Ante el aumento del pasaje...Crear el sistema de transporte público socialista!!!

Como ya nos tienen acostumbrados cada nuevo año, los transportistas privados que prestan el servicio público de transporte de pasajeros y pasajeras, por concesión pública, comienzan su campaña de presión sobre los organismos gubernamentales para que le acuerden su aumento en las tarifas del pasaje; a diferencia de épocas anteriores, en que dicho debate se daba en las alcaldías, hoy, el mismo tiene su seno en el Instituto de Tránsito Terrestre; cosa inexplicable, ya que la Ley Orgánica de Régimen Municipal otorga esta potestad a los municipios y, evidencia de ello, son las Gacetas que exponen al público los camioneteros, la cual viene refrendada por la autoridad local, pero, no es nuestra intención analizar dicha situación, sino otra, de más largo alcance. De nuevo, también, los usuarios del transporte público superficial, apreciamos la repetición del discurso inerte, que si van a crear una cooperativa para que, los transportistas accedan a repuestos a mejores precios, que si les van a facilitar créditos para renovar la flota de vehículos, que si tararin, que si tarará, valga decir, el célebre discurso dirigido a calmar a nosotros, los usuarios, sobre supuestas mejoras que, una vez, decretado el aumento, adiós luz que te apagaste, al olvido, hasta el año siguiente.

Y nos preguntamos, hasta cuándo este bochinche? Hasta cuándo los usuarios tendremos que aguantarnos un servicio, mediante concesión pública, de transporte privado y de mala calidad? con: unidades destartaladas, con asientos rotos, espacios reducidos, atención del conductor agresiva y descortés, equipo de sonido ruidoso y a máximo volumen, irrespetuosos de las leyes de tránsito, y, para colmo, altamente costoso, gracias a la benevolencia gubernamental que les otorga años tras año, su solicitado aumento en el pasaje, sin tomar en consideración la opinión de las comunidades afectadas.

Pensamos que, al igual que se habla de un Plan Ferroviario Nacional, es hora que se comience hablar de una Plan Nacional de Transporte de Pasajeros que aglutine los sistemas de transporte municipales y estadales en uno sólo; ahora mucho más, que la Asamblea Nacional ha comenzado a centralizar, mejor dicho, integrar la Nación como un todo, fortaleciendo el Poder Nacional, desintegrado como estaba por las políticas de claro contenido neoliberal, que entregaron puertos y aeropuertos al sector privado, quienes convirtieron esos espacios, en verdaderos “ghettos”, en los cuales no se les permitía el acceso a los órganos de fiscalización nacional, y, se fueron convirtiendo, esos espacios, en puertas de riesgo para la seguridad y soberanía nacional, vulnerada como estaba, ya no, por factores externos, sino, en este caso, por privados nacionales.

Y aquí, no pensamos utilizar el cliché que tanto gusta usar, a los tecno burócratas para ganarse la indulgencia del Comandante Presidente Hugo Chávez, de llamar a todo como socialista; pero, la realidad impone a nuestros gobernantes propiciar la creación de sistemas de transporte públicos, que permitan a las comunidades acceder a servicios de alta calidad y a bajo costo, como por ejemplo, el Metrobus en la ciudad capital, que, inicialmente, se prestó en las zonas de clases medias, pero que, la dinámica de la revolución ha ido expandiendo hacia zonas populares como el 23 de Enero, reivindicando la calidad de vida de esta populosa parroquia y, que en nuestro criterio, constituye un modelo de servicio de transporte de altísima calidad, eficiencia, atención al usuario, que bien merece la pena que el Gobierno Revolucionario generalizara en todo el país, comenzando por la ciudad capital, en todas sus parroquias.

Ojo, aquí nos deslindamos de una experiencia iniciada en la gestión del camarada Freddy Bernal, la del Bus Caracas, cuya orientación de clase va orientada a satisfacer la demanda de transporte de la clase media del centro de Caracas, muchos de los cuales son propietarios de vehículos, lo que nos dice mucho de lo improvisado que es, dicho proyecto, valga decir, de la ausencia en su elaboración, de un Estudio de Impacto Social. Darle continuidad al Bus Caracas, suena más bien, a darle continuidad a la improvisación y al esconder los errores del camarada Bernal que, a cualquier otra cosa; dejad que los muertos entierren a sus muertos, los caraqueños y caraqueñas merecemos algo mejor en materia de transporte público municipal que ese refrito del Bus Milenio “bogotaniano”, creado para unas condiciones que, evidentemente, no son las mismas de la ciudad de Caracas, corregir errores es de sabios, estamos a tiempo. Nos preguntamos, si esos millones de dólares que se invirtieron en lo poco que avanzó su ejecución, no hubiera sido mejor aplicarlos en la compra de una flota de autobuses tipo Metrobus y crear rutas sociales en las parroquias caraqueñas, valga decir, el capital semilla de lo que debiera constituirse en el mediano plazo, en el Sistema de Transporte Municipal de Caracas, estrechamente cohesionado con el Metro de Caracas.

No estamos proponiendo nada nuevo, eso existió antes, en la gestión del camarada Aristóbulo Isturiz, la Alcaldía de Libertador tenía su flota que prestaba servicios a bajos costos a los sectores populares, mucha resistencia tuvieron en esa época, por parte de los concesionarios privados que, al final, se impusieron. Con la llegada de Ledezma se desmanteló el servicio público municipal y se consolidó el servicio privado, tal cual lo está haciendo, actualmente, con las rutas sociales creadas por Juan Barreto en algunas parroquias de nuestra capital, ya desaparecidas, las unidades que prestaban servicios las pintó de blanco adeco y las repartió a los alcaldes de El Hatilo y Baruta, dejando sin servicio a los caraqueños y caraqueñas. El camarada Bernal, le dio curso a la política de transporte de Ledezma, limitando su actuación, en este ámbito, a concederles su respectivo aumento de pasaje. Pensamos que Rodríguez, si nos promete una Caracas Socialista, debiera revertir las políticas de Ledezma y Bernal, que vienen a ser las mismas, y avanzar hacia sistemas de transporte masivos y de alta calidad, tipo Metrobus en todas las parroquias del Municipio Libertador, lo que, sin duda alguna, ha de revertirse en calidad de vida, calidad de servicio, y dignificación de la gestión municipal y del ciudadano y ciudadana.

Dicho sistema de transporte será socialista, no por una consigna mal aplicada, sino en la medida que, en su dirección participen las comunidades organizadas, si sus conductores reciben salarios dignos, tengan seguridad social y se organicen en Consejos de Trabajadores, si las comunidades organizadas ejercen la contraloría social sobre la prestación del servicio, si el servicio es de calidad y prestado en unidades confortables, a precios accesibles, si las ganancias obtenidas por la empresa de producción social se revierten en obras sociales para beneficio de las comunidades a las cuales se les presta el servicio público y, finalmente, si contiene un alto contenido clasista, valga decir, si su orientación fundamental, es atender la demanda de este servicio, por parte, de los sectores más deprimidos de la sociedad, léase: los pobres; sin excluir a otros sectores sociales, claro está.

“El socialismo es la supresión de las clases…”, manifestaba Lenin, valga decir, la construcción de una sociedad sin clases; en una sociedad en transición, entre el capitalismo y el socialismo, como la nuestra, se da la posibilidad de crear las condiciones económicas, políticas, sociales y culturales para la superación de la producción de mercancías, del dinero, de las clases y del Estado, la utopía es posible si nos proponemos hacerla realidad, de todos depende…


Caracas, 21 de marzo de 2009
henryesc@yahoo.es


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Henry Escalante


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