Los hechos y la dinámica en América Latina, indican que cada minuto es de vital importancia para consolidar los proyectos de transformación de los gobiernos populares que se han elegido en las naciones de estas tierras. Desde el año 1998, cuando el comandante Chávez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, obtiene la victoria electoral, comienza en el continente americano la marcha hacia nuevos caminos de liberación, desarrollo interno, intercambio de tecnología y fundamentalmente, la unidad para poder cambiar las viejas estructuras sociales dentro del mismo sistema de desigualdad y explotación capitalista, que además es dependiente y subordinado a las potencias mundiales.
El ejemplo que Caracas dió y está dando, no lo perdona la clase social económicamente dominante, ni el imperialismo norteamericano. Desde mucho antes de ganar Chávez, se empezó la propaganda negra en su contra, tratando de vincularlo a prácticas fuera de la ley. Hoy Suramérica presenta una situación geopolítica muy diferente a la de hace diez años atrás, los presidentes más emblemáticos de la unidad de los pueblos del sur, están muy identificados con su gente.
Bolivia está dirigida por Evo Morales un indígena Aimara defensor de los derechos de las mayorías y portador de una cultura milenaria andina; en Ecuador su máximo líder es un economista de clase media, con estudios en los Estados Unidos, pero muy estrechamente ligado a los pobres de su tierra.
Desde nuestro territorio venezolano se ha generado toda una revolución en el mundo entero, teniendo al frente a un hombre de origen humilde y soldado de la República y en Brasil, al presidente Lula del sector obrero. En pocas palabras, negro, indio y blanco se unieron en un objetivo de liberación e independencia.
Los sectores políticos de la derecha fascista no aceptan que los desposeídos, tengan la oportunidad para participar en las decisiones de la patria y mucho menos que el estado, desarrolle programas de educación, salud y economía, para favorecer a los excluidos de siempre. Es la mentalidad del racismo, la discriminación y la desigualdad. Por esa razón el odio al presidente Chávez. Ellos no aceptan que el bienestar sea también compartido desde el gobierno con los pobres, para disminuir la injusticia y buscar la distribución equitativa de la riqueza nacional.
El odio sembrado por los medios de comunicación, llega al extremo, de desear la muerte a Chávez y la invasión militar yanki. La campaña electoral por la enmienda constitucional, tiene un ingrediente altamente ideológico y es por ello que utilizan a los jóvenes estudiantes como vanguardia, porque los dirigentes del NO, representan el pasado y el atraso.
El debate entre el Capitalismo y Socialismo es en el fondo, el germen de la discusión y para ello utilizan argumentos falsos como la perpetuidad y la reelección indefinida. La enmienda permite sincerar la alternabilidad en el poder con los artículos 160,162,174,192 y 230, basada en la teoría del buen gobierno, abre la posibilidad de la postulación para candidato o candidata de aquellos gobernantes que consideren lo han hecho bien.
El pueblo elector decidirá si continúa o no en la función que ocupa. A su vez ya está en práctica por vía constitucional, el referendo revocatorio a la mitad de periodo para aquellos funcionarios que no cumplen de manera satisfactoria su responsabilidad al frente de una alcaldía, gobernación, diputados o presidente.
De tal manera que, votar SÍ, el 15 de febrero de 2009, es darle un apoyo a todas las medidas del gobierno revolucionario para construir el socialismo y la unidad de Latinoamérica.
La guerra ideológica de la derecha, desatada en los medios de comunicación, es realmente en contra del presidente Chávez y la propuesta revolucionaria de darle poder al pueblo.
obalbasvester@gmail.com
