moisés en el mismo lugar; por la cantidad
de días que duró el diluvio y por los 40 años que duró la travesía
del pueblo judío, siempre por el desierto, y de ñapa, los 400 años
que duró el “hospedaje” de los judíos en Egipto. Los católicos
son llamados pues a reflexionar durante estos períodos, cosa que ni
siquiera la propia jerarquía eclesiástica recuerda ni le interesa.
Para muestra hay que recordar el berrinche que formaron los obispos
venezolanos cuando se impuso la “ley seca” en las playas hace unos
años.
La Semana Santa debe
ubicarse entre el 22 de marzo y el 18 de abril, ya que la primera luna
llena de primavera tiene lugar entre el 8 de marzo y el 5 de abril.
Vemos una diferencia de dos semanas entre ambos periodos: una primera
semana debida a que el Día de Pascua se celebra el domingo siguiente
a la primera luna de primavera y, una otra, la añadida por la Iglesia
para evitar confusiones con la celebración judía. ¿Me entienden?
Yo no, porque precisamente el 19 de abril de 1810 cayó un jueves santo.
La pregunta que surge
es la siguiente: ¿Qué interés puede tener hoy en día celebrar el
diluvio universal, o la travesía de los judíos por el desierto, o
de una presunta “retirada” de Cristo al desierto, o del mítico
Moisés? Salvo el diluvio que fue agua de la buena, lo demás
son cardones y tunas. ¿Quién ha precisado con exactitud que fueron
40 días y no 50 ó 55?
En la Roma antigua
a los carnavales se les llamaba “saturnalias”, obviamente dedicadas
al dios Saturno, a quien estaba encomendada la agricultura, y cuyo esplendor
advenía con la primavera. Con la instauración del cristianismo en
Europa y la imposición de la Cuaresma, período que comienza a contarse
a partir del Miércoles de Ceniza, la festividad del Carnaval se colocó
en los días anteriores a esta fecha en los que el pueblo se entregaba
a todos los placeres a los que debía renunciar, entre ellos los de
la carne (en ambos sentidos), al iniciarse la cuaresma. Los domingos no
se toman en cuenta como parte de la cuaresma porque son pascuales. Vendrían
a ser 40 días de preparación para la Pascua
cristiana .
En la ciudad alemana
del Colonia [3] (Köln) no están creyendo cuentos y comienzan
el carnaval el 11 de noviembre a las 11 horas, 11 minutos y 11 segundos,
en uno de los festejos más importantes de Alemania
¿Qué hacer con esta fecha?
Podemos empezar por pedir consejos y asesoramiento, que bien nos lo puede brindar la Iglesia Católica o el gobierno de República Dominicana, de acuerdo a lo publicado en "El Nuevo Diario":
La iglesia católica reiteró su pedido al gobierno de la necesidad de separación de la celebración de la fiesta de carnaval de las fechas patrias y la cuaresma, recomendando darle al carnaval un giro turístico. […] Manifestaron que la Secretaría de Cultura no le ha hecho caso a sus reclamos, pese a que han sostenido varias reuniones para tratar el tema y que su propuesta tiene acogida en la población.
“El
carnaval es una fiesta que en todo los países del mundo, excepto República
Dominicana, se celebra tres días antes del Miércoles de Ceniza”,
precisaron los religiosos, por lo que opinaron no se justifica que se
sigan mezclando esas festividades. […]
Afirmaron que “hasta ahora la Comisión Nacional de Carnaval, que
encabeza la Secretaría de Cultura, no ha aceptado la necesidad de dar
un giro turístico al carnaval y cambiar la
fecha
En Uruguay, la Intendencia
(Alcaldía) de Montevideo fija las fechas para el Carnaval que se adelanta
hasta el mes 2 de diciembre y termina entre enero y marzo.
Notas:
[1] Bombita: Fácil sencillo. Deriva de un lanzamiento en el béisbol que se caracteriza por su lentitud, en el que prácticamente el bateador “adivina” las intenciones del lanzador de favorecer su desempeño.
[2] Catajarria: Gran cantidad, abundancia.
[3] ¿Se recuerdan
del agua de Colonia?
Correo: omar1montilla@gmail.com