Lo que apuntaba como un punto de partida para abrir un necesario debate sobre el proceso revolucionario que conduce el presidente Chávez, parece desvanecerse luego de su intervención del domingo pasado y de la respuesta de Nicolás Maduro a nombre de la dirección nacional del Psuv.

No se entiende esa tendencia a cerrar la discusión luego de las afirmaciones de Las líneas de Chávez del pasado domingo.

¿Y acaso cumplir la línea de las 3R no implica debate? Pero de los escenarios de discusión que saludó Chávez parece que sólo queda el de Aporrea.

A propósito de este episodio, Marta Harnecker, del Centro Internacional Miranda, me envió estos fragmentos de declaraciones de Fidel Castro a Ignacio Ramonet, con plena vigencia en Cuba y en Venezuela: "Me he puesto a leer algunos textos sobre la crítica y la autocrítica y confieso que me sorprendió enormemente lo que Fidel dice sobre la crítica y la autocrítica a Ignacio Ramonet en la entrevista que éste le hiciera en el 2006. Mi reproche a los compas cubanos, y la de muchos intelectuales y gente común de ese país, era que la crítica nunca salía a la luz pública y siempre el argumento utilizado para no difundirla por los medios era el uso que podía hacer el enemigo.

Pero ahora leo que Fidel considera fundamental hacer la crítica abierta, pública:

Habla Fidel Castro:
Nosotros confiábamos en la crítica y en la autocrítica, sí.

Pero eso casi se ha fosilizado.

Ese método, tal como se estaba utilizando, ya prácticamente no servía. Porque las críticas suelen ser en el seno de un grupito; nunca se acude a la crítica más amplia, la crítica en un teatro por ejemplo, con cientos o miles de personas’. [...] `Hay que ir a la crítica y a la autocrítica en el aula, en núcleo y después fuera del núcleo, en el municipio, y en el país’. [...] ) p.677 [...] `No tengo miedo de asumir las responsabilidades que haya que asumir. No podemos andar con blandenguería. Que me ataquen, que me critiquen.

Sí, muchos deben estar un poco doliditos... Debemos atrevernos, debemos tener el valor de decir las verdades. No importa lo que digan los bandidos de afuera y los cables que vengan mañana o pasado comentando con ironía... Los que ríen último, ríen mejor. Y esto no es hablar mal de la Revolución. Esto es hablar muy bien de la Revolución, porque estamos hablando de una revolución que puede abordar estos problemas y puede agarrar al torito por los cuernos, mejor que un torero de Madrid. Nosotros debemos tener el valor de reconocer nuestros propios errores precisamente por eso, porque únicamente así se alcanza el objetivo que se pretende alcanzar’". (pp. 682 y 683) Marta cierra así: "Creo que estas palabras de Fidel deben hacernos reflexionar en el momento en que este tema está en plena discusión en Venezuela". No creo que esa discusión deba quedar cerrada.


También Obama

He escrito y repetido en intervenciones, que lo que ocurre en Venezuela desde hace poco menos de 10 años en la relación medios-Gobierno, se repite en la medida en que han sido electos gobiernos con características más o menos similares. Lo han denunciado Evo Morales y Rafael  Correa de manera muy categórica, precisa y reiterada; está presente, con matices, en Argentina, y lo comentaba hace poco la presidenta Cristina Fernández, y con la Bachelet en Chile es implacable la campaña de El Mercurio y su prensa. Hasta en Honduras es posible encontrar los mismos rasgos en esa relación.

Lula declaró semanas atrás que "no lee la prensa de su país porque le da acidez y lamento la actitud prejuiciosa con que los medios tratan a su gobierno".

Todo esto, y mucho más, ocurre en América Latina.

Hasta hace poco.

La situación comienza a observarse en EEUU. El presidente Obama denunció al canal ultraderechista Fox News, que "se ha dedicado a atacar mi administración... donde no es posible encontrar una sola noticia positiva acerca de mí".

El dueño de ese canal es Rupert Murdoch, quien dijo recientemente que Obama es un peligro para el futuro de EEUU.


"Nuevas" leyes socialistas

No sé si les sorprenderá saber que hace poco, un matrimonio amigo, de clase media (C alta) me preguntaba cuántos vivíamos en nuestro apartamento y cuántas habitaciones tenía, y nos explicaron que estaba por aprobarse una ley según la cual nos podían quitar una para que el Estado dispusiera según las necesidades de otros. Por supuesto, no creí en esa patraña, pero me sorprendió que ellos estuviesen seguros de que una ley así sería aprobada.

Pasaron los días, tomó impulso el rumor de que el Gobierno quitará la patria potestad a los padres, lo que ha estado siendo desmentido categóricamente, pero me sorprendió un resumen de las Leyes socialistas para Venezuela (anteproyectos de leyes bajo discusión en la Asamblea Nacional), con los enunciados de 11 de esas supuestas leyes que por Internet me hizo llegar John Muñoz, hace poco exaltado al Salón de la Fama del Atletismo.

Precisamente, una de esas "leyes" obliga "a los propietarios ocupantes de las viviendas principales a que incluyan familias adicionales de tres miembros por habitación, reservando a la familia propietaria sólo una habitación por cada tres miembros, y haciendo uso común con todos los nuevos integrantes de todos los servicios de la vivienda".

Otra "ley" autoriza a las familias sin vivienda a ocupar "las denominadas segunda vivienda".

La educación, la medicina privada, la propiedad, la banca, las comunicaciones, control de cambio, práctica religiosa, etc., son otras materias objeto de tales reglamentaciones. Aunque la mayoría de ellas resultan risibles, absurdas, que nadie con un dedo de frente debería suponer que la Asamblea Nacional las tenga en discusión, hay muchos propensos a creer todo tipo de mentiras, incluidas estas. Es apenas una muestra de una campaña que se viene con todas las armas.