El monopolio trasnacional de la comunicación, ha trastocado la esencia de las democracias contemporáneas. Las mayorías han dejado de expresar, legítimamente, en muchos casos, sus requerimientos, necesidades y querencias.
Esto no es nuevo, aunque con mayores dimensiones hoy por el avance tecnológico, ya Bolívar hablaba de la imprenta como “La artillería del pensamiento”, para la guerra de liberación.
No me cansaré de repetir que toda invasión o agresión de cualquier tipo a los países en proceso de liberación, va precedido por una agresiva vanguardia: el complejo mundial de medios masivos de contaminación y su articulación supranacional con diez familias de las transnacionales que lo controlan, junto a sus megáfonos lacayos locales que repiten lo ordenado. Los tanques y las bayonetas, pisan el terreno de ocupación, una vez que han pisado y vencido mediáticamente valores y reservas culturales en la conciencia de los pueblos objetos de la agresión, y de la opinión mundial.
De Honduras aprendemos hoy, así como el mundo aprendió del golpe contra nuestro Comandante Chávez en 2002, que esta verdad no tiene discusión.
Decía Andrés Izarra, Presidente de Telesur: “El poder de los medios es hoy tan grande, que ya no son utilizadas como complemento preparatorio del golpe de Estado militar clásico, sino que se sienten capaces de dar un “golpe mediático”, tal cual lo vivimos aquí en Venezuela en abril de 2002. Tan virtual fue ese golpe que duró apenas setenta y dos horas, el tiempo que le tomó al pueblo y a los militares bolivarianos recuperarse de la sorpresa, reaccionar y rescatar al presidente Chávez y al orden constitucional de este país”
Decía Marx, en La ideología alemana, en 1846: “Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes de cada época; o dicho en otros términos la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante”; y no existía el poder comunicacional de hoy en la radio, prensa, TV, Internet, discográfico, editorial, etc.
Con lo de Honduras, si triunfan los felones gorilas y sus medios, podemos pasar a una nueva época: “de golpe de Estado permanente”
Para palpar la dimensión de esta realidad veamos algunos datos recopilados por Yuri Pimentel, Presidente de Venezolana de Televisión (VTV): “Hoy, 85% de los contenidos a los que tiene acceso la población del planeta está en manos del complejo financiero de Estados Unidos; la mayoría de productos nacionales… repiten la misma fórmula, amplifican los valores capitalistas, consumistas y sus posiciones ideológicas… ocho grandes estudios cinematográficos en Hollywood se reparten 85% del mercado mundial del cine que se ve en el mundo. En el caso de América Latina, eso llega a 98%. Hay cuatro grandes corporaciones, todas ellas estadounidenses, que se reparten 85% del mercado mundial de la edición de discos. De los diez escritores más traducidos del mundo, y esto no es casualidad, nueve son de habla inglesa, es decir, que nosotros, los que hablamos español, los que hablamos en otro idioma: chino, árabe, persa o ruso, que somos la mayoría del planeta no existimos… por qué hemos decidido darnos un gobierno distinto. Avanzar por un camino diferente al del saqueo, al del neoliberalismo, y ese precio van a pretender que lo paguemos… ”
Este es un problema de todos los Estados. En nuestro caso CONATEL, ha empezado a tomar medidas, pero eso es una obligación de todo el Gobierno, del TSJ, de la Fiscalía, del Poder Moral, de la Asamblea Nacional, también del Partido y del Movimiento Popular. Urge definir políticas y movilizar a nuestra sociedad y al continente.
Depauperándome, pero defiendo a mis explotadores
El fenómeno de sectores medios de la sociedad sólo tiene una explicación: Alienación, es decir, enajenación de su ser social, por su aspiración a clases “superiores”, se creen que a ella pueden acceder, incluso, pertenecer. Esto es una enfermedad de la consciencia social que nada tiene que ver con su realidad individual y social. Ellos (as) han sido los más abruptamente “echados” al campo de los desposeídos. Los pobres siempre lo han sido y tienen de frente la realidad que la constatan día a día, aunque algunos se conmuevan con una novela que diga “Los Ricos También Lloran”, esos son aspirantes a “clase media”. Lo que llaman desclasados, aspirantes a ser oligarcas, para explotar a sus iguales. En el medio de su pobreza, creen que pueden ser ricos. Es la historia del individualismo, en el que los medios de contaminación social insisten de manera pertinaz para reforzar su dominación.
¡Ledezma retumba en el mundo en lucha libertaria!
En Honduras se está jugando la Democracia continental, y este imbécil, el cual acusé en Fiscalía hace 8 años, con carretillas de expedientes, por desfalco, corrupción y peculado de uso por más de 6.000 millones, pretende erigirse como mártir con su dieta voluntaria.
Se “rajó” este payaso, ya levantó la dieta.
La “huelga de hambre” de Ledezma pretende tapar que ha sometido a más de 4.000 trabajadores despedidos de la Alcaldía Metropolitana, a hambre real, y el escándalo internacional de los gorilas hondureños manejados por los yanquis.
“El Pez que escupe el agua”
Con esta obra Herrera Luque se consagra como novelista de nuestro país. En ella cuenta los avatares de una familia de la oligarquía caraqueña entre los años de 1875 y 1935. La saga revela: una trama de componendas y de expiación de resentimientos sociales, de caudillismo y montoneras en el Palacio de Gobierno.
Oyendo a Ramos Allup, recordé la plaza de piedra en Miraflores, “El Pez que escupe el agua”. Resumí mis conclusiones, al ver y oír a este espécimen, como “la poceta que escupe excrementos”, parodiando al cineasta Román Chalbaut, que se inspiró en Herrera Luque y esta escultura para una película en un burdel, develando miserias y virtudes humanas, “El pez que fuma”
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