El maíz de Antonio Aponte

El primer maíz es de los pericos suelen decir los campesinos allá por las tierras del comandante, y no dejan de tener razón; pero lo del socialismo es otra cosa y no es precisamente en Venezuela, donde por primera vez se intenta sembrar el socialismo. Esta clase de cosechas bastante que la han sembrado y probado los pueblo de la Europa Oriental, Asia y por no dejar en estos lados de Caribe. De tal forma que no es el camarada Aponte, el único que nos puede venir a explicar grano a grano como es que hay que preparar nuestra vendimia, sobre todo por que su receta en el siglo pasado resultó un gran fiasco.

Hablar de socialismo en este preludio del siglo XXI, obliga a voltear la mirada hacia nuestro pasado reciente y eso implica sobre todo, revisar las premisas que dieron origen al modelo impulsado por Lenin y el rumbo que le dio Stalin al Socialismo Real, que comenzó por ir aplastando cualquier manifestación critica de los viejos camaradas fundadores del Bolchevismo y cegando en ese distorsionado y estupido esfuerzo la propia vida de quien ante la muerte de Vladímir Ilich Uliánov , sería el líder fundamental de esa revolución, el camarada León Trosky, para mas adelante desmoronarse sin necesidad de que alguien echara un tiro.

Aquí nadie discute “enfebrecido” Aponte, “la conformación de una poderosa Zona Socialista, de Propiedad Social de los Medios de Producción, capaz de construir y soportar la hegemonía de la Conciencia del Deber Social”; pero hay que tener los granos bien puestos, para que amparados en estas “conclusiones” se venga a descalificar a todo aquel que ose realizar la más minina observación; de un proceso que está cargado no de los viejos vicios del socialismo del siglo XX, sino de los mismos que provocaron el desplome de la cuarta república.

Insistir en que los que exigen debatir el rumbo de este proceso, “buscan fórmulas intermedias de propiedad, de convivencia con el capitalismo, de híbridos capital-Socialistas” es machacar el viejo cuento de las “desviaciones pequeñas burguesas”, para desviar el fondo de la discusión. Esto en lo absoluto mermará el espíritu crítico que deben acompañar los procesos revolucionarios; sobre todo si estos infundios son disparados por personajes que cada vez, dan más indicios de ser nuevos pequeños burgueses y burgueses con desviaciones revolucionarias. Claro que debemos buscar el equilibrio, ¿quien ha dicho que debe haber una sola estructura partidista? Todo lo contrario, hagamos el esfuerzos porque las organizaciones que apoyen estas iniciativas se fortalezcan, y eso no es excluyente con la conformación de una sólida dirección revolucionaria. Lo otro tendría un tufillo a socialismo del siglo XX.

Debemos recordar que l a uniformidad es la muerte y la diversidad es la vida , y esta debe estar no sólo en el campo revolucionario, es imposible evitar la presencia de otras organizaciones políticas que no acepten la propuesta de “la Zona Socialista”. La convivencia con ellas, sólo serviría para poner a prueba que de verdad andamos en la búsqueda de una sociedad socialista, libertaria y democrática, que en sus momentos entre otros, predicaron Mijaíl Bakunin y Antonio Gramsci ; y no de algo que pudiera resultar hasta impopular ante las grandes mayorías que decimos defender y representar, y que de paso nos acercaría peligrosamente a los regímenes también fracasados en el siglo XX, conocidos como Nacional – Socialismo.

Lo único que está bien definido es que el liderazgo de Chávez no se discute; pero aguas a bajo la cosa es pareja, de manera que emperrarse que ¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!, y que “el comportamiento fue diferente cuando el auge de las formas económicas híbridas como las Empresas de Producción Social, que correspondían con su ideología”, no pasa de ser una necedad; sino que sea el propio camarada Chávez, quien nos responda: ¿que demonios hacen en Venezuela las empresas petroleras privadas y el poderoso consorcio capitalista Brasileño, conocido como Odebrecht C.A?, empresa que por cierto acaba de ser expulsada del Ecuador por estar incursa en delitos de soborno y corrupción en las ejecuciones de sus obras. Por otro lado, respóndanos: ¿que pito tocan las cadenas y consorcios privados del turismo Europeo en la Cuba revolucionaria de Fidel, Camilo y el Che?

Vamos al grano señores Antonio Aponte y compañía, este esfuerzo de construir el socialismo en Venezuela tiene sus orígenes; no en las frías paredes de un cómodo ministerio ni tan poco de la dolarizada PDVSA, sino en Pió Tamayo, Salvador de la Plaza, Gustavo Machado, Ángel J Márquez, Kléber Ramírez, Argimiro Gabaldón, Fabricio Ojeda, Alberto Lovera, Libia Gouverneur, Dilia Antonia Rojas y muchos que hoy siguen dispuestos a sembrar sus vidas en aras de cosechar un socialismo; que no sólo sea distinto a los del siglo pasado, sino el más consultado, por aquello de que ¡la mejor decisión es la que más se consulta! Y esta máxima la aprendí del camarada Fausto, por allá en los días duros de la clandestinidad que imponía la lucha por la Liberación Nacional y el Socialismo, ¿Verdad Ali?

zabala.douglas@gmail.com



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Douglas Zabala


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