Guerra por los recursos (I)

El análisis del tema petrolero estará eternamente marcado por la futura decisión que los gobiernos del mundo, países y regiones, —entendidas como espacios enmarcados en los nuevos escenarios geopolíticos— tomen en las negociaciones de los hidrocarburos como condición de negociación dentro de las actuales implicaciones de seguridad y defensa, escenarios y nueva valorización de las áreas geopolíticas y geoestratégicas.

¿Cual es la verdad de los actuales conflictos situados en este globo de ensayo? Sin duda el petróleo, otros recursos como el agua, madera, minerales, piedras preciosas, quizás los mas atrevidos como los carteles de la madera y los del carbón. Recursos que encubren el mantenimiento de actores políticos y parcialmente gobiernos.

Michael T. Klare nos señala que, desde los espacios geográficos mas alegados del poder de Washington, no se descansa en el diseño de estrategias militares con el fin de estar constantemente en el juego por la toma de nuevos escenarios que contengan en el subsuelo hidrocarburos. “Teniendo en cuenta la existencia de muy importantes reservas de petróleo y gas natural en la región del Caspio, según nuevas prospecciones, la Administración estadounidense ha decidido que en su momento buena parte de esta energía debe canalizarse hacia occidente”.

Sin duda que el recurso petróleo está como principal bandera en los conflictos activos de regiones como Irak, Líbano, Palestina, Venezuela, Bolivia, Kazajistán, Kirguizistán o Uzbekistán, por colocar solo casos de enfrentamientos y controles de las decisiones políticas de sus gobiernos.

Existen áreas cercanas a conflictos que rozan la realidad de nuestro país, se mueven entre ejes de inestabilidad e intervención, conllevando con ello a fluctuación en sus controles de seguridad y defensa en espacios geopolíticos y estratégicos, correspondiendo con ello a una importante zona de despliegue de sucesivos conflictos.

Para la estabilidad de las regiones, la finalidad debe ser tranquilizar el progreso de sus países, allí entra la actuación de los dirigentes locales en demostrar que aun cuando sus naciones son poseedores de importantes materias primas el grado de intervención a sus gobiernos va en la medida en que se acepte la obtención de la importante materia prima a buenos costos.

Por consiguiente la realidad no se aparta tan fácilmente de las crisis regionales y en el caso Venezuela apuesta hacia una promoción de intercambio y donación por lo poco que retribuirá su ganancia en crear una zona en el mar Caribe continental que sirva de resguardo y de parte de bloque de poder dispuesto a apoyarse mutuamente y tomar parte en sus decisiones sin llegar a enfrentar una futura crisis regional. Propuesta que lleva por nombre: PETROCARIBE.

En el libro: Política Exterior y Relaciones Internacionales del reconocido autor Isidro M. Paúl, selecciona la importancia del área en estudio: “…el Caribe es Círculo semicerrado o mar marginal debido a sus condiciones geomorfológicas y estructurales, determinadas por el marco de islas que lo rodea…. Mas del 75% de su área está separada del océano abierto por masas continentales e insulares, y solo en el sector Este donde se encuentran una serie de islas ubicadas con gran regularidad, el mar abre hacia el Atlántico”.

Por otra parte, el financiamiento estructurado por el Departamento de Comercio, acompañado de otros organismos federales, han empujado a las compañías de suelo estadounidense para la explotación en estas zonas con el ingrediente de justificar para el área un escenario fabricado en base a elementos como el de moda: el terrorismo.

De esta manera, el área del Caribe se mueve en dos marcados ejes: el primero seguir desarrollando su futuro dentro de toda la propuesta neoliberal, acompañada del libre mercado, el segundo, constituirse en un nuevo concepto de integración, donde sus áreas sean representación de acuerdos que logren cumplir con la cuota diaria de su consumo petrolero.

El planteamiento de la discusión se centra entre la versión neoliberal versus la propuesta emprendida desde la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), dentro del marco de las relaciones internacionales.

Sin duda Venezuela es el país que menos necesita de petróleo, pero con la propuesta del Presidente Hugo Chávez, es quien más alianzas promueve en la ayuda hacia estos países.



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Miguel Jaimes

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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