¿Que sujeto protagoniza la revolución venezolana?

Ciudad Guayana 29-07-09

daherove@yahoo.com

¿Como hablar de nosotros como sujeto histórico de este proceso?

Hace tiempo que escribo a retazos sobre momentos coyunturales de la confrontación cultural presente en el proceso venezolano, que ha venido a ser cada vez más pública y elocuente,  en la medida en que las expresiones del mundo popular venezolano se han hecho cada vez más visibles y han tenido cada vez más espacio para expresarse más auténticamente, en la medida en que este proceso revolucionario ha ido permitiendo actuar al pueblo, con mucho menos temor a la represión, a ser rechazado, desconocido y humillado, como lo ha sido a lo largo de muchos siglos en la historia de nuestro país.

Hoy quisiera, a instancias del revuelo causado por posiciones críticas de la intelectualidad afín al proceso revolucionario venezolano, llamar la atención sobre algunos elementos que son muy poco valorados a la hora de hablar del proceso, donde se pasa por alto o se da por sobreentendida la existencia de “un sujeto social” del proceso, que no es tomado con seriedad, en la medida en que o se supone dentro de los mismos parámetros civilizatorios (moderno, occidental, racional, judeocristiano) desde donde es analizado ese sujeto y su proceso, o se dice que es una cultura distinta; pero sin una búsqueda de comprensión de los mecanismos de ser sociedad propios de esa cultura, con su sucedáneo comportamiento en y ante lo que desde la visión occidental se llama Estado. O se manifiesta la continua presencia en grandes sectores de nuestras élites la visión de las masas populares como “no civilizadas”, en necesidad de ser sacadas de la barbarie, o una visión de ser una sociedad premoderna en tránsito a la modernidad. Resonancias todavía de la visión positivista de los académicos y científicos de los siglos XVI en adelante sobre el debate “civilización o barbarie”.

Es decir, este período político para ese mundo popular, caracterizado por el mayor clima de libertad vivido en toda la historia de Venezuela, ha ido ablandando los mecanismos de resistencia del mundo popular venezolano (llamemos popular a todo aquel sector de la población formado en la matriz del mestizaje de varios siglos y que hace parte de la población asalariada, excluida, que ha venido a configurar, más o menos, un 80% de la población venezolana).

Mecanismos de resistencia caracterizados por la simulación, la huida al conflicto, cuando ve condiciones de enfrentamiento desventajosas, para buscar darle la vuelta a la situación hasta encontrar la forma de salirse con la suya. (Y, en condiciones ventajosas y de posibilidad segura de victoria, mostrar todas sus fuerzas en-avalancha-de-pueblo-enardecido)(*)

(*)Nota explicativa: En diversas etapas de nuestra historia encontraremos las invenciones con la que el pueblo indio y mestizo se enfrenta al español. Así se inventa el Dorado para sacárselo de encima y enviarlo cada vez más lejos. Así encontramos diversas leyendas, tácticas de lucha, todo lo que han dado por llamar la “viveza criolla” son mecanismos ligados a esta manera de enfrentar al enemigo o de asumir realidades que pueden suponer compromisos y riesgos no queridos. El 27 de Febrero y su período inmediatamente anterior, y el 4 de febrero, así como la elección presidencial donde gana Chávez y el 11 y 13 de abril 2002... y la toma de PDVSA en el paro petrolero, todos estos hechos están impregnados de estos mecanismos y maneras de afrontar la realidad., que no llegan a ser asumidos y comprendidos en la lógica racional, organizativa y dirigente de la élite. Y donde muchas veces los sectores que fungen de conductores del proceso popular quedan extrañados porque incluso los resultados son distintos a lo planteado y esperado como direccionalidad por el grupo “conductor”. (Esto es uno de los grandes handicaps de la oposición venezolana, en la medida en que su conformación obedece fundamentalmente a la visión moderna, patriarcal, racional...)

