Ayer me encontré con un amigo medico. Al preguntarle como veía la cosa me respondió “coño Monagas, no entiendo que es lo que pasa. Si el gobierno le está metiendo plata a los hospitales ¿como se entiende que en el hospital de San Felipe la gente se muera por falta de atención en la emergencia? ¿Por qué una persona debe esperar hasta 3 años para hacerse una operación de mediana envergadura? ¿Por qué tiene un familiar de un paciente, salir corriendo a la meda noche a comprar una medicina que bien pudiese tenerse en el hospital? ¿A donde va a parar el dinero y los medicamentos que se le dota a los hospitales públicos? Te digo cámara. Si esta vaina sigue así, se cae todo y no habrá color tan oscuro para definir lo que vendrá”.
La conversación siguió por otros tópicos. Al cabo de un rato nos despedimos. Pero la inquietud me quedó rondando la cabeza ¿si la persona con la que acabo de hablar es de comprobada trayectoria revolucionaria, trabaja para el estado, no anda mendigando o adulando por un cargo publico? ¿Si está dentro de las entrañas del monstruo de la salud y sin embargo se oye y se siente impotente y preocupado, que queda para los simples mortales? Pienso que los enemigos están más colocados y en posiciones de ataque ventajosa dentro de los sitios claves del proceso que lo que pensamos. No se justifica que si el presidente vive ordenando y asignando recursos para los servicios básicos del estado para el pueblo, y esos recursos solo sirvan para ser efectivos por un periodo corto. Después del cual, las cosas se agudizan ¡algo grave pasa en la administración de los recursos económicos del país a todos los niveles! La llamada contraloría social ha sido minimizada, cuando un ciudadano denuncia una irregularidad, es tildado de escuálido, o de envidioso, o de chismoso, o simplemente se le manda a callar. En algunos casos hasta preso va. ¿Será esta la causa por la cual los toletes que controlan al PSUV, se ensañan tanto contra quienes les enfrentan para denunciar esos tráficos de influencias? ¿Cómo alguien se define socialista y a la vez tarifa todo lo que hace, le pone precio a todo? ¿Como se puede tener a personas cobrando sueldos sin trabajar, asignados en instituciones de salud, educación y legislativas etc., etc., etc.? ¿Por qué se engaña al estado, pagándole sueldos a activistas políticos de partidos, asignándolos a nominas de organismos gubernamentales que ni siquiera conocen de su existencia, pero si cobran puntualmente, incluso antes que los que si trabajan. Yo no le niego el derecho de un partido político (sea cual fuere), a que sostenga a sus cuadros claves. Pero no lo haga a costa del estado, ¿no puede una organización partidista, buscar recursos por otro medio licito, para mantener a sus activistas?
En el asunto de la salud, hay una red de complicidad para dañarla, que pasa por algunos obreros, médicos, compañías de seguros y clínicas privadas. El gran perdedor en esta trama es el pendejo, el pueblo, el de a pie, la mayoría pobre. ¿Se han detenido a detallar la inmensa cantidad de dinero que se mueve por los HCM? Ese se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos y competidos que hay en Venezuela, junto con la estafa de los seguros de vehículos.
Insisto en que hay liderazgos promovidos e impulsados por enemigos de la revolución y del socialismo. Son esos enemigos, los que impiden que las soluciones lleguen al pueblo a tiempo y efectivamente. Fíjense en la mayoría de los alcaldes “revolucionarios”, vean sus trayectorias, nexos y conductas, averigüen como llegaron a ser candidatos y después me cuentan. El pueblo si los conocía y conoce, pero como le metieron el contrabando de la disciplina, se tragaron las críticas y hoy están más arrech…que nunca. ¿Se han preguntado que pasó con los proyectos de los cien días que debían pasar al camarita Presidente?
Es urgente colectivizar las estructuras directivas de las organizaciones revolucionarias, reventar ese esquema de verticalidad, que secuestra y ahoga todo cambio, nos esta debilitando. Si no lo hacemos, los problemas de la educación, salud, vivienda y alimentación, la seguridad, etc., se agravaran, por que el dinero se quedará en los bolsillos de los mafiosos, en forma de comisión, destajo, interés bancarios, sobre precios de obras etc. etc.
Mi contacto permanente en la calle con los que sufren y viven esas vivencias, aunado a mi propia experiencia, me permiten ver y sentir este peligroso panorama. Algunos son tan descarados, que hasta la misma oposición apátrida, no los denuncia por conveniencia y beneficio propio.
HAGAMOS REVOLUCION DENTRO DE LA REVOLUCION, NO MÁS VANIDOSOS Y CHANTAJISTAS DENTRO DE LA REVOLUCION
javierdelvallemonagas@gmail.com