DEJÉ de prestarle atención a Lina Ron desde que comenzó a tener una columna en esa basura de pasquín “El nuevo país” de Rafael Poleo. Siempre me ha despertado la sospecha la falta de inteligencia de algunos líderes y figuras en cuestión que dicen estar con el proceso pero hacen todo lo necesario para desacreditarlo, causarle problemas y conflictos. No se trata de hacer leña de árbol caído ni de calificar las intenciones revolucionarias del personaje; pero la popular catira no escapa a esta realidad. Veíamos con cierta satisfacción como Globoterror se había puesto a la defensiva ante la posibilidad de serle revocada la concepción sobre todo por el desprestigio ante la opinión pública de unos de los dueños de esa cloaca comunicacional, por estar éste, incurso en la especulación y acaparamiento en la venta de automóviles. Ahora viene la Ron con su acción(Amalaya no sea premeditada) de hacerles un favor y colocarlos como victima ante los medios, que como todo el mundo sabe, paga muy bien eso de hacerse la victima en la opinión pública. Hemos visto como el presidente le ha hecho a la dirigente un llamado de atención permanente; pero la compatriota parece no pararle a nada y hacer lo que le venga en gana, apuntalándose en una popularidad que la lleva a buscar un rol o afán protagónico. Lina ya está grandecita para saber lo que hace y asumir sus propias responsabilidades, como bien lo expresa el dicho popular “cada quien va al mercado con la bolsa que le conviene· o el otro “cada quien hace de su barriga su propio tambor”. Por cierto, Lina Ron no salió a esconderse ni a huir a otro país como lo hacen los de la oposición. Se puso a derecho. Ya tomará la justicia su decisión sobre ella Creo que Lina debe reflexionar acerca de su rol en este proceso y el daño que le causa a la revolución con su conducta y actividades. Instituyo que la camarada debería de utilizar su popularidad para acciones muchos más convenientes y orientadoras a favor del proceso. A veces sus actuaciones lucen desproporcionadas y se parecen mucho a las burbujas de la popular gaseosa. ¿No le estarán dando ron con Coca-Cola? A veces la popularidad en demasía mata o daña la salud como la popular bebida.
PARA quienes piensan que las 7 bases gringas en territorio colombiano es un derecho de ese país a tenerlas están equivocados. Ya conocemos para que las destinara el imperio a la hora de vérselas en aprieto o intentar desestabilizar y derribar un gobierno que no le sea afín. El presidente Chávez ha tenido la suficiente paciencia con nuestro país vecino al mantener unas relaciones basadas en el mutuo respeto. Poco las ha tomado en cuenta Álvaro Uribe, al mostrarse siempre como un mandatario agresivo contra Venezuela, cometedor de muchas torpezas y argucias, aunque luego sale a remendarlas con unos hipócritas apretones de mano y excusas, para luego volverlas a perpetrarlas. La diatriba de micrófono entre los dos mandatario han dado un giro inesperado. Colombia no sólo se arma hasta los dientes con la excusa de combatir el narcotráfico, ahora se fortalece más aun, con la injerencia de un país extranjero en sus asuntos internos y hemisféricos al permitirles la instalación de bases militares. Veremos un estado mayor colombiano controlado por los altos jefes militares norteamericanos. Ya lo ha alertado Fidel: “La presencia de tan poderoso imperio, que en todos los continentes y océanos dispone de bases militares, portaaviones y submarinos nucleares, buques de guerra modernos y aviones de combate sofisticados, portadores de todo tipo de armas, cientos de miles de soldados, cuyo gobierno reclama para ellos impunidad absoluta, constituye el más importante dolor de cabeza de cualquier gobierno, sea de izquierda, centro o derecha, aliado o no de Estados”. Apela también el líder cubano a la patria de Bolívar y al papel histórico que siempre ha jugado nuestro país en las luchas independentistas de los pueblos de América. Hoy también Venezuela y su presidente, juegan un papel muy importante en el despuntar del alba o nacimiento de países soberanos e independientes. Nos luce un poco ingenuas las declaraciones de lula cuando le pide garantías a un gobierno narco y para político de no atacar un país hermano desde las bases estadounidenses en su territorio. Cualquier agresión contra Venezuela descansa en las manos de los militares gringos. De eso no debe dudar el presidente brasileño. El primer agredido con el asunto de las base militares ha sido el propio pueblo colombiano. Lo lamentable de todo esto, es el de seguir creyendo en la palabra de Uribe el “pisa poquito” hecho el “paisa”.
LA IV FLOTA está destinada para controlar a Venezuela, Bolivia, Nicaragua y otros países de la región con gobiernos identificados como revolucionarios y soberanos y potencialmente "embarazosos" para Washington.
Ellos aseguran “que es un ajuste operacional sin intenciones agresivas para mejorar la capacidad operativa en el combate al narcotráfico, manejo de desastres naturales y trabajos de cooperación.” .Yo te aviso…..chirulí. Ya de bolsa y pendejo no tenemos nada. Bien por Chávez.
Antojofel@hotmail.com