La experiencia histórica de relación de este pueblo, de una matriz cultural (episteme del venezolano popular matricentrado), distinta a la del poder dominante el mantuanaje, sus descendientes y capas medias europeizantes o “USA way” (*)(de matriz patriarcal, racional, judeocristiana de hegemonía calvinista, principalmente en lo que toca a la manera de vivir y asumir la economía), durante toda la historia ha sido una relación donde no hay integración, a lo más superposición de comportamientos en base a la simulación y la imitación, que llegan a constituir núcleos de “identidad venezolana” distintas. Así es como estos dos sujetos que a la final implican visiones y sentidos de vida, familia, mundo, sociedad y estado distintos caminan paralelos a todo lo largo de nuestra historia hasta hoy (1).

(*)Nota explicativa: La formación de nuestras oligarquías y nuestras clases medias. Los descendientes de los conquistadores y colonizadores, los amos del Valle y los sobrevivientes del mantuanaje constituyen la oligarquía más rancia y de mayor conservatismo en cuanto a la episteme occidental, en cuanto a sus visiones de familia, estado y sociedad. Esta oligarquía ha venido a ser reforzada a lo largo de los siglos por migraciones(2) de europeos, norteamericanos, israelitas, árabes, que vinieron a constituir nuevas oligarquías y la mayoría de nuestras clases medias, en la medida en que su visión occidental, del negocio, del ahorro, además de una experiencia y conocimientos técnicos que los hicieron triunfadores (aunque vinieran de estratos pobres de sus países) y no podía ser de otra manera porque ellos si se sabían mover y actuar con libertad en el seno de una sociedad que buscaba imitar su episteme y la familia, sociedad y estado consistente con ella. Estas oligarquías y capas medias han sido y serán enemigos irreconciliables del proceso revolucionario, en la medida en que las hordas populares, exponentes de la otra episteme y visión del mundo, toman la calle, se expresan, se hacen cada vez más visibles y logran crecientes articulaciones, atentan contra sus proyectos de sociedad, estado y mundo de vida. Esto incluye la pérdida de intereses económicos y políticos, donde llega a empatar y conjugarse con la lucha de clases. Pero lo primero para esas dos epistemes no son el enfrentamiento de clases, sino el enfrentamiento, de mundos de vida y por ello de filosofías, visiones del mundo, de su forma de ser sociedad, que se expresan en una confrontación económica y política al ser analizada desde la tradición de la lucha de clases, sistematizada en la experiencia occidental, y desde la matriz judeocristiana, hegeliana, marxista.

 ¿Quien se expresa en el venezolano popular, en su familia y su configuración matricial de sociedad?

Diría el P. Alejandro Moreno: “se expresa un hijo de madre”, de una familia cuyo basamento es la madre y los hijos (*), donde madre-hijo es el binomio que autosustenta la relación familiar, donde el padre, si existe es tangencial y la hija es formada para la reproducción del binomio “madre-hijo”, más que su carácter de hija pasa a desarrollar su carácter de “para-ser-madre”. Más adelante va a concluir que la mujer venezolana más que mujer, fémina, es madre.

