En el plano internacional, la crisis económica capitalista continúa haciendo estragos entre los trabajadores y trabajadoras del planeta, 5 millones de despedidos y despedidas en el último año, tendrán como destino las casas de abrigo y sobrevivir de los cupones de alimentación que los gobiernos les ofrecen como paliativo ante el caos propiciado por esos mismos gobiernos de corte neoliberal. Por su parte, Obama, continúa sin dar muestras del cambio prometido al pueblo estadounidense, sus políticas se dirigen a salvaguardar los intereses de la oligarquía financiera e industrial, mientras quienes lo llevaron a la presidencia no reciben ni migajas de sus paquetes de ayudas, con lo cual, es más que evidente, procede a devolver lo depositado a las empresas que financiaron su campaña electoral; creando así, las condiciones para que en el seno del imperio, pueda darse una situación de estallido popular contra un gobierno que traiciona sus promesas electorales. Un poco más abajo, en El Salvador, se produjo un acontecimiento bien importante, como lo fue el desplazamiento de la derecha apátrida y pro imperialista del gobierno, por parte de las fuerzas progresistas salvadoreñas, evidenciando que sí es posible, abordar al poder por otras vías alternas a la solución militar, y esto se lo decimos a los camaradas de la FARC, quienes deben verse en este espejo. No obstante, el Pdte. electo Funes, al parecer no ha concientizado el papel para el cual fue electo, y anda en una postura muy similar a la de Lucio Gutiérrez en el Ecuador, lo que nos hace prever la posibilidad de una situación similar a la vivida por este hermano pueblo, hasta que después de tantas confrontaciones dio con el camarada Pdte. Correa, logrando su estabilidad política.
Pero volvamos al tema que da motivo a estas líneas: el transporte público y dejemos al arzobispo de Caracas, Urosa Sabino, soltar sus plumas, en su aspiración de convertirse en candidato presidencial de la oposición para el 2013. Pues bien, así tenemos, que bastó que el Pdte. de Fedetransporte, Erick Zuleta anunciara el pasado 1 de abril que aumentarían el pasaje a partir del 3 de abril, de manera unilateral, para que al día siguiente, jueves 2, en reunión con el Ministerio de Obras Públicas y Vivienda, anoten: Diosdado Cabello, ya le autorizara un aumento del 25% en la tarifa mínima, la cual pasa de 1,20 a 1,50, a partir del venidero 1º de mayo. Nuevamente, los usuarios quedamos al margen de las decisiones públicas, pero a la hora de votar, sí nos toman en cuenta, esta es buena anotarla, para pasarle la factura, con razón no se gana una elección en Miranda, y la cosa como que va para rato. Pero bueno, ya tendremos nuestra oportunidad de cobrar.
En artículo anterior sobre este tema del transporte público, nos referíamos a su socialización, en tal sentido recibimos correo del camarada y amigo Rafael Chacón, quien se desempeñara como Vice Ministro del Trabajo, además de educador, aprovechamos estas líneas para que en conjunto analicemos como abordar la socialización o nacionalización de este servicio público fundamental para todos y todas, prestado en término de concesión por factores privados. Para ello nos propone, Chacón: “Reunirse con los transportistas. Ofrecerles por sus unidades a cambio de trabajar para el transporte público, que el monto que cuestan sus unidades quedará como prestaciones sociales. Trabajar entre 6 y 8 horas diarias, o en tiempos necesarios (nocturnos) con sus horarios de trabajo. Tener toda la seguridad social que la Ley del Trabajo indica (Vacaciones, SSO, Política habitacional, etc). Tendrían más tiempo con sus familias y otras actividades. Tendrían tiempo para sus reuniones con la comunidad. Tendrían como dicen su 15 y último asegurado. No tendrían que recibir dinero y tener que manipularlo, bajaría el robo a ellos, se usaría ticket o tarjeta inteligente como hacen en Suecia. Entablarían relaciones con los usuarios de la ruta asignada. Mejor calidad de vida…”
Con estas políticas, el camarada Chacón nos señala que los trabajadores y trabajadoras del transporte privado público ganarían en calidad de vida, mientras que nosotros y nosotras usuarias de dicho servicio público, actualmente en concesión, tendríamos un mejor servicio, ya que: “El transporte llegaría con mejor frecuencia a las paradas. No tendrían por qué escuchar radio a todo volumen. El transportista y el usuario tendrían una mejor relación, ya que se conocerían más. La unidad debe estar bien acondicionada para recibir toda clase usuarios (ancianos, mujeres embarazadas, con discapacidad, etc) y para toda clase de personas. Las unidades deben mantenerse en óptimas condiciones. El pago sería con ticket y no en efectivo, como los del Metrobus. Las unidades solo se detendrían en las paradas asignadas para tal fin. No debería haber ese congestionamiento de personas esperando la unidad, ya que deben estar pasando frecuentemente. Tendrían más tiempo con sus familias y otras actividades. Los que tienen vehículos gastarían menos en combustible y su mantenimiento será menor, lo que será un ahorro significativo. No tendrán que levantarse tan temprano. Mejor calidad de vida…”
Y también ganaría el Gobierno
Revolucionario, según nos señala el camarada Chacón ya que: “El gobierno
utilizaría en primera instancia las unidades que obtengan del acuerdo con los
transportistas, lo que equivaldría a no tener que sacar una gran suma de
dinero. Las unidades que pasen al gobierno, deben ser repotenciadas hasta que
puedan ser cambiadas por unidades nuevas, de la fábrica de autobuses que se
vaya a montar en el país. Las unidades que se desechen, o pueden ser vendidas a
otros países o donadas a países muy pobres (…) El costo del pasaje dependería
solo del gobierno. Al haber un buen transporte público, los usuarios tenderían
a utilizar este en mayor grado y dejarían de usar sus vehículos para
trasladarse a los sitios habituales como (trabajo, universidad, escuela, etc,).
Bajaría, notablemente, el tráfico en las ciudades, ya que sí en el transporte
público van 50 personas, es probable que dejen de circular por lo menos 10
vehículos por unidad. El gobierno puede aumentar la gasolina y no es necesario
aumentar el pasaje, ya que este debe estar subsidiado…” En conclusión,
afirmamos con el camarada Rafael Chacón, y en estos coincidimos: GANARIAMOS
TODOS…