“LAS LINEAS DE CHAVEZ”
La iniciativa del Presidente Chávez, comunicador sin par, en este país y en muchísimos kilómetros a la redonda, de escribir, por diferentes medios, artículos que él llama muy acertadamente “líneas”, vendrá a ser una forma más, muy inteligente y apropiada para que el claro pensamiento estratégico e ideológico del líder llegue a más gente, pero además es una característica que nos muestra la personalidad integral de un hombre polifacético, que es capaz de sacar tiempo de su apretada agenda, para mantener esa especie de cordón umbilical que desde uno de sus “febreros”, el del 94, se estableció entre él y el pueblo, en sólo segundos que marcaron historia y partieron en dos el devenir de este país.
Esta estrategia, de un hombre excepcional, original porque habría que buscar similares en otros presidentes del mundo, son las cosas que le hacen único e irrepetible y a manera de una jugada inspirada deja al fascismo nacional muy lejos, en la carrera por la conquista de la voluntad popular.
Bienvenidas, pues las líneas presidenciales que serán una fuente para la reflexión y un dolor de cabeza para la derecha apátrida, que en lugar de dar la batalla en el campo de las ideas lo que hace es gastar tiempo, recursos y materia gris en buscar la manera de salir de Chávez y llevar al país por el despeñadero del colonialismo del cual estamos saliendo de la mano del ahora, también autor de las “Líneas de Chávez”
MORONTA, UN VERDADERO OBISPO
La prensa regional del 21/01, reseña las declaraciones de un obispo, el nuestro, Monseñor Moronta, quien se ha convertido, por sus posiciones valientes y sus ejecutorias, en una reserva moral que se diferencia de las cúpulas representadas por la conferencia episcopal. Él representa una de las razones por las cuáles aún la fe no se ha quebrado en quienes nos consideramos miembros de la verdadera iglesia, la que no se doblega ante prebendas, la que no se compromete con los enemigos del pueblo, con los hambreadores, con quienes no son otra cosa que productores de pobreza, que predican sentimientos de solidaridad con los que sufren y callan de la manera más descarada ante los genocidios que el imperio y sus satélites han causado, en buena parte del planeta.
Todos vimos como se mató indiscriminadamente a niños, mujeres y ancianos, sólo para demostrar el poderío bélico de un país guerrerista y aprovecharse de un supuesto triunfo con fines electorales. Ello lo que produjo en la cúpula, cuyos miembros son, simples políticos como Porras y Lucker, fue un silencio sepulcral, a diferencia de Moronta quien manifiesta su contento, y agradece a Dios de manera sincera el fin de la guerra, el fin de la invasión, de la matanza que se inició por órdenes del genocida más terrible de la historia y terminó cuando él se fue a sembrase en las sombras de la Historia.
En ese espejo que es Moronta deberían fijarse el resto de los Obispos para no seguir pisoteando el evangelio, para no seguirle el juego a quienes por décadas masacraron un pueblo y utilizaron nuestro dinero para comprarle las conciencias, incluso a los obispos para que callaran y cerraran sus ojos ante tanta corrupción, ante tanta desidia, ante tanta miseria moral y humana.-
Sintámonos pues, alegres porque en la jerarquía de nuestra Iglesia aún quedan verdaderos prelados como Moronta, quien él sólo basta para opacar tanta maldad y mantener viva nuestra fe en la institución eclesial creada por Cristo, quien es la inspiración del socialismo que estamos inventando en nuestra Patria.
yuviliz40@hotmail.com