(*)Nota explicativa: En esa historia de dominación, las violaciones de las indias obligaban a que los hijos fueran asumidos por las madres en el contexto de las tribus, los esclavos varones trabajaban en las plantaciones mientras las mujeres esclavas permanecían en las casas de las haciendas y los hijos crecían entre las mujeres en las casas de los amos. Los blancos que no estuvieron porque o las guerras o los negocios los alejaban de sus familias generó también un despadramiento impresionante en la historia de Venezuela. Baste señalar que Bolivar afirmaba hacia 1827 que en Venezuela quedaba la mitad de la población que había en 1811. Y la mayor parte de los muertos eran los varones que habían ido a hacer la guerra hasta los confines de Bolivia. Esto no mejoró al finalizar la guerra de Independencia. Las montoneras y enfrentamientos entre los caudillos regionales, la guerra federal y las diferentes guerras y alzamientos hicieron que la mujer se transformara de hecho en la cabeza resistente y custodia de la familia, porque ante la recluta, el decomiso de bestias y propiedades, era ella la que tenía que dar la cara, ya que debía proteger a los maridos y a los hijos varones apoyando su huida o su escondite para evitar que fueran llevados a la guerra. Incontables hechos de migraciones conducidos por las mujeres durante estas guerras abarcan nuestra historia. El remate a esta historia lo viene a hacer la crisis del capitalismo nacional manifestado en el fracaso del Primer gobierno de CAP y sus antecesores, que desemboca en el viernes negro en el gobierno de Luis Herrera Campins, a partir del cual la madre sale masivamente a trabajar, gran cantidad de familias matricentradas quedan sin centro. La madre pasa a estar menos presente y los hijos a vivir y criarse solos en la calle. Es el detonante del drama de la delincuencia y la violencia, desafecto, soledad de un importante sector de la vida de la juventud popular venezolana (Caracazo 1989), cuyas secuelas nos atormentan hasta hoy y que caracteriza al nuevo tipo de delincuencia de los últimos 20 años, que es una delincuencia, caracterizada por la violencia y asesinato, no por razones económicas sino por matar y buscar quien les quite la vida vacía que llevan los hijos de este “desmadre”. Es en este contexto en el que se abre paso y arranca el proceso bolivariano. De alguna manera aparece en la escena venezolana un líder (ojo, cuando se habla de hiperliderazgo) que representa para importantes sectores de la vida venezolana el reencuentro de la imagen del Padre afectuoso ausente, hijo del mismo mundo popular expresado y reconocido en el establecimiento y el compartir de sus múltiples relaciones de vida con la población del mundo popular relacional venezolano. Es uno de los nuestros en el gobierno. Por eso este proceso pende del cultivo de la relación afectuosa con el líder, el desafecto y frustración que generaría un fracaso de este proceso marcará la historia de Venezuela por varias décadas...

Así la familia estructurada occidental triangular Padre-madre-hijos es una visión que se corresponde con la manera de explicarse y vivir la élite occidental venezolana. Visión vivida y reproducida, enunciada y visibilizada como la forma familiar correcta, ética, natural, divina y la familia que no es así es incorrecta, inestructurada, inmoral y pecaminosa, lo que lleva a condenar al casi 80 % de las familias venezolanas, al llamarlas inestructuradas o atípicas. Sin embargo, “el trabajo con la familia popular venezolana reveló una estructura propia y muy distinta de la que tradicionalmente viene atribuyéndose a la familia que supuestamente caracteriza a la cultura occidental. La familia popular no era ni inestructurada ni atípica, como se venía diciendo, sino que poseía una propia estructura y constituía un tipo específico. Lo constitutivo de la familia popular es la relación madre-hijo. La familia popular está formada por una madre y sus hijos, con ausencia familiar, esto es en el centro-familia, del padre”(3).

Esta familia vive en la relación y su definición es “relaciona”. El miembro de la familia popular venezolana, por su práctica de vida, por el sistema de relaciones que genera una familia abierta, amplia y de múltiples relaciones, viene a conocer en base a la relación afectuosa, donde el sentimiento y el afecto juegan preponderantemente. (El afecto no sólo quiere decir positivo, sino que también puede ser negativo y de rechazo).

Es decir, el “homo convivalis” que se expresa en las y los venezolanos no conoce fundamentalmente por definiciones esenciales sino por las relaciones que se tejen con lo que se busca conocer y la vinculación de ello con su mundo de relación vital. No se trata de la individuación del sujeto, no es una trama de individuos, sino fundamentalmente un sistema de relaciones colectivo, pero tampoco colectivo a la manera occidental (individuos interactuando) sino trama de relaciones y vinculaciones.(4)

