Defender lo indefendible...

La experiencia histórica, nos da luces para comprender muchas de las situaciones que se vienen presentando, en el momento actual por el que atraviesa la Revolución Bolivariana, sobre todo en esta fase en que la hemos declarado como Socialista y transitamos un período histórico hacia la meta trazada por su liderazgo natural: el pueblo venezolano. Así como, la experiencia chilena nos demostró lo que es capaz de hacer el imperio norteamericano, para derrocar a presidentes legítimamente electos, como lo fue Salvador Allende, al infiltrar las organizaciones de extrema izquierda, contrarias a la transición pacífica y democrática al socialismo, y utilizarlas para sus fines, que en el caso chileno se expresaría en desórdenes callejeros, guerrilla urbana y rural, huelgas, en las que se conjugaron con la extrema derecha para justificar la actuación de las Fuerzas Armadas contra el pueblo chileno, un buen ejemplo de estos tipos de personaje lo constituirá Osvaldo Romo Mena, conocido en aquellos años como Guatón Romo o Comandante Raúl, quien antes del golpe de Estado que derrocó a Allende, fue miembro del Partido Socialista Popular. Agitador ultraizquierdista en los barrios obreros, Romo cambió de bando tras el alzamiento de Pinochet en 1973 y, vestido de militar, comandó las detenciones de los que hasta entonces habían sido sus amigos y conocidos. “Según el testimonio de sus víctimas, el comandante Raúl era un «sádico» y un «psicópata» que no sólo violaba personalmente a las prisioneras, sino que, con un grado de ensañamiento atroz, les introducía ratas en la vagina y las amenazaba con perros de presa. Otro de sus métodos favoritos era aplicar descargas de electricidad en los genitales de los torturados, sobre todo si se trataba de algún antiguo conocido”. (El Mundo de España, 10 de julio de 2007). En la Venezuela actual, el caso de Bandera Roja es patético de estos ultra revolucionarios de ayer, hoy entrelazados con la derecha opositora pro imperialista, conspirando permanentemente contra el Gobierno Revolucionario y el pueblo venezolano.

Tiempo más atrás, allá a comienzos del siglo pasado, los revolucionarios rusos tuvieron que enfrentar las tendencias aventureras que proclamaban el “terror individual” por encima de la organización revolucionaria de los trabajadores y trabajadoras. En aquellos años, el terrorismo no tenía las connotaciones perversas que el imperio le ha dado en la actualidad, en la que toda organización popular que se le oponga, de inmediato le da este calificativo. Trotsky fue un calificado oponente a este método de lucha, “Para nosotros el terror individual es inadmisible precisamente porque empequeñece el papel de las masas en su propia conciencia, las hace aceptar su impotencia y vuelve sus ojos y esperanzas hacia el gran vengador y libertador que algún día vendrá a cumplir su misión (…) Cuanto más "efectivos" sean los actos terroristas, cuanto mayor sea su impacto, cuanto más se concentre la atención de las masas en ellos, más se reduce el interés de las masas en ellos, más se reduce el interés de las masas en organizarse y educarse. Pero el humo de la explosión se disipa, el pánico desaparece, un sucesor ocupa el lugar del ministro asesinado, la vida vuelve a sus viejos cauces, la rueda de la explotación capitalista gira como antes: sólo la represión policial se vuelve más salvaje y abierta. El resultado es que el lugar de las esperanzas renovadas y de la excitación artificialmente provocada viene a ocuparlo la desilusión y la apatía…”. "Acerca del terrorismo", León Trotsky.

Lenin, al igual que Trotsky, fue un acérrimo enemigo de las tendencias aventureras que proclamaban el “terror individual” como método o táctica de lucha revolucionaria, sin pelos en la lengua los enfrentaba, como consta en su manuscrito: ¿Por qué la Socialdemocracia debe declarar una guerra decidida y sin cuartel a los socialistas revolucionarios?, en su punto 6: “Porque los socialistas revolucionarios, al preconizar en su programa el terrorismo y difundirlo como medio de lucha política en su forma actual, causan un daño gravísimo al movimiento, destruyendo los nexos indisolubles entre la labor socialista y la masa de la clase revolucionaria…”, posición principista que lo llevaba a no renunciar a esta metodología: “En principio no hemos renunciado nunca ni podemos renunciar al terror. El terror es una de las formas de acción militar que puede ser completamente útil y hasta indispensable en un determinado momento del combate, ante determinado estado de las fuerzas y en determinadas circunstancias. Pero el problema consiste precisamente en que el terror se propugna ahora no como una de las operaciones de un ejército en acción, operación estrechamente ligada a todo el sistema de lucha y coordinada con él, sino como procedimiento de agresión individual, independiente y aislado de todo ejército (…) Esta es la razón que nos lleva a declarar categóricamente que semejante medio de lucha, en las circunstancias actuales, no es oportuno ni adecuado a su fin…”

