Una rápida lectura a la prensa, luego de cuatro semanas de ausencia, muestra que pocas cosas pueden cambiar en tan corto tiempo. Unos hechos sustituyen a otros como elementos noticiosos, pero en el fondo, todos terminan siendo más de lo mismo: la voraz pugna por hacerse de un mercado que genere muchas ganancias.
Cuando nos fuimos, la crisis financiera que golpea con ferocidad al mundo, era la información permanente en todas partes. Junto a ella, resaltaban los numerosos casos de estafadores que engordaron sus billeteras a costa de la miseria de la mayoría. Todavía Bush no había firmado el último cheque, de los muchos con los que financió a sus halcones, cuando ya los beneficiarios de los "auxilios financieros" habían llenado sus arcas.
Ahora nos amenaza una pandemia de la cual sabemos muy poco y mientras más nos explican menos entendemos. Se desata una epidemia en México sin que sepamos dónde están los puercos que la ocasionaron, ni cómo se produjo el fenómeno letal. Se habla de más de 150 muertos, cuando en realidad la OMS certifica sólo 8. Pero, por si fuera poco, este organismo lanza un alerta mundial con categoría cinco, algo así como un huracán en la fase previa a la más mortífera o un terremoto capaz de arrasar ciudades enteras, pero si nos ponemos a buscar dónde y cuántas son en realidad las víctimas, nadie sabe responderlo.
Una cosa sí es cierta: ya las hienas han hecho su negocio.
Las industrias farmacéuticas, las más poderosas después de la del armamento, se han enriquecido como nunca a costa del pánico mundial. Indistintamente de la raza, credo o color de piel, las poblaciones del mundo han vaciado las farmacias de cuanto antigripal exista, sin que nadie las detenga con la advertencia de que tal cosa resulta absolutamente inútil frente a la tal enfermedad.
Muchos medios han puesto su generosa cuota de aporte en el estímulo a esta paranoia universal y Egipto, sin tener ni un solo griposo entre su población, anunció el exterminio de más de 400 mil puercos. Por ahí ronda el FMI con la cartera presta a darle "ayuda" a quien la pida. Como siempre, guerras, crisis financiera o pandemia, son billetes para alguien. Pobrecitos los cochinos.
Mlinar2004@yahoo.es