La falta de “individuación”, que no es individualismo, ha hecho que el venezolano popular sea catalogado por la élite occidental como de baja auto estima y durante los últimos 40 años el poder se dedicó a investigar y a organizar talleres y cursos para elevar la autoestima del venezolano, a desarrollar el liderazgo individualizado o colectivo como fruto de interacción grupal de individuos, cursos de crecimiento personal... Todo basado por supuesto en el desarrollo de la individuación, lo que provocó una fuerte corriente de simulación, una incesante contradicción entre los principios aprendidos y la práctica vital, que sabotea todas las definiciones aprendidas. Y por supuesto el violento choque que se ha ido profundizando con la manera de asumir la vida la elite occidental venezolana y asistimos hoy a una importante ruptura con esa visión. Aunque en el mundo de vida oficial continúen resonando las formas y visiones de los modelos y matrices occidentales, va desarrollándose un complejo proceso de búsqueda de identidad, ruptura, rechazo y simulación, como una cierta esquizofrenia masiva y vital de la mayoría popular venezolana con respecto a la institucionalidad, aparatos, leyes, formas organizativas, relaciones sociales oficiales e instrumentos sociales y políticos que la sociedad y el Estado de matriz occidental, racional se inventan y buscan imponer a la mayoría popular, quien a su vez simula, asume; pero se le hacen insostenibles, se desarrolla el propio saboteo desde su practica de vida y la élite vuelve a diseñar nuevas formas(*), etc... cubiertos con las frases de Simón Rodríguez, “o inventamos o erramos”; pero nunca hay un balance que vaya al fondo de las razones epistémico-culturales de la manera de asumirse este pueblo en sociedad y de experimentar o desarrollar un tipo de estado que se le corresponda...

(*)Nota explicativa: Desde la llegada al gobierno el Movimiento Bolivariano se van ensayando muy diversas formas organizativas para permitir que el pueblo organizado se exprese: Mov. V República, los círculos bolivarianos, los batallones, las mesas de... (agua, eléctricas, comunicaciones....), el PSUV, con sus batallones y toda una estructura partidaria “moderna,” de masas sin ser de masas y de cuadros sin ser de cuadros...., Pero con una dirección de 15 miembros que después fue de 30 porque no podía quedar nadie fuera de los principales caudillos medios o sectoriales... Ahora ya se reestructura el PSUV y aparece una nueva propuesta. Sin meter las otras diversas formas, los fundos zamoranos, los núcleos de desarrollo endógeno, los consejos locales de planificación, los consejos comunales, las comunas.... y ya se habla de los consejos de los trabajadores en la producción etc. etc....

Aún no sabemos las razones que llevaron a que casi todos esos inventos tuviera que ser cambiado, o por qué no tuvo éxito, pero la mayoría ni se lo pregunta y pasa al próximo invento como si se tratara de una lotería. :¡¡A ver cuando la pegamos¡¡

Creo que el problema radica en la incomprensión de las formas convivenciales propias del mundo popular y su irreconciliabilidad con las formas organizativas propuestas que corresponden a otros mundos epistémicos de estructuración y organización objetiva, racional, jerárquica e institucionalizada.

Pareciera que la dirección de este proceso, salvo el Presidente Chávez y algunos pocos en el gobierno está constituido por representantes de la Clase media de descendencia de las visiones modernas europeas que vienen de la Academia y de los sectores militares, donde muchos de ellos tienen también influencia de asimilación a estas visiones y estas ideas de familia, mundo, sociedad y estado occidentales, de visiones modernas o de una fuerte simulación de serlo por exigencias de su estatus social... En categorías marxistas se diría que es una pequeña burguesía académica y militar la que dirige este proceso; pero la diferencia de clase se agrava más cuando es además una ruptura e incompatibilidad epistémica con el mundo popular venezolano.

La trama de relaciones y la configuración societal. El lugar de la sociedad posible y la base de “un estado posible”.

