Esas explicaciones… No van

Pildoritas 155 (año 02)

Las explicaciones del gobierno de Colombia de que las bases militares gringas que ocupan ya territorio de ese país y que se incrementaran en cinco nuevas en los próximos días, encima de que constituyen una vergüenza para ese pueblo hermano, significan una entrega de la soberanía a una fuerza extranjera, lo que ya, per sé, constituye una acción de alta traición, no podemos aceptarlas pues éso de que son para luchar internamente contra la guerrilla y el narcotráfico nadie con mediana capacidad para razonar se lo puede creer.

Es posible que Uribe no tenga intenciones de agredirnos directamente, pero el solo hecho de permitir tanto despliegue bélico le hace no solo cómplice, sino responsable directo de lo pueda suceder a los países de la Región vecinos a Colombia.

La verdad verdadera es que Uribe en su reciente viaje a Washington se comprometió a ceder buena parte de un territorio que no le pertenece, seguramente a cambio de la aprobación del TLC, que como sabemos es un objetivo, punto de honor para el gobierno de ese país.

No le importó el conflicto que se iba a presentar con los países vecinos que son objetivo del Imperio, no tuvo empacho en permitir prácticamente el posicionamiento de una fuerza armada extraña cuyas intenciones no son para nada eliminar el narcotráfico o acabar con la guerrilla, pues ambos fenómenos son una fuente de corrupción para quienes manejan los hilos de la llamadas misiones bélicas en las cuales el dinero se mueve de manera muy abundante y sin control previo, las verdaderas intenciones es frenar el paso redoblado de los pueblos que se han rebelado sin disparar un tiro, con la constitución en sus manos, contra la colonización por parte del imperio más poderoso de la historia de la humanidad.

Los antecedentes están a la vista de todos, Irak, Afganistán, Palestina por mencionar solo algunos han sufrido la arremetida sangrienta del imperio. Nosotros. Venezuela Ecuador y Bolivia, somos sus objetivos, porque aquí hay recursos que a ellos les están escaseando y prefieren apropiárselos que pagarlos a precio justo y por esa vía quebrarle el espinazo a las conquistas de los pueblos para experimentar una nueva forma de gobierno, que sin dejar de ser profundamente democrático, coloca por delante de sus ejecutorias lo social para revertir las desigualdades e incluir a los siempre marginados en gobiernos entreguistas y genuflexos ante la bota extranjera que hoy en pleno siglo XXI, hoya uno de los suelos que un día el genio de Bolívar libertó y por el que muchos venezolanos aportaron su sangre. Es doloroso, pero es algo que la misma historia se encargará de cobrarle con creces a quienes no son otra cosa que redomados traidores a su Patria como buenos herederos de Santander cuya historia deslealtad y traición no han podido ocultar sus fervientes seguidores.-

Chillen, pataleen o se retuerzan, la Revolución avanza.
Qué vienen ahora a decir quienes vomitan su veneno diariamente por los medios, esos que escriben artículos o visitan como invitados consuetudinarios la cloaca televisiva de globoterror y algunas otras no tan pestilentes pero igual de dañinas, al referirse al proyecto de Ley de Educación y Cultura, uno de sus repetidos argumentos es que la ley está hecha para idiologizar a niños y jóvenes, llaman idiologizar el que se cumpla con la disposición constitucional de formar, de moldear al futuro ciudadano y ciudadana, que es el verdadero y principalísimo objetivo de la educación , que se haga todo lo necesario para revertir el enorme daño que el capitalismo que gobernó por tantos años nuestra patria, le hizo a varias generaciones y pretende que ahora con un gobierno revolucionario y progresista se sigan manteniendo sus prácticas deformadoras de mentes y conductas, de una educación tradicional y apegada a principios, programas y objetivos impuesto el poder para cambiar el estado de cosas, y ello no se logra sino a través de una educación liberadora y formadora de un hombre nuevo, idiologizado, y ¿porqué no?, si los resultado van a ser ciudadanos que sean capaces de amar a su patria, de amar a sus semejantes de estar en disposición de preferir el desarrollo colectivo al de sus propios intereses. Nos queda a quienes creemos en este proceso que somos la mayoría, dar la pelea, desmontar tantas mentiras que como lluvia de dardos, son lazadas inmisericordemente contra todos los proyectos que no son otra cosa que el cumplimiento del mandato del soberano a través de la Constitución, con muchas de cuyas disposiciones estamos aun en mora.

yuviliz40@hotmail.com


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Saúl Molina Z


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