El Golpe de Estado que en este momento se desarrolla en la hermana República de Honduras, confirma que las rancias oligarquías que han tiranizado a nuestra América durante dos siglos, no están dispuestas a aceptar, pasivamente, que la voluntad soberana de los pueblos se siga manifestando, pacífica y democráticamente, en favor del nuevo curso de nuestra historia, que reclama Patria, Independencia, Soberanía, Desarrollo, Justicia Social e Integración de las naciones y pueblos de América Latina y el Caribe.
Los diversos argumentos leguleyos de los “cagatintas” de la oligarquía hondureña y la satrapía política y económica desplazada del palacio de gobierno por la conducta patriótica y democrática del presidente Zelaya, prefirieron descubrir su falso discurso democrático y de defensa de las instituciones, antes que permitir que el pueblo hondureño, de manera libre, expresara su voluntad libérrima de realizar o no, un Referendo que decidiera la convocatoria de una Asamblea Constituyente que revisara el actual sistema jurídico y político hondureño y lo pusiera a tono con las exigencias de más Democracia, más Justica Social y más Soberanía popular y nacional, reclamados por los trabajadores, indígenas y demás movimientos sociales.
La crisis política creada por la oligarquía cafetera hondureña tiene además, inocultablemente, el ingrediente subversivo de los halcones del Pentágono norteamericano que ven con terror el avance indetenible de las fuerzas democráticas y patrióticas que en Nuestra América, pretenden rescatar la dignidad de nuestros pueblos pisoteados por cien años de dominación imperialista de los Estados Unidos de Norteamérica.
El desconocimiento de los resultados de las elecciones municipales ganadas limpiamente por el Frente Sandinista en Nicaragua, la conspiración reaccionaria para el asesinato de un opositor en Guatemala, con el fin de provocar la renuncia o derrocamiento del presidente Alvaro Colom, la intromisión descarada en las elecciones parlamentarias y presidenciales en El Salvador con el objetivo de impedir la victoria del FMLN, el apoyo financiero y político a los cipayos pitiyanquis panameños en contra del torrijismo en las recientes elecciones y, más antes, el chantaje terrorista a que fue sometido el pueblo costarricense con el fin de que aprobara el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, son parte de una ofensiva global oligárquico-burguesa-imperialista, destinada a frenar la corriente histórica de cambio que, teniendo como referencia la revolución bolivariana y al comandante Hugo Chávez Frías, abre caminos de esperanza en la construcción de la sociedad democrática de la Justica, la Igualdad y la Libertad y el Bienestar: El Socialismo
En estar circunstancias históricas, sin embargo, la respuesta de los sectores revolucionarios, democráticos y progresistas, a la violencia de la derecha oligárquica y sus amos imperiales, debe ser , una combinación de diversas acciones diplomáticas, jurídicas y políticas que, articuladas acertadamente en el tiempo, espacio y los pueblos del mundo, unifique la voluntad de la mayoría del pueblo soberano de la República de Honduras para neutralizar el Golpe de Estado, movilice a los pueblos de Nuestra América en el rechazo a este nuevo atentado a los principios democráticos y, consense a la inmensa mayoría de la heterogénea comunidad regional y universal de Estados, en la firme decisón de no permitir que la bota reaccionaria de los remanente de la guardia pretoriana de la oligarquía hondureña, pueda consolidar un régimen dictatorial y represivo de la “santísima” alianza de los generales de pacotilla, su oligarquía sanguinaria y los círculos mas reaccionarios del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica. NO PSARAN!
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