III Origen y funcionamiento del Capitalismo
Génesis
del capital
En la producción simple de mercancías los campesinos y artesanos acuden al mercado para obtener mediante el trueque una mercancía que ellos mismos no pueden producir pero la que necesitan para satisfacer una necesidad inmediata. O sea, venden un producto para obtener otro en cambio. Es así como su actividad en el mercado se deja resumir en la siguiente fórmula: vender para comprar. Tanto al inicio como al final de su operación en el mercado se encuentra una mercancía, siendo el dinero el facilitador de la operación: mercancía - dinero - mercancía (M-D-M).
El dinero, en un principio, no es nada más que un medio de canje socialmente reconocido para facilitar el comercio de trueque. También se le llama 'equivalente general de mercancías'. En su esencia, el dinero no es otra cosa sino una mercancía especial con la que todas las demás mercancías podrán ser intercambiadas.
Sin embargo, con la aparición del dinero aparece también el propietario del dinero, el usurero o mercader, quien se diferencia del simple productor-propietario de mercancías. El mercader ejerce otro tipo de actividad en el mercado que el campesino o artesano común y corriente. El mercader compra para vender, para disponer al final de su transacción de un valor superior que aquél con el que comenzó su transacción. La actividad del mercader en el mercado se deja, por ende, resumir en la siguiente fórmula: comprar para vender: dinero- mercancía - dinero + (D-M-D+). La actividad del mercader consiste entonces en incrementar la cantidad de dinero que tiene, por un plus-valor, por una plusvalía. El objetivo de su actividad en el mercado no es la satisfacción de una necesidad, sino la acumulación de riqueza.
El capital en su forma más elemental es capital monetario; Se trata de un valor (monetario) que es ampliado por un plus-valor, el que, a su vez, tiene el fin de obtener otro plus-valor, y así sucesivamente. Sin embargo, hay que recordar aquí que el capital, lejos de dejarse reducir a un 'montón de monedas acumulado, siempre tiene que ser comprendido en su contexto socio-histórico como un conjunto de relaciones sociales entre seres humanos las que permiten en primer lugar que unos pocos propietarios de capital se apropien efectivamente de la plusvalía producida por los demás.
Capital y capitalismo
Es importante señalar que “capital” y “capitalismo” (o modo de producción capitalista), no son lo mismo. El capital en forma de capital monetario y comercial ha existido mucho antes del nacimiento del propio modo de producción capitalista en Europa occidental de los siglos XV y XVI, Antes de la aparición del capitalismo mismo, en el que el capital opera directamente en el ámbito de la producción de mercancías, este ha existido en forma de capital monetario y comercial 'fuera' de la propia esfera de producción, quiere decir, en el ámbito del comercio o distribución. En el largo período histórico que constituye la acumulación originaria del capital monetario y comercial, el propietario del capital es usurero o comerciante quien presta o compra con el objetivo explícito de obtener una ganancia. Este tipo de propietario de capital monetario o comercial posee riqueza en forma de dinero y mercancías, más todavía no posee ni monopoliza los medios sociales de producción.
Históricamente, la ganancia del capital monetario y comercial está basada en el robo, el fraude, la piratería y el comercio de esclavos. La acumulación del capital comercial se efectúa básicamente mediante la compra de mercancías en regiones distantes a un precio por debajo de su valor, y la posterior venta de las mismas por un precio por encima de su valor. Lo que es importante notar aquí es que este tipo de acumulación equivale a una transferencia de valor, esto es, a una apropiación de los ingresos de una parte de la sociedad, por otra. Una plusvalía que proviene de una transferencia de valor no incrementa la riqueza total de la sociedad: Simplemente, unos pierden lo que otros ganan.
Sin embargo, con la penetración del capital al ámbito de la producción misma, se efectúa un cambio radical en el proceso de la acumulación: el propietario del capital (como clase social), se convierte en propietario de los medios sociales de producción y su plusvalía o ganancia ya no se basa en una transferencia de valor, sino, está siendo producida o generada directamente en el proceso de producción mediante la explotación de la fuerza de trabajo del trabajador.
Finalmente y aunado a la penetración del capital al ámbito de la producción, queremos recordar que existen tres factores que constituyen las precondiciones para la aparición del capitalismo moderno. Primero, la separación de los productores de sus medios de producción y de sus productos de trabajo, con lo que se les quita el control sobre su sustento de vida y base de existencia misma. Segundo, la formación de una clase social de propietarios de capital o capitalistas que tiene el monopolio de la propiedad privada sobre los medios sociales de producción; y, tercero, la transformación de la fuerza de trabajo humana en una mercancía que se compra y se vende en el mercado.
¿Qué es la plusvalía?
Ahora bien, ¿qué es y cómo exactamente se genera la plusvalía en el capitalismo? Recordemos que a partir de la aparición de un excedente social estable en las sociedades precapitalistas como resultado de un aumento en la productividad del trabajo en combinación con un determinado grado de la división del trabajo, la producción social se divide en el producto necesario por un lado (el que sustenta a los propios productores), y en el excedente o plus-producto social por otro lado (del que se apropia y el que sustenta a la clase dominante). La fuente del excedente social es el plus trabajo o trabajo adiciona/, que no es otra cosa que trabajo sin contraprestación o trabajo no remunerado. Este mismo principio sigue operando en el capitalismo: La fuente de la plusvalía es el plus trabajo, escondido detrás de unas relaciones de mercado aparentemente 'libres' e 'iguales', en las que reina la compra-venta generalizada de mercancías, inclusive del trabajo mismo, más preciso, de la fuerza de trabajo, convertida en mercancía.
El punto decisivo aquí es precisamente que en el capitalismo, la fuerza de trabajo ha sido convertida en mercancía. Como toda mercancía, la fuerza de trabajo tiene un valor de uso y un valor de cambio. El valor de uso de la mercancía: 'fuerza de trabajo' es el de generar plusvalía. El valor de cambio de la mercancía: 'fuerza de trabajo' corresponde a la cantidad de trabajo socialmente necesario para reproducirla, expresado en la cantidad de mercancías que el trabajador tiene que consumir para mantenerse vivo y poder seguir vendiendo su fuerza de trabajo. El salario que devenga el trabajador corresponde esencialmente a esto, nada más: la reproducción de la fuerza de trabajo. Es así como el capitalista compra la fuerza de trabajo por un salario cuyo valor es inferior al nuevo valor generado por esta fuerza de trabajo. El trabajador genera nuevos valores en la medida en que emplea su fuerza de trabajo para la producción de mercancías en la fábrica de su patrón. Sin embargo, el trabajador tiene que trabajar por más tiempo que el tiempo socialmente necesario para reproducir su propia fuerza de trabajo, o, lo que es lo mismo, para generar el equivalente de su salario (=valor de cambio de todas las mercancías que él necesita comprar para restituir su fuerza de trabajo física). De esta manera, mediante un trabajo adicional o plus-trabajo, el trabajador genera la plusvalía, que no es otra cosa que la diferencia del valor efectivamente generado por su fuerza de trabajo y el valor (de cambio) de esta misma fuerza de trabajo.