Los “puentes” de José Vicente reinauguraron una discusión originada en 1897 y ahora reeditada en siglo XXI: ¿se es “Revisionista” o “Reformista” cuando se adoptan posturas que buscan conciliar intereses diversos en una sociedad plural; o no se es y puede seguirse llamando “socialista puro”, quien lo intente? En “Aporrea”, “Vea”, “Abrebrecha” y otros órganos revolucionarios, la polémica está encendida y su candidez me asombra. ¡Con que lentitud evolucionamos los revolucionarios! Se enfrentan de nuevo los pupilos de Eduard Bernstein y los de Rosa Luxemburgo, en una ácida discusión que en esta hora de la Historia a nada contribuye y nada resuelve.
¿Por qué sucede esto entre revolucionarios? Adelantaré una hipótesis “ingenua”, calificativo que le adjudico para ventaja de quienes no la acepten: la revolución bolivariana siglo XXI, Socialista y Democrática, no se ha atrevido a definirse. Hasta ahora ha avanzado en modalidad de socialismo pragmático, pero su fundamentación teórica y doctrinaria, o está en el limbo o es muy difusa. Sus intelectuales se adhieren a viejos o nuevos pensamientos extemporáneos o foráneos, pero hasta ahora no han desarrollado el nuestro, lo que conlleva a errores, sinuosidades y desencuentros. Esto ha disminuido la profundidad y la velocidad en el cambio revolucionario y nos pone en la posición de “Según como vaya viniendo iremos viendo”, premisa asumida por quienes no quieren pensar.
¿Está definida nuestra revolución en el texto constitucional? Este es documento imprescindible, pero no suficiente. Las constituciones son ley de leyes, pero no condensan sabiduría doctrinaria. Mi invitación es a que definamos esta revolución venezolana, la que aún en su indefinición orienta pueblos y brinda esperanzas; y la fortalezcamos en sus bases ideológicas. Esta polémica sobre si José Vicente es “revisionista” o no, porque algunos consideran insincera su postura política de “Ingeniero Vial”, mientras otros la defienden, es una pérdida de tiempo peligrosa en momentos en que el jefe de la C.I.A. declara “peligro de inestabilidad por motivo de la crisis económica mundial, en Argentina, Ecuador y Venezuela”. Este y Hillary Clinton sí que están claros en cuanto a cual doctrina responde y a quién sirve. ¡Y nosotros reeditando polémicas del siglo XIX!... ¡Por favor..!
P.D. Por cierto, he oído a Chávez hablar de “Revisión, rectificación y reimpulso” ¿Será Hugo revisionista”? coguevara@yahoo.com
