Los Consejos Comunales son instancias directas de participación ciudadana, y de articulación e integración de las distintas organizaciones comunitarias, que permiten al pueblo organizado ejercer directamente la gestión de políticas públicas. Los Consejos Comunales son o pueden ser, a su vez, una de las bases para montar el andamiaje de las comunas. No obstante, si las comunas se montan sobre bases falsas se caerán. Lamentablemente muchos consejos comunales están débiles, no están claros en su objetivo o se han perdido por alguna razón. Si montamos las comunas sobre un cementerio de consejos comunales, pronto tendríamos también un cementerio de comunas.
El Presidente Chávez proclama que debemos cambiar “los modos de producción; el nuestro ha de ser el socialista, a través de la comuna como célula esencial” (6-12-2008) “La comunas son el elemento fundamental de la tercera etapa del socialismo”, son “espacios de desarrollo que permitirán el autoabastecimiento de los miembros de la comunidad, quienes serán los propietarios de las unidades productivas” (28-8-2008)
De lo antes dicho, queda claro que, debiendo ser las Comunas un ente productivo, el brazo económico de la revolución popular, sería absurdo basarlas en consejos comunales, cuando estos no tengan la vitalidad necesaria para mantener con salud a las nacientes Comunas.
He dicho, y nuevamente alerto sobre cuatro grandes enemigos que pueden desviar y matar a los consejos comunales: la negación al cambio, la subordinación indebida, la poca participación y la falta de transparencia, entiéndase corrupción.
No hay nada más difícil de llevar a cabo, ni cuyo éxito sea más dudoso, ni más peligroso de manejar, que iniciar un nuevo orden de cosas, ya que hay que vencer las resistencias al cambio que se genera en los hombres. Es comprensible que todo aquel que de una u otra forma pueda sentirse afectado por un cambio, experimente cierto trastorno emocional, incluso ante cambios que podríamos calificar como “positivos” ó “racionales”. Unos resisten pasivamente el cambio, otros tratan de impedirlo. Manejar inteligentemente la resistencia al cambio implica distintas acciones, entre ellas educar, para anclar el cambio en el corazón de la gente, porque sino se desvía y deja de existir en el alma del pueblo. El Che Guevara dice “La Revolución es algo que se lleva en el alma, no en la boca para vivir de ella”.
Otro grave peligro es la subordinación indebida, es que los consejos comunales se sometan a la voluntad y caprichoso de alguien que los naricee. Malos revolucionarios son aquellos que someten al pueblo, al utilizar a los consejos comunales para sus propios fines. Nuevamente el Che: “La Revolución se hace a través del hombre, pero el hombre tiene que forjar día a día su espíritu Revolucionario”.
Transparencia, rendición de cuenta y honestidad son tres valores fundamentales para la organización, funcionamiento y acción de los Consejos Comunales. Sin transparencia y rendición de cuentas, lo único que le espera al Consejo Comunal es corrupción. Desgraciadamente son ya numerosos los Consejos Comunales perdidos. Recuérdese: muere todo aquello que se pudre, que se corrompe. Luego si sobre la podredumbre pretenden basarse las comunas, estas estarían muertas al nacer.
Las comunas, donde sea pertinente, pueden basarse en los consejos comunales y en otras organizaciones populares, dándole prioridad, por supuesto a las empresas socioproductivas, a la economía popular, como la denomina el Presidente Chávez. Donde los consejos comunales no estén sólidos, el desarrollo puede fundamentarse, igualmente, en otras instancias del pueblo.
Reactivemos, depuremos, rescatemos, eduquemos, formemos a los CONSEJOS COMUNALES para lograr efectivas COMUNAS
Avanzar hacia las comunas es el objetivo; hacerlo con los consejos comunales es lo deseable; enterrarse con los consejos comunales es un despropósito.
Cesar.dorta62@gmail.com
(*) Municipalista y educador