Revisemos la acción desarrollada por la compatriota Lina Ron y su partido UPV, el Gobierno Revolucionario, después de 10 años perdidos, por fin emprende la Democratización del Espectro Radio Eléctrico, encabezando dicha batalla el compañero Diosdado Cabello, a quien manifestamos nuestra solidaridad ante las amenazas de muerte emanadas desde los afectados por esta decisión soberana del pueblo venezolano. La oligarquía radiofónica que se había adueñado de nuestro espectro radio eléctrico, no había encontrado eco en la sociedad venezolana, casi ningún apoyo se había manifestado a favor de sus privilegios y negociados, cuando de repente, zuass, alguien viene en su apoyo, no precisamente de las filas de la oligarquía, sino de las filas revolucionarias, en una acción, supremamente sospechosa y contrarrevolucionaria. La postura del Comandante Presidente Hugo Chávez, en la misma línea de pensamiento de un Lenin o Trotsky, de manera contundente rechazó: “Este tipo de sucesos le hacen daño a la revolución socialista, porque son contrarrevolucionarios”, " La compañera Lina Ron por ejemplo, hace rato que vengo haciéndole llamados, incluso públicos y en privado muchas veces. La compañera Lina Ron le hace daño a la revolución. Se presta para un juego a favor del enemigo”, “No hay más alternativa y tiene que recibir el peso de la ley y los que andaban con ella también, porque me lo achacan a mí, que son los chavistas y no, los chavistas son mi pueblo", “Esta detenida, no hay alternativa, violó la Ley y tiene que aplicarle todo el peso de la Ley y a sus acompañantes también, actos como eso no se le pueden tolerar a nadie, sean de la oposición o de la revolución”. (Aporrea, 04/08/09).

Defender este tipo de actuación, sería como defender lo indefendible, más, en momentos como los actuales, en que el imperio arrecia su confrontación contra la Revolución Bolivariana y acecha desde la hermana “república” de Colombia, pretendiendo instalar en su territorio siete (7) bases militares nuevas, sin contar las actuales, convirtiendo ese territorio en portaviones terrestre al acecho de las conquistas, que en esta década ha logrado alcanzar el pueblo venezolano, como puñales enterrados en nuestros corazones, como las definiera el camarada Fidel Castro en sus recientes Reflexiones sobre este tema.

En todo caso, lo que si exigimos para Lina es un trato igualitario al que se le está dando al delincuente de Globoterror, lo afirmamos porque públicamente admitió que es un acaparador, quien se encuentra en libertad esperando su juicio, la justicia debe ser igual para todos y todas, solo que a la compatriota le recordamos las palabras de Trotsky al joven GRYNSZPAN, encarcelado y acosado por las bandas fascistas, esperando su sentencia: “Los marxistas consideramos que la táctica del terrorismo individual es inconveniente para la lucha liberadora, tanto del proletariado como de las nacionalidades oprimidas. Un héroe aislado no puede reemplazar a las masas. Pero comprendemos con toda claridad la inevitabilidad de semejantes actos de desesperación y venganza. Todas nuestras emociones, nuestra simpatía están con los sacrificados vengadores, aunque ellos hayan sido incapaces de descubrir el camino correcto (…) En el sentido moral, aunque no por su forma de actuar, Grynszpan puede servir de modelo para todo joven revolucionario. Nuestra sincera solidaridad moral con Grynszpan nos otorga el derecho de decirles a todos los futuros grinszpans; a todos aquellos capaces de sacrificarse en la lucha contra el despotismo y la bestialidad: ¡Buscad otro camino! No es el gran vengador sino sólo el gran movimiento revolucionario de masas el que puede liberar a los oprimidos, movimiento que no dejará vestigios de la estructura de explotación de clase, opresión nacional y persecución racial…” (A FAVOR DE GRYNSZPAN: CONTRA LAS BANDAS FASCISTAS Y LA CANALLA STALINISTA, 14 de febrero de 1939).


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Henry Escalante


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