Recientemente fue inaugurado por el presidente de la República el trasvase de las aguas de la laguna de Taiguaiguai al río Tucutunemo, cerca de la población de Villa de Cura, mediante la construcción de una tubería de 60 centímetros, con una longitud de unos seis kilómetros que permitirá el incremento del caudal del río y su uso posterior en actividades de producción agrícola y pecuaria y posiblemente turística. Igualmente permitirá el control de inundaciones producidas en la laguna de Taiguaiguai y en el Lago de Valencia.
Mas allá de todos estos beneficios que ya fueron reseñados por la prensa nacional, este desarrollo que fue diseñado y ejecutado en el país por nuestros obreros e ingenieros, que implica el análisis de un problema local y su solución por medios nacionales nos lleva a plantearnos la consideración acerca si Venezuela es un país subdesarrollado o se encuentra en otra categoría que no se considera en las clasificaciones que al respecto se manejan internacionalmente. Como se sabe el criterio fundamental que se utiliza para definir el grado de desarrollo de los países es el ingreso per capita, clasificándose como desarrollados los que tienen un ingreso superior digamos, a 12.000 dólares por habitante, lo cual no es el caso de nuestro país.
Otra clasificación utilizada es el índice de desarrollo humano el cual incluye la esperanza de vida, educación e ingreso per capita, siendo una visón mas completa de la calidad de vida en un país. Igualmente se utilizan para caracterizar a los países subdesarrollados su condición de productores de materias primas, analfabetismo, dependencia, baja industrialización, etc.
Sin embargo en esos indicadores no se incluye la capacidad de concepción, diseño y ejecución de proyectos, que permitan emprender la solución de una manera independiente de problemas importantes que afecten el funcionamiento de los países, que obstaculicen su desarrollo o que impida el uso pleno de sus recursos naturales, económicos, políticos o sociales, lo cual es fundamental para salir de la pobreza y la marginación.
Estamos conscientes de la inmensidad de obras de todos los calibres que se están realizando actualmente en el país, pero considero que el proyecto que se realizó en el trasvase de las aguas de la laguna de Taiguaiguai hacia el río Tucutunemo independientemente de su pequeña escala o inversión, tiene elementos de novedad que ponen de manifiesto, tanto a lo interno de nuestro país como al exterior, que Venezuela esta desarrollando capacidades propias en diseño y ejecución de obras que permitirá considerarla cada vez mas como una nación con los medios necesarios para sentar de una manera sólida las bases de su desarrollo y en capacidad de transferirlo hacia otras naciones pobres del mundo y que no es una simple nación subdesarrollada mas, como quisieran nuestros enemigos.
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