Defendamos la salud de nuestro pueblo

Los CDI de la revolución

Los Centros Diagnósticos Integrales, diseminados por los trescientos treinta y cinco municipios que conforman esta república. Destinados a la atención primaria e integral de salud para todos los ciudadanos que tenemos el placer de vivir en estas tierras de Bolívar. Con el gran esfuerzo integrado en Barrio Adentro I, II, III y IV nos esta llevando a cubrir desde la medicina tradicional llamada Simplificada, hasta alcanzar el sueño y llegar a los Centros Especializados de Salud, para lo cual se están dotando, modernizando los centros existentes y construyendo mas de doce sedes en el país en áreas especificas para hacer aun mas especializadas las emergencias medicas de toda la población. El esfuerzo para este vasto programa ha llegado a ser internacional, ofreciéndolo a otros países como son los casos de Nicaragua y Bolivia. En esto tenemos la responsabilidad directa de los médicos cubanos quienes se han despojado del sentimiento de su gran patria para estar con nosotros en los sitios más recónditos y apartados para asistirnos durante todo el año y a cualquier hora los requerimientos de salud propios de una población pujante y en constante movimiento. Habitan allá en lo más alto y frió que es San Rafael de Mucuchíes en el Estado Mérida, a más de tres mil quinientos metros de altura, hasta en Santa Elena de Uairen, allá en el sur venezolano. Son incansables los médicos cubanos que cubren las deficiencias donde los galenos nuestros ponen todas las trabas para estar tan siquiera una semana. Para llegar a este nivel de atención son múltiples, constantes y diarias las desavenencias que van desde El Colegio de Médicos, laboratorios, clínicas, médicos particulares, los llamados semi-privados, los cuales forman parte de la cadena especulativa más todas aquellas aberrantes expresiones privadas que conocemos de la salud en nuestro país. Hasta incluir todas las peleas constantes con nuestro sistema publico de salud el cual permanentemente intenta apartarse de las calamidades diarias de nuestra población. La salud es uno de los sectores mas sensibles de nuestra sociedad, mueve innumerables intereses, tantos que los canales como Globovision son contratados para dedicarle gran centimetraje de mentiras a este tema, esto porque las inversiones que tienen en estas áreas los poderosos de siempre las quieren mantener en el contubernio económico del descaro neoliberal privatizador. Ahora, para más desvergüenza y haciéndole pagar quien sabe que pena eterna a nuestro sufrido pueblo, los médicos no están aceptando los exámenes, placas de rayos X, tomografías o resonancias que se hace la gente en los CDI, y cuando las personas que por tener bajos recursos llegan a una clínica o establecimiento publico de salud con algunos de estos exámenes, los médicos ni se molestan en revisarlos, de una vez les dicen “eso no sirve para nada”, y estas personas tienen que buscar el dinero, para mandárselos a hacer en las clínicas o en los laboratorios que ellos les sugieren, reflejando posteriormente los mismos resultados. El colmo de esta inaguantable situación es que los propios médicos de los establecimientos públicos de salud que les pagan cada quincena y les dan bono bolivariano y el mismo gobierno les mantienen en todo lo que piden en sus extensos contratos, encabezan las listas en rechazo a los resultados de estos exámenes. Esto es un caso a revisar, ahora y para colmo ni siquiera están aceptando los exámenes realizados en los Rotari Club, y eso que es una Institución de sus mismos colegas, pero como es a precios solidarios y tienen la buena fama que los exámenes realizados allí son excelentes, entonces alegremente son rechazados, porque aquellos son médicos con sentimientos distintos de los de las clínicas privadas y el colmo es, que en algunos casos ni el IVSS les aceptan los exámenes que se realiza nuestra población en los CDI. ¿Cuánto cuesta una placa de rayos X, una tomografía, una resonancia magnética, otros exámenes especializados? ¡Cuestan! Y mucho para la mayoría de nuestra población que lo que gana es sueldo mínimo y quienes por su forma de vivir llena de necesidades se enferman aun más, para que estos tunantes de la salud pública nacional no acepten los resultados de exámenes de los cuales han esperado los pacientes meses por una cita para