Nacer pobre y negro en África, en América - sur - latino - caribeña, en USA. Es nacer con un certificado de ignorado, no importante y consecuente don nadie. En el continente africano mueren diariamente miles de personas unos de hambre, otros de sed, más de enfermedad natural, muchos de enfermedades de laboratorios, etc. Todos ellos tienen un factor común: no les importan a nadie. Son sombras sin dolientes, solo se comentan para estadísticas, para usarlas como ejemplo contra quienes se quieren saltar las reglas del gran capital. No merecen ni ocupan los titulares principales de los grandes medios de información. Son muertos, condenados a eso, antes de nacer. Es un desprecio estimulado desde lo mas hondo de la ignorancia y la mediocridad racista de unos infelices, que por tener el color de piel blanca; organizados en clanes mafiosos elitescos, llamados sionistas o cleros( afortunadamente no son así todos los blancos, solo esos pocos fascistas). se creen con el derecho de apoderarse de todo lo habido en el planeta, secuestrarle el sagrado derecho de la vida y la libertad los más oscuros, catalogarlos como inferiores. Cuando éstas personas de piel morena, solo tienen el don de la bondad, la generosidad, la solidaridad y el respeto a los otros seres humanos, sin querer quitarle nada a nadie.
En nuestra América sur latino caribeña, existe un país llamada Haití. Esa nación, cuyos esplendores pasados la hicieron la primera república libre de nuestro continente sur, por esa noble acción es condenada, a existir como una sombra en el continente ¿ quienes la condenaron? Esos arios, Sion judíos, clericós vaticanistas, Galos invasores, que sintieron tiempo ha, como todo su poderío cedía ante el empuje de la razón, el honor y el deseo de libertad de aquellos herederos de la nobleza de la gran África negra. Su osadía tenia que ser cobrada. La venganza se convirtió en un sentimiento heredado de toda oligarquía que se convirtiera en imperio explotador y depredador de vidas humanas. Al levantarse el nuevo imperio, tomaba para si la obligación de humillar y someter a esos negros que osaron rebelarse ante sus antecesores “Arios esclavistas”. No habrá limite en el tiempo para el cobro de la afrenta. Se perderán las cuentas de los millones de cadáveres corroídos por la miseria, abonando suelos estériles por falta de apoyo por siglos y siglos. Algunos lamentarán hipócritamente el sufrimiento perpetuo de los inocentes condenados, pero solo será un simple clamor momentáneo. Clamor que será diluido por el sorbo de un trago de alcohol añejado, vertido luego al caño en la primera orinada. Después ya no habrá lamento. Pero el dolor, el sufrimiento y los anhelos de libertad seguirán anidando en el pecho de esas gentes. No bastaran los asesinatos, las humillaciones, las ofensas y los deseos de robarles el espíritu. La flama que incendió en el siglo XIX, la maligna dominación de los opresores, sigue allí, titilando, moviéndose con el vaivén del viento lentamente, casi oculta. Aguardando que el combustible se acumule y seque lo suficiente para rebrotar con una fuerza tan feroz, que será imposible poderla extinguir nuevamente por toda la eternidad. Su calor será tal, que en una fracción de tiempo; calcinará la culpa gratuita impuesta, de ser culpable por nacer negro y pobre.
Oh sumisión forzada: ya no serás estigma de inferioridad por el color, la raza o la religión, de segregación. Mucho menos por sentirte humano y libre; pronto un recuerdo ocupará tu lugar. La belleza y señorío de la negritud originaria, iluminará la gloria humana de ser por fin, por encima de las dificultades, lo que pretendieron, fueras a pesar de no estar destinado a serlo según éllos.
Mientras llegan esos días. Tus hermanos en el mundo mueren sin ser sentidos, sufren sin ser consolados, gimen sin ser escuchados. La gran prensa representativa de todo lo que te niega, no tiene espacio ni lugar para tu exterminio. Simplemente eres invisible a éllos, pues éllos acumulan caudales por tus muertes.
Brota un virus, mueren diez blancos, ¡alarma! ¡pandemia! ¡martirio! ¡peligro! ¿Quién? ¿Cómo? ¿ por que? ¿Dónde? ¿cuando?. Mascaras, antisépticos, aislamiento, germicidas, retro virales. Toda la maquinaria de sanidad y de prevención se activa a nivel global. Murieron diez blancos. Que hayan muerto diez millones de negros en África y América, no importa ¿pero diez Arios? ¡oh calamidad! Un millón de civiles Iraquíes murieron en sus hogares ¡bueno! efectos colaterales. ¿Pero diez Arios en USA? inconcebible. La solidaridad internacional se debe hacer presente. La ONU, OEA, el FUS, PIPA, PEO, el PIPI… cuanta organización o grupo de letras exista a nivel internacional se debe volcar para apoyar al gobierno imperial ¿será un acto de terrorismo? Lo procedente aquí es invadir a IRAN. Se habrán de fabricar las pruebas demostrativas de su culpa pero… ¡los invadiremos por si acaso! ¡VIVA LA JUSTICIA INTERNACIONAL! ¡VIVA EL DERECHO INTERNACIONAL, VIVA LA LIBERTAD DE ASESINAR Y DISCRIMINAR, VIVA LA LIBERTAD DE SAQUEO A LOS PUEBLOS OPRIMIDOS.!
javiermonagasmaita@yahoo.es
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