Crónicas de Mephistófeles: el teatro negro de la calle

¡¡¡Tremenda pea!!! (II)

Crónicas de Mephistófeles: el teatro negro de la calle.

¡¡¡Tremenda pea!!! 

Raúl Bracho. 

Una patria de Faustos, repite semana tras semana el montaje de esta obra que hoy el Teatro Negro de Praga presenta, en un magistral montaje ya famoso mundialmente, en el teatro Teresa Carreño, claro, una versión criolla, pero también con fondo negro, en las noches de los fines de semana, donde Mephistófeles, canciller de Lucifer viene a buscar quien le firme sus contratos, veamos en nuestro lenguaje coloquial, criollo y prosaico, la versión del teatro popular negro en Venezuela protagonizado por nuestro pueblo en las calles de nuestro país y representando la tan clásica obra de Johan Wolfgang Von Goethe: 

Cualquier licorería de esquina

Trajiste el vacío??

No mi pana, te lo debo.. pero dame mi caja de birras ya..

Nos las tomamos en la camioneta y ahora te lo traigo..

Destapa,  destapa y destapa cerveza tras cerveza.. Comienza la pea, jueves en la tarde, el viernes chiquito, para prender los motores que hasta el domingo durarán prendidos… 

Cualquier bar o restaurante sifrinoide

Tráeme mi botella de 18, que vamos a celebrar.. Con mi servicio de hielos y de sodas además, comienza la pea.. Comienza la rumba de toda Venezuela: a tomar!!!

Primero brindis y saludos: como si no se vieran hace mucho, abrazos y efusivos, remembranzas de amistades que no se ven tan sólo desde la función anterior.

Un poco más tarde, luego de dos o tres tragos o birras, empieza la exaltación de la amistad: tu si que eres mi panita el mío!, costilla  yo brindo por eso mi brother... Recuento de anécdotas recientes, donde se vale decir mentiras y exagerar para que uno sea el mas arrecho y atestado.. Hablar de rumbas, de culos, de billete, de coñazas, del chavismo o contra él. Y dale que dale más curda... Hasta que comienza la escena de los cantos típicos y regionales:

“que si me muero me entierren cerca del mar.. en  Veneeezuueeeelaaaa….. 

INTERMEDIO. 

Allí ya se acaba el primer el primer acto, se beben el lleno y queda el vacío o se acaba la primera botella, dependiendo de tu clase social o de tu ubicación, en el escenario donde estés y con quien, es igual, una pea es una pea,  lo jodido es no tener nada con que tomar.. Ya Mephistófeles, demonio súbdito del diablo, empieza a sembrar las intrigas en todos los actores, ya el azufre corre por la sangre y hace que esta comience a hervir... Para que se desaten los demonios en el escenario, en las calles y puedan llegar al infierno la mayor cantidad de almas.

Se busca la otra gavera o lleno para empezarlo a vaciar o se destapa la otra botella y empieza ya la lengua a trabarse... y a movérsenos la acera, estar recostado es lo mejor.

Las carcajadas diabólicas suenan de fondo más allá de las cornetas de los equipos de sonido que revientan con los últimos reguetones y versiones de hip hop, con antiguas rancheras, merengues o boleros. Ahora viene lo bueno: 

Viejas rencillas y peos pendientes.. ayayay..que tu una vez dijiste, que yo otra vez no se qué, que si lo vuelves a hacer, que es lo que le estas viendo a mi jeva guevón. Si ese carajo se me acerca lo voy a explotar... Empujones, y los brillos de las nueve milímetros empiezan a relucir, que le pasa a los malandros de ese barrio, ya los vamos a entrompar. Cuando si la obra es un montaje pueblerino, con menos posibilidad de utilería, hasta cuchillos o machetes, se suelen usar. 

Una que otra coñaza no es sorpresa... Los muertos, los atracos, ajusticiamientos, los celos convertidos en venganza, las mujeres agredidas, las sobredosis, los vómitos y la inconsciencia serán los cuentos de la próxima función o saldrán el lunes en las páginas amarillas y en las estadísticas de sucesos del fin de semana. 

Ya van pasando las horas y hay que empezar a arrancar, pero siempre hay los que se quedan pegaos, los que no tienen con que pagar, los que están llenos de ira.., los que amanecen y los que se quedan en el piso muertos, los tiroteados, los asaltados, los ultrajados o los que ya no pueden ni caminar.. 

Hay que regresar al gajo, a la casa, la jeva me va a reventar.. yo le zumbo un carajazo si me viene a ladillar... Buueeeenooo pana miiooo la dejamos pa mañaana, tranquilo esto no se queda aquí, la rumba debe continuar.

Y así comienza  un fin de semana normal, la representación de la obra mas versionada y montada en nuestro teatro popular, ni contarles si hay un puente pero ni de vaina: Venezuela es Venezuela, Mephistófeles anda alicorando a todos, solicitando voluntarios para llevárselos al mismo infierno: tiroteados, violados, agredidos, asaltados o muertos en un hospital, a él no le importa, tan solo viene a cumplir su función, aunque el lunes igual que Fausto, andan todos arrepentidos y retomando la moral, ya Mephistófeles ha representado su papel.

Gracias a los vapores etílicos nuestro país se gana los mejores premios con esta representación, lamentándolo mucho por los panas del teatro Negro de Praga, Primer premio como país en consumo per capita de Guiskysss y segundo lugar en tomadera de cerveza, no joda.. Venezuela se respeetaaa.    

Así sucumbe Venezuela: en esta mar de botellas vacías, en esta obra de teatro conocida de memoria y puesta en escena mil veces por un pueblo donde todos se llaman Faustos y en los teatros negros de todas nuestras calles. Puerta al embrutecimiento, a lo mediocre, a la violencia y la droga. A los hospitales, las cárceles, al cementerio y al propio infierno. 

Epílogo: 

“La curda que al final termina la función, poniéndole un telón al corazón.”

(estrofa de la letra del tango “la ultima curda.”) 


(*)Fundación HombreNuevo

brachoraul@gmail.com  
 
 


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Raúl Bracho(*)


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