Debido a esta trama de relaciones familiares, de clanes y de grupos de paisanos y compadres, y en la vida urbana después de las continuas migraciones, genera nuevas redes que constituyen la real trama social , cuyos puntos de conexión para muchos consistió la relación de paisanazgo o compadrazgo de los padres. La relación juvenil de la misma escuela o del mismo curso o generación en la universidad, sobre todo cuando los ligó una actividad organizativa o política o de grupos de estudio y diversión. En el barrio, los compinches de toda la infancia y juventud, los convives de la pandilla y aventuras y fechorías. Los que después fueron compañeros de curso en el cuartel, en la cárcel... Los que estuvieron juntos en el trabajo juvenil y que participaron en diversas actividades reivindicativas y búsqueda de maneras de enfrentar al jefe... La cuadrilla amiga, compinche de “palos de los fines de semana o días libres ( en nuestras fábricas los grupos que celebran juntos las 80) (5).  Toda esta trama viene a ser de alguna manera parte de la vida familiar del y la venezolana popular.

Es en esta trama real donde se desarrolla la mayor parte de la sociedad venezolana. Que a la vez que viene a ser familiar, son sus lugares de encuentro, de formación de proyectos y vivencia de su sociabilidad. Muchas de estas relaciones tienen carácter transitorio, pero muchas constituyen lazos de por vida...

Creo que investigar, entender y en consecuencia asumir la condición real de la mayoría del mundo popular venezolano, su sociedad posible, y desafíos planteados para un estado posible debe ser de las tareas fundamentales de la intelectualidad venezolana y sobre todo la conducción de procesos de investigación y autodiagnóstico desde el propio mundo popular venezolano.

Es un proceso difícil y que muy fácilmente conduce al autoengaño debido al propio lenguaje desde el que tenemos que nombrar y “desnombrar” nuestras categorías epistémicas familiares y societales para que no sean la expresión de categorías modernas que asumimos por simulación; pero que no son reflejo real de nuestra praxis vital.

Las iniciativas organizativas que tomamos en este proceso : Consejos comunales, Comunas, PSUV, construcción de partido y de que tipo de partido, tienen que estar penetradas de una profunda búsqueda de la subjetividad vivida en el proceso social. Me parece bien pertinente lo planteado por el camarada Olmos(6), sobre todo en el sentido de abrir una discusión que a mi manera de ver mas allá de los conflictos entre diversas visiones de la izquierda marxista y que tiene más sus conexiones con su expresión: “y se seguían lecturas mecánicas de una visión europea que para nada consultaba nuestra historia y nuestras peculiaridades como pueblo”.

Detrás de este debate al mismo tiempo está planteado quien está siendo y como se expresa el sujeto social real de la revolución venezolana, sus posibilidades y límites ante los desafíos objetivamente planteados. Las metodologías de abordaje, desde la relación, los procesos que articulen la trama social real.

Me parece que los planteamientos surgidos a partir de estas investigaciones, independientemente de la ideología del investigador (A. MORENO y el CIP), aporta luces necesarias para el debate sobre elementos cruciales para nuestro proceso revolucionario y el significado en esta episteme de una estrategia y una táctica necesarias para la construcción de una sociedad socialista.

El Marxismo proveniente de la episteme europea occidental y de base filosófica hegeliana y de estructuras teológicas venidas del judeocristianismo nos muestra la verdad objetiva y científica de la lucha de clases, muestra las formas como la Clase Trabajadora necesita asumir su rol en esa lucha. Pero creo que al ser parte del discurso único occidental dominante no podía comprender las perspectivas de los enfrentamientos desde otras visiones subjetivas del mundo. Sobre todo cuando la economía política del capitalismo es de hecho la visión económica hegemónica de la visión del mundo dominante.

Es necesaria toda esta discusión sobre la manera de ser expresarse, comprender y organizarse el mundo venezolano popular (cerca del 80% de la población), que se vive en medio de un proceso acelerado de lucha de clases, que es una realidad objetiva de la sociedad capitalista; pero que sólo la subjetividad de la clase oprimida y la manera de asumir ese enfrentamiento es la que va a determinar gran parte de la posibilidad de victoria.

A propósito quisiera terminar con este texto de Henryk Grossman.

Henryk Grossman, “La revuelta evolucionista contra la teoría clásica”, www.marxists.org.

