Hagamos un examen de rutina en el seno de la Inspectoría de Tribunales, el resultado del mismo arrojara la necesidad de aplicar medidas que garanticen la transparencia, imparcialidad, autonomía y celeridad de los procedimientos disciplinarios, por denuncias en contra de jueces. No obstante, estimo que la verdadera realidad, en cuanto a estos procedimientos, se maneja de la manera más oscura posible, ya que los jueces denunciados, transando con algunos empleados de la misma Inspectoría General de Tribunales, hacen como arte de magia que desaparezcan las denuncias y expedientes, estos funcionarios corruptos tienden a obstaculizar esta indispensable y prioritaria labor, y es por esto que no se da fiel cumplimiento a la suspensión inmediata a funcionarios judiciales procesados por corrupción, y asimismo la falta de actuación eficiente respecto a las mismas por parte de los funcionarios competentes para aplicar los correctivos, crean para la comunidad una situación de total inseguridad, desconfianza e impotencia.
En razón de lo antes expuesto y de otros actos de corrupción que involucran a jueces, fiscales, funcionarios tribunalicios, funcionarios policiales, es que esta en el tapete la propuesta de la Constituyente Judicial, mediante la misma se reorganizara el Poder Judicial, aplicando los correctivos pertinentes que darán, aparte de activar con mucha más fuerza los ya existente como el de contraloría social, también se busca la forma, que nos permita luchar contra la corrupción de manera más contundente; para lograr el 100% del objetivo que se busca con la Constituyente Judicial, que no es otro que la depuración del poder judicial de muchos vicios cuartorepublicanos; esta cacareada propuesta nos va a servir, para construir el verdadero estado democrático social de derecho y justicia que tenga como base fundamental la moral y la ética.
Las acciones a tomar, pero, de inmediato cumplimiento, seria La inmediata suspensión en todas sus funciones dentro del Poder Judicial, de aquellos jueces contra quienes cursen cinco o más denuncias ante los organismos del régimen disciplinario del poder judicial. La suspensión inmediata sin goce de sueldo de aquellos jueces, fiscales, defensores y demás funcionarios del poder judicial, de los Circuitos Judiciales y de los Tribunales, que tengan procedimientos judiciales iniciados por causas de corrupción. La suspensión de los inspectores de tribunales que hayan permitido la paralización de los procesos disciplinarios impidiendo la depuración del Poder Judicial. La designación de suplentes, que cubrirán la vacante de los jueces suspendidos o destituidos, mínimo deberían ser escogido por concurso de credenciales, y debe ser minuciosamente revisado los requisitos previstos para los jueces accidentales, para que no nos metan gato por liebre.
Que la designación de Inspectores de Tribunales, sea acorde con el cargo a desempeñar.
La destitución inmediata de funcionarios encargados de la preservación de los expedientes disciplinarios que cursan en contra de los jueces, y que los mismos, de la noche a la mañana aparecen mutilados o alterados.
Como lo he dicho en reiteradas oportunidades, es urgente y necesaria la Constituyente Judicial, para poder dar fiel cumplimiento a la depuración del Poder Judicial; y así la definitiva construcción del verdadero estado democrático social de derecho y justicia que tenga como base fundamental la moral y la ética