Apenas al minuto de haberse conocido la tan esperada noticia de la imputación del Capo Rosales(el último dinosaurio adeco) los disociados sicóticos del Táchira escribieron en sus carros esta frase que nos llena de vergüenza a quienes hemos creído y enseñado valores axiológicos de respeto, moral y buenas costumbres. Es increíble ver como se defiende lo perverso, el vicio, la corrupción, el atracador y no la víctima, el robo descarado dejando a un lado esos valores elementales de la honestidad; que por cierto escasa en estos tiempos de fariseos.
Pareciera que la educación y la formación en nuestros hogares está dirigida a enaltecer al vagabundo al que se enriquece en un cargo público porque si no lo hace es un bolsas que no sabe aprovechar la oportunidad que le dan y es así como salen cantidades importantes de disociados unidos por la única idea de sacar a Chávez a manifestar por la democracia igualando el comportamiento de ladrón con democracia, con derechos, con honestidad. Hasta donde ha llegado el desequilibrio de estos disociados que ahora arrecian contra Chávez acusándolo de Dictador y de tantas falacias que le vociferan llamándolo cobarde. Tal vez tengan razón en lo de Cobarde, porque tal vez debería aplicar la mano dura de otros que han pasado por Miraflores y aplicando el principio del respeto al Presidente ordenar su encarcelamiento, pero eso no lo hace Chávez, eso sería revivir los héroes de guasina que vivieron del peculio del Estado por haber estado presos y si no pregúntenle a “Juranga muertos” D. A Rangel.
El Poder Judicial le puso la mano por una simple razón; no tiene como demostrar los reales invertidos en fincas, propiedades, porque el dinero no crece como las matas; si no tenías y ahora tienes debes explicar de donde lo sacaste y más si cuando al llegar a ejercer un cargo público era un limpio de solemnidad, así que ratificado estarás preso por vagabundo, así todos los disociados salgan a defender el delito, al delincuente y por otro lado vociferen que no se lucha por sanear la administración pública, que no se lucha contra el delito, contra la inseguridad y demás. Con Rosales no te metas, porque saldrás pringado y a lo mejor te utiliza de testaferro y vas a parar al calabozo de al lado.
Por fin alguien con honestidad se atrevió a ponerle el cascabel al vagabundo, ahora que chille, patalié y que se prepare la vianda para la comida, porque preso es preso.
NO SE DEBE SER DÉBIL SI SE QUIERE SER LIBRE.