Un espectro se cierne sobre el Este de Caracas: El espectro de la "Redemptionis Sacramentum". Contra este espectro se han conjurado en santa jauría todas las potencias de la IV-R, la oligarquía, la ¡y que oposición! y la Conferencia Episcopal.
¡Apocalipsis!, ¡fin de mundo!, gritan algunos pelados, digo prelados, rasgándose las vestiduras. El Papa se volvió chavista, hay que tomar medidas urgentes.
¡Coño, nos jodimos!, exclaman los "sin cogé". ¿Ahora quien va a dar los mitines por nosotros?. Nos quitaron la audiencia cautiva. En cada misa del este de Caracas congregábamos más gente que en cualquier manifestación convocada por nosotros.
¡Esto es el colmo! Ahora no podremos celebrar la misa en el sitio donde hagamos nuestros banquetes y tendremos que trasladarnos a un sitio adecuado, como si nuestro comedor no lo fuera, exclama una dama encopetada.
Extrañado por tales manifestaciones en sectores tan diferentes indagué acerca de la causa de las mismas, encontrándolas en un documento promulgado por el Sumo Pontífice, "EL sacramento de la redención", que regula cómo debe discurrir la Eucaristía, documento que, entre otras cosas, prohíbe "relacionar la celebración de la misa con acontecimientos políticos o mundanos, o con otros elementos que no concuerden plenamente con el magisterio".
El contenido de este documento ha chocado en Caracas con poderosos intereses y me he informado de buena fuente que se está convocando una reunión promovida por dos altos prelados, uno que vivió mucho tiempo en Roma ocupando altas posiciones en la curia de las que fue discretamente retirado y ahora vive en el interior de Venezuela, y el otro que acaba de llegar de Roma, donde se la pasa tratando de lograr el capelo cardenalicio, pero que muy difícilmente podrá lograrlo mientras sea Chávez el Presidente o tenga influencia en quien lo sea y él no está dispuesto a esperar hasta el 2021. A dicha reunión concurrirán igualmente los "sin cogé" en calidad de asesores políticos y un grupo de la alta oligarquía criolla como enlace con el Nuncio Apostólico y el resto de los miembros de la Conferencia, entre quienes se presume pueda haber opositores al Plan. El propósito de la reunión es trazar un plan para convocar un referendo revocatorio contra el Sumo Pontífice y posteriormente derogar el citado documento, ya que sus disposiciones impedirían que se pudiera hacer campaña contra Chávez en las iglesias y solicitar un nuevo revocatorio contra Chávez en su próximo período (2007-2013). Los prelados saben bien que podrán contar con la experiencia de los "sin cogé" en esta materia, ya que aunque haya sido totalmente negativa en Venezuela, están conscientes de que revocar a Chávez es poco menos que una misión imposible, pero están seguros que con el Papa sí lograrán el resultado deseado en menos que canta un gallo.