poder hacérselos y van a estos centros hasta con dinero prestado, o hasta el Rotari Club o a la Cruz Roja en donde son un poco más baratos para poder tener los exámenes que diagnosticaran un mejor tratamiento para sus penosas enfermedades. Estas son las causas que ayudan permanentemente a que hechos como el que voy a narrarles no cambien, muchos de los directores de los centros asistenciales públicos son negados a aplicar urgentemente la neogerencia, necesaria en estos establecimientos. Lean bien: en el Hospital Universitario de Los Andes en el Estado Mérida en la planta baja, en el área donde funciona la emergencia, consultas, rayos X y otros servicios, confluyen diariamente unas cinco mil personas (5.000) allí, justo al lado del cafetín de Chicho, una cosa rara e indecente que expende empanadas, pastelitos y café negro en condiciones de suciedad, es una colapsada área llena de sufrimientos, los enfermos no aguantas, hay heridos, tristezas y desesperanzas, justo sobre el cafetín de Chicho está la oficina del Director de este centro de salud. Allí, sólo se encuentra en funcionamiento un solo baño, sucio, nauseabundo, muchas veces sin agua cuando no se esta cayendo el lavamanos, manchada la cerámica de las paredes y con un piso de granito opaco, en algunas de sus partes por el agua que se derrama están las manchas del oxido, mucho menos ni pensar en un papel higiénico ni del barato, ese que es color cartón o rosado áspero. Y a pesar de que por allí debe pasar a diario el Director de la institución, jamás ni en la cuarta ni en la quinta, se han ocupado de mantener decentes y aseadas estas áreas imprescindibles para el funcionamiento decoroso de éste hospital “Universitario”. Esto pasa en un gobierno bolivariano y revolucionario que ya tiene con este, tres periodos de gobierno. No puede ser, es inaudito que nuestros pobres y desamparados no tengan en más de diez años de revolución sitios convenientes donde sentarse y realizar dignamente las necesidades básicas de nuestro cuerpo. En estas áreas amanecen instalados sobre gélidas sillas en las entrañas de aquel inmenso monstruo de concreto nuestras madres, abuelos y abuelas, nuestros hermanos y al clarear la mañana no tienen un sitio decente para bañarse o al menos lavarse la cara y las manos con un poco de agua así sea helada. Y esta situación se repite a diario en el resto del país. A veces notamos que nuestra revolución es dura, insensible, injusta y apartada de los que en la Biblia se señalan como los que más sufren. Sin duda que su libertad estará en los cielos porque acá en Venezuela no la encontraran. Perversos, malignos, nocivos, malintencionados, malévolos todos aquellos que juegan con la salud de nuestro pueblo. Insensibles violadores del Juramento Hipocrático, quienes se burlan de las misiones de la población y a cada momento chillan porque el Presidente Hugo Chávez les esté aumentando el sueldo pero no tanto como ellos desean. Pero vemos como no pierden oportunidad para conspirar contra las Misiones y humillar al pobre pueblo que con tanto sacrificio se hace sus exámenes en estos dignos centros. Son demasiadas las vulgaridades que a diario se cometen en nuestro país, ninguna democracia por más madura que sea aguanta estos abusos y desidias. No aceptar los exámenes certificados por los especialistas que trabajan día y noche en los CDI es una de las peores bofetadas contra las que tienen que enfrentarse a diario nuestra paciente población. No se debe ser blandengue cuando se ataca de esta manera la salud de nuestro sufrido pueblo. El Ministerio del Poder Popular para la Salud debe saber que los millardos invertidos en estos centros se van al foso si sigue el atorrante trato de los médicos hacia la población. Sigan actuando de esta manera que cuando el pueblo se les levante no habrá Guardia Nacional Bolivariana ni policías que vallan a detener las justicias que los pobres han de seguro saber cobrar. Menos mal que para estos cobardes no habrá quien los defienda como lo señalo recientemente el Presidente Hugo Chávez. venezuela01@gmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 9389 veces.



Miguel A. Jaimes

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

Visite el perfil de Miguel Jaimes Niño para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Miguel Jaimes Niño

Miguel Jaimes Niño

Más artículos de este autor