 “En la teoría general de Marx, ningún sistema económico, no importa cuán débil, colapsa por sí mismo en forma automática. Debe ser «derribado». El análisis teórico de las tendencias objetivas que llevan a la parálisis del sistema sirve para descubrir los «eslabones débiles» cual barómetros que indican cuándo el sistema está listo para ser cambiado. Pero incluso cuando ese punto es alcanzado, el cambio sólo puede venir de la acción activa de los factores subjetivos. Esta parte de su teoría Marx la desarrolló en el estudio de la lucha de clases (…). La llamada «necesidad histórica» no opera automáticamente, sino que requiere de la activa participación de la clase obrera en el proceso histórico. Esta participación, sin embargo, en sí misma no es algo arbitrario, sino que se sigue de la presión de los factores objetivos”.

Y yo añadiría: “y de la manera como el sujeto social y vanguardia del proceso es capaz de conducir el enfrentamiento y las posibilidades constructivas de su desenlace”



(1)MORENO Alejandro. ¿Padre y madre? Seis estudios sobre la Familia Venezolana. CIP (Centro de Investigaciones Populares). Febrero 2008

(2)Estas migraciones tienen su causa y fundamentación en ideas del propio Libertador. Hay cartas donde el señala que aquí no hay ciudadanos y que para que pueda existir República y ciudadanos habría que importar ciudadanos europeos para reeducar a este pueblo. Diversos gobernantes: Guzmán Blanco, Gómez, Medina, Pérez Jiménez usaron esta fundamentación y provocaron corrientes migratorias o aprovecharon las migraciones generadas por las guerras en el viejo mundo en el siglo XIX y XX.

(3)MORENO Alejandro. Vida-investigación: los avatares de un camino. Rev. Heterotopía. 1-1996. Centro de Investigaciones Populares.

(4)Recurro aquí a diversas constataciones hechas al analizar las historias de vida y las formas de expresión usadas: (¿Qué significa esto para cuando hablamos de una democracia protagónica...?) “La continua impersonalización de los hechos. Sólo cuando habla de sí mismo pareciera personalizarse más; pero continuamente el yo es reemplazado por el uno. "Uno no sabía..." "Uno era muy salío..." "Uno llegaba y se iba a tumbar tamarindos..." Y el uno en muchos casos resuena como el nosotros. "Los que tenían se iban a estudiar a otra parte y uno, los pendejos, nos quedábamos aquí..."(CD) "Uno decía pasé por aquí enante..." "Uno se desayunaba..." " Uno iba a dormir al kiosco con la cabeza adentro y los pies afuera, porque no cabía la gente..." (JF). Y el continuo uso de verbos impersonales: hubo, había, se tenía que, se hacía....” Hernández Oduber David. Ponencia Encuentro de Historia Regional. Ciudad Guayana. Mayo 1996.

(5)Los que trabajan por turnos en la industria tienen cada dos semanas y media 80 horas libres continuas, que constituyen el mayor tiempo libre continuo del trabajador cada mes. Los nexos en los que el trabajador prioriza el uso de ese tiempo indican normalmente en donde se hallan realmente sus puntos de relación en el tejido social.

(6)“En nuestra historia, no tan lejana y entre las reminiscencias de dolorosos fracasos, hay experiencias de cuando en nuestra historia se levantaban altares al aparato, a la estructura, y se seguían lecturas mecánicas de una visión europea que para nada consultaba nuestra historia y nuestras peculiaridades como pueblo. (subrayado de David Hernandez Oduber)

Fue mediante este recurso como la política imperial y burguesa, apoyada en las posiciones y visión de la capa media (más precisamente pequeña burguesía), como se desvertebraron y descerebraron las organizaciones revolucionarias de la Venezuela del siglo 20, así como las estructuras sociales proletarias, campesinas y comunitarias.

El método expresa una visión típicamente metafísica de las sociedades y de su historia: las masas venezolanas están en revolución y esa es su condición inamovible, luego sólo necesitan una organización, una forma, una estructura para proseguir. De lo restante se ocupa la dirección del partido”. José  Edgar Olmos A. / Fundación Pío Tamayo. Sobre la Propuesta de Agrupamiento del PSUV. Julio 2009.



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