OTRA MÁS DEL PARTIDO EPÌSCOPAL
Para el partido de los obispos la enmienda no resuelve nada, para ellos lo que resuelve es que regrese el fascismo, y la garantía para ellos del chequezote a que estaban acostumbrado con frecuencia de manos de la barragana de turno.
La interpretación súper interesada, que hacen de la carta magna, que por cierto ahora sí respetan y apoyan porque el día que se aprobó votaron en contra, es una interpretación tan pobre con argumentos inservibles, como aquello de que la enmienda es para perpetuarse en el poder, es para la reelección indefinida, cuando bien saben porque no han de ser tan brutos si se pudieron ordenar de curas y llegar a obispos, que lo único que establece la enmienda es darle derecho al pueblo para que premie a quien bien lo haga y castigue a quien lo haga mal, es decir permitiéndole que se postule cuantas veces quiera y que sea el pueblo quien decida, así de simple, pero ellos en coro con los demás fascistas, pretender enredar a un pueblo que ya no va a comer más cuentos como los que utilizaron cuando el referéndum pro reforma, como aquello de que con ella se iba a eliminar la propiedad privada, si no recordemos la cuña aquella de la carnicería.-
Hablan de “graves problemas sociales que aquejan a los venezolanos”, pareciera que viven en Marte, pues sin negar que aun persisten problemas heredados por quienes les pagaban para que se callaran, se niegan a aceptar los grandes avances que en estos diez años de revolución se han logrado en el país, que al ellos negar de manera empecinada lo que hacen es quedar como unos redomados mentirosos.
Queda bien claro que, o no están al día con las estadísticas, o su odio es tan grande que se enceguecen de tal manera que no ven la realidad que los rodea; pareciera que para ellos Barrio Adentro, es un sueño, las misiones en general, son de humo, el aumento de los índices de desarrollo humano, de escolaridad, de empleo, de reducción de la pobreza, del aumento de producción agrícola y pecuaria, la desaparición de los iletrados, porque el analfabetismo político de su partido episcopal, es un mal crónico, es decir como si para ellos la inclusión generalizada de un pueblo pisoteado en las narices de los prelados durante tantos años, fuese una película nada más.
Hay que ver hasta donde personajes que dicen practicar y predican el evangelio pueden caer tan bajo. De todas maneras estos políticos ensotanados, están tan desprestigiados que digan lo que digan, hagan lo que hagan para nada van a poder enlodar la verdad, que no es otra que la de un pueblo que ha cambiado y no es para nada suelo fértil donde puedan germinar las impertinencias y falsedades de estos políticos episcopales.-
UNA JUGADA DEL FASCISMO (¿?)
Tengo un pariente muy cercano, afecto con toda su familia al proceso y que tiene que sufrir a diario la tortura que significa tener como vecinos una familia escuálida a más no poder, de esos que se echan al hombro la bandera, eso si la de siete estrellas y salen en cambote a ver si por fin como resultado de una de sus marchas, se cae el tirano,
Una de sus costumbres es dejar las ventanas de su casa abiertas para que mi pariente oiga a juro Cloacavisión o para que escuche las expresiones de odio, o de alegría según el caso que la programación cargada de excremento, les provoca.
En uno de estos días mi pariente les oyó diciendo que ya habían cumplido las instrucciones de ir a firmar en los puntos rojos donde se estaban recogiendo las rubricas en apoyo a la enmienda, y que fulanito y fulanita ya habían hecho lo propio.
Tal cosa puede interpretarse de dos maneras. una que los fulanos vecinos de mi pariente dicen eso y se cercioran de ser escuchados, solo por molestarle la paciencia a sus vecinos chavistas y dos que en verdad haya sido una estrategia de la derecha con fines inconfesables. De todas maneras nada se perdería con hacerle a las firmas un análisis aleatorio para ver si se descubre que muchos escuálidos acudieron a firmar con la sola intención de contaminar el proceso de recolección de firmas y para que los resultados del 15 de febrero no se compaginen con el número total de firmas recogidas. La verdad que no se perdería nada con averiguarlo.-
