Asociaciones insociables

El club de los introvertidos

Una vez más fracaso en mi intento de crear el Club de los Introvertidos. Sé que ningún verdadero introvertido ingresará a un club, y mucho menos a uno que intente masificar lo que él cree único. Otro problema consiste en localizar posibles miembros. Se esconden los introvertidos en lugares desiertos como las bibliotecas, en apartamentos aparentemente abandonados, en las selvas o en las profundidades, donde la máscara de buceo y el inhalador los libran de la odiosa necesidad de conversar. Se sospecha que son introvertidos los navegantes solitarios, aunque es posible que el introvertido sea el mar, que desde la eternidad jamás les ha dirigido la palabra. Identificarlos sí es fácil. Son los que no se unen al clamor que celebra un gol ni en general se adscriben a las modas y adhieren, no por gusto sino por falta de otra opción, a los amores de lejos. No hay que buscarlos en las agencias turísticas, pues los introvertidos se van de viaje dentro de ellos mismos y cavilosamente descubren pasajes de sus mentes sin otra maravilla que la de ser propios. A veces parten y no regresan. El introvertido está siempre ausente de sí mismo. A quién quiere el introvertido es un misterio. Sólo se sabe que mientras más se conoce más se detesta, lo cual hace su amor propio sacrificado y meritorio. Dios es un introvertido; en cuanto creó el mundo supo que era un error, pero le da pena decírselo a nadie, y deja que estafadores hablen en su nombre. Gracias a ello los ensimismados son pequeños dioses, que en el proceso de odiarse originan lo novedoso del mundo. No hay hermosura que no haya sido creada por alguien para remediar el horror de su alma. Los introvertidos se unen en la comunión de la belleza o del pensamiento. No caigas en la tentación. Cuando comienzas a existir para ti mismo desapareces del horizonte de los eventos.


Mimadas anónimas

Sí, ellas se reúnen temerosas en locales lúgubres y confiesan desmelenadas su adicción.

Las parejas las abruman con mimos y sienten que su necesidad de ser consentidas aumenta a cada dosis. Con cada nueva sesión de caricias empiezan a descuidar deberes, dignidad, carrera, familia. Con sobresalto advierten el lugar preponderante que los consentimientos empiezan a ocupar en la vida. La declinación en las facultades intelectuales es ostensible ya que una vez que se experimentan los halagos no es fácil pensar en otra cosa. El síndrome de abstinencia las ataca en los lugares más insólitos; estén donde estén sólo quieren volver al nidito donde su adorado las atosiga con arrumacos. A veces no temen dar espectáculos en público y descubrir su depravación ante las miradas de otros. Al fin el mimo va suplantando todos los valores. Mimadas Anónimas es una sociedad sin fines de lucro que no se propone librar a sus miembros de la adicción, ya que ninguna quiere. Entre todas se dan apoyo para disimular, no sea que por la expresión una rival adivine de lo que se está perdiendo y le eche mano al mimante. Regresar a una vida sin caricias sería entonces imposible. Mimadas Anónimas se consideran unas a otras con desconfianza. Cada cual resta importancia a los amapuches de que es víctima, no sea que tienten a las colegas.

Como los creadores, dudan si experimentar la felicidad y no aparentarla sea tormento peor que aparentarla y no experimentarla.


La confabulación de los repetidos

Vuelven las modas transformadas en nostalgia y regresan las películas convertidas en secuelas. Como la originalidad es lo más difícil, metódicamente retornan los mismos seres, repetidos. Por cada tonto que se sacaba los mocos en el aula mientras estudiábamos, hoy uno o varios tontos iguales se dedican a lo mismo y terminarán echando la misma barriga cervecera. Ni la mediocridad ni la estafa se acaban porque siendo lo más fácil se repiten.

Por eso no salimos nunca de las bajezas ni los fraudes.


El cónclave de los avisados

Éstos todos nacieron sabiendo su destino. No hay suerte más amarga, porque les está vedada la sorpresa y desde el comienzo conocen la fecha y la causa de su muerte. No pueden evitarla porque para que el destino se sepa tiene efectivamente que ser destino. Creían los estoicos que la conciencia de la inevitabilidad nos haría impasibles. Saben los avisados que apenas los hace aburridos.

Su condena se limita a conocer el porvenir propio, por lo que no pueden sacar provecho prediciendo el de los otros ni apostando. Van por la vida como quien mastica un chicle ya mascado. Su esperanza es la de que acontezca algo imprevisto que los libre de lo previsible.

Esto es difícil porque saben que esperarán en vano.


La pandilla de los motociclistas abusivos

Comenzaron rodando por las calles a pesar de la luz roja, siguieron cortando camino en diagonal, en zigzag o de refilón, continuaron comiéndose la flecha, prosiguieron atravesándose por las aceras e invadiendo zonas verdes y veredas peatonales y al fin lograron lo que les faltaba, que era salirse de la vía del tiempo y materializarse dos días antes de haber salido o tres años después de haber arrancado en cualquier intersección de caminos para aplastarse desde el pasado o el futuro con el primer guardafango que no pudo adivinar que lo asaltarían desde la más imprevista de las dimensiones.


La liga del peatón feliz

La gran felicidad de los peatones consiste en que pueden mirar tanto como son mirados.

De vez en cuando contemplan una perra que trota oscilando la dignidad de sus tetas o una viejita que se arrastra aferrándose de un bastón con cuatro patas. En el camino se les atraviesa un carrito que ofrece su solución dos empanadas y jugo cinco bolívares fuertes. Todo el mundo va en algo y el caminante feliz va en todos. Este rincón del mundo es igual a cualquier otro y su relevancia está en su irrelevancia. Todos esperan un algo pero el caminante sabe que ha llegado. Todos van pero él está. Sólo se existe un instante. Cada pisada bendice el camino y éste sólo lleva a sí mismo.

luisbritto@cantv.net
http://luisbrittogarcia.blogspot.com Versión en francés: http://luisbrittogarcia-fr.blogspot.com

PD: Mi libro Socialismo del Tercer Milenio puede ser bajado gratuitamente de http://www.monteavila.gob.ve/ mae/pdf/socialismo-tercermilenio.pdf


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Luis Britto García

Escritor, historiador, ensayista y dramaturgo. http://luisbrittogarcia.blogspot.com

 brittoluis@gmail.com

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