UNA FACETA DEL ESTE 13
Este 13 de abril no es como los anteriores que ya llevamos 7 años conmemorando, es un día diferente, en que se han caído caretas, en que ya los argumentos de los golpistas y asesinos intelectuales, aun sueltos, no tiene asidero, es un día de conmemoración como los anteriores pero además de celebración porque por fin se puede afirmar que el brazo implacable de la justicia ha comenzado a actuar y a castigar de manera ejemplarizante a quienes de forma directa o indirecta segaron la vida a inocentes, cuyo único pecado fue salir a defender con su pecho y sus consignas una revolución que a pesar de ser tan reciente y joven les había penetrado muy dentro sus almas, sus corazones y sus mentes; pero este 13 de abril debe ser distinto también, porque se deben redoblar las exigencias para que todos los culpables caigan, sean quienes sean, curas, políticos, empresarios y en especial dueños de medios de quienes ya nadie duda fueron los auspiciantes de aquellos terribles sucesos de los días 11 y 12 de abril del 2002.
Dentro de los culpables hay personajes emblemáticos como los dueños de los medios, casi todos., con pocas excepciones quienes aun siguen empeñados en la subversión, quienes de manera flagrante, abierta y descarada se dedican al intento fallido ese l3, de salir de Chávez por cualquier medio; otros personajes son los obispos, que olvidando su deber de pastores, se han convertido en acérrimos opositores y como en el caso del Cardenal y Porras no han tenido rubor para declarar alegremente contra la decisión judicial que condenó, a los que esperamos no sean los únicos, ante las pruebas a los comisarios y policías.
Es risible y algo que raya en lo ridículo que el obispo Porras, quien es dado en escribir sandeces, casi siempre contra el Gobierno se atreva a comparar la sentencia contra los asesinos de abril, con la sentencia contra Cristo pretendiendo que la inocencia del Dios hecho hombre sea similar a la “inocencia” que este prelado asigna a los condenados por su participación en los hechos sangrientos.
Estos dos prelados, entre otros, pisoteando su verdadero papel de supuestos orientadores, que callan ante crímenes horribles como el de Danilo, aun impune, que se colocan al lado de los hambreadores y desestabilizadores, que aquellos días de abril del 2002, se vieron con sendas sonrisas de oreja a oreja, en el aquelarre que sucedió al secuestro del Presidente más legitimo de la historia republicana, deben responder ante la justicia por su participación, igual que los más de 400 que eufóricos gritaban consignas de muerte y aplaudían a rabiar al títere, que pretendieron colocar al frete del país, allí está el testimonio gráfico irrefutable, él solo basta para condenarlos por su participación directa, allí están los documentos audiovisuales que muestran a un Mendoza, a un Guiacapuro Lameda, al almirante de agua dulce Molina, a Leopoldo y Capriles Radonzki cometiendo sus delitos a la vista de millones, a Ledesma llamando a la desobediencia civil y a no pagar impuestos, igual que ahora, llamando a los militares a rebelión, allí están por miles las pruebas gráficas irrefutables que a cualquier juez le bastarían para mandarlos a la cárcel, son convictos y confesos y además dejaron tantas evidencias e indicios que al verlos nuevamente en los videos de los sucesos, provocan la renovación de rabia incontenible, por constatar que aun andan sueltos, conspirando a mansalva, siendo asiduos visitantes de las cloacas mediáticas y escribiendo horribles mentiras en los medios impresos.-
Por más que uno se pregunte cómo es que estos renegados andan sueltos, como es que el tal director de la encuestadora más pirata del mundo la tal SECA, quien confirmó públicamente el día 12 de abril la culpabilidad de los medios e informó cómo se había realizado el video del manifiesto de Gonzáles González en casa de Napoleón, otro delincuente más que simuló leer una renuncia que nunca existió, andan sueltos y algunos convertidos en vedettes de los medios golpistas.
Por ello la decisión contra los comisarios y policías trae una esperanza a las víctimas y al pueblo venezolano consciente, que exige justicia y que se siente un precedente que por fin le dé un escarmiento a quienes aun rumian la idea de dar al traste a como dé lugar, con el sistema democrático que hace 10 años nos dimos la mayoría del pueblo de Bolívar.-
LA ACTITUD DE LOS CULPABLES
Ahora quienes se saben culpables, per sé, o por medio de quienes escriben en los medios impresos, o salen en los medios televisivos, quieren convertirse en víctimas, de la manera más detestable acusan al gobierno de perseguirlos, cuestión que si así fuese, y debería ser, es un deber de toda autoridad; a los delincuentes hay que perseguirlos estén donde estén, no es dado tener clemencia con ellos, porque de otra manera se le estaría entregando prácticamente una licencia para continuar delinquiendo contra el poder constituido.
Se hace pues necesario, incontrovertible e impostergable que el Ministerio Público impute a todo los culpables, y que el Poder Judicial de manera diligente actúe siguiendo el ejemplo de la Juez que condenó a los primeros, que son apenas una mínima parte del conjunto de quienes intentaron montar una dictadura sangrienta y dejaron las calles de la capital llenas de sangre inocente.
El pueblo que salió a defenderse de la tiranía, la cual afortunadamente murió al nacer, no va a aceptar más impunidad, así como salió a las calles en esos días, puede salir de nuevo a exigir justicia y entonces los jueces tendrán que actuar de manera valiente, sin miedo, el país lo requiere porque la deuda que se tiene con la Patria es enorme, y de alguna manera la justicia tiene que reivindicarse por la burla de aquel Tribunal Supremo de esos días, que tomó la vergonzosa decisión de negar la existencia de un golpe de Estado, por lo cual esos magistrados también deben ser imputados pues al decidir de esa manera se convirtieron en cómplices y avalaron los terribles hechos que todos repudiamos.-
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