Lina Ron versus ineficiencia revolucionaria

Desde el “incidente” Lina/Globovisión y dentro de todo el marco que éste originó de comentarios, unos condenándolo, otros solidarizándose, nos hemos preguntado:

¿Qué le es más dañino al proceso? ¿Una manifestación y un supuesto atentado a las puertas de un canal de televisión; templo del delito, de donde se ha conspirado en contra del gobierno y de su pueblo o la ineficiencia de aquellos revolucionarios de aire acondicionado que, desde sus oficinas y despachos, no cumplen con la sagrada misión que la revolución les ha encomendado?

En un artículo anterior escrito por este portal y que titulamos: Preguntas razonables para el gobierno revolucionario, ya habíamos tocado alguna de estas interrogantes.

¿Acaso no es más dañino para el proceso que después de 10 años de revolución; por ejemplo, de un lustro de la Misión Barrio Adentro, tengamos que reconocer que la misma está en cuatro palos?

¿Acaso no es más dañino ver por el canal a la Asamblea Nacional un debate de parlamentarios que solicitaban un crédito adicional y de hecho lo aprobaron por 200 millones de bolívares fuertes para pagar la nómina de médicos y empleado de Barrio Adentro que no han cobrado lo correspondiente a su última quincena de julio y lo que va de agosto porque no había rial con que cubrirla?

¿Acaso no es más dañino para la revolución que un “supuesto” atentado contra las instalaciones de un canal forajido de televisión, la existencia de módulos de Barrio Adentro abandonados porque no hay médicos que los cubran; porque un grueso contingente de colegas médicos patriotas; de esos que muchos articulistas por este portal llaman mercantilistas, se han tenido que marchar unos de la misión y otros a matar tigritos a clínicas privadas para subsistir haciendo guardias en donde al menos les pagan por sus servicios; en tanto que nuestros eficientes revolucionarios; burócratas de aire acondicionado, no les falta su sagrada mesada, viáticos, comisiones; ojo, no de trabajo; comisiones de dinero por los negocios que desde los ministerios hacen y de paso tienen “uña libre” sobre el tesoro nacional para cubrir sus pequeños gustos de capitalista disfrazados de socialista y como premio cuando abandonan ministerios, bien sea por destitución o simple enroque, ni siquiera se les investigan sus cuentas para saber en qué estado financiero los dejó sus abnegados y preciados servicios al proceso y a la patria?

¿Acaso no es penoso ver cómo el diputado Elvis Amoroso trataba de esconder con números, que francamente no sabemos de dónde lo saca, inexactamente compilados, la ineficiencia de Barrio Adentro II donde los CDI y todo aquel que los frecuente sabe que no mentimos al decir que carecen de medicamentos, material fílmico para rayos “X”, instrumental quirúrgico adecuado y material de sutura para atender a los usuarios?

¿Acaso no hace más daño a la revolución y hasta vergonzoso ya resulta carajo, el creciente índice de robo de vehículos, atracos, violaciones, secuestros, sicariatos y cuanto tipo de delito y crímenes puedan existir sin que se haya logrado ponerle un “parao” a estos delitos; en tanto sí hay eficiencia para “encanar” y “poner bajo sombra” a una representante del pueblo que salió a darle su merecido a ese canal golpista que nuestros eficientes fiscales del Ministerio Público y funcionarios de CONATEL no han sabido o no han querido hacer?

Pudiéramos extendernos demasiado si continuamos con la larga lista de fallas que presenta el proceso, que no son culpa, por cierto, de un grupo “anárquico” como se le ha querido endosar al accionar de la camarada Lina Ron frente a las puertas del canal de la Alta Florida.

Lina, es sólo una consecuencia; una queja; un germen de inconformidad, peligroso por cierto, una protesta expresada en acciones de un pueblo que comienza a desesperarse ante la ineficiencia del proceso revolucionario. Ineficiencia encarnada en funcionarios nombrados sin el más mínimo curriculum para cumplir determinadas funciones tal el caso del ministro de salud, que no siendo profesional del área, sino militar, se atreve a aceptar funciones que no le son sus naturales. Ineficiencias expresadas en la misma camarilla de burócratas; el mismo grupito de revolucionarios de aire acondicionado de siempre; los delfines de la revolución, que han estado a la diestra del padre; personas de altísima confianza y estima del comandante; como hijos los ha asumido a su decir que, en definitiva, son y serán los responsables del fracaso de este “ensayo” de proceso revolucionario. Y si hay dudas de las ineficiencias de estos delfines que a pesar de todo, al sol de hoy, se mantienen a la diestra del padre, pregúntenle a Diosdado Cabello Rondón, sólo por nombrar uno, por qué perdió la gobernación de Miranda: Por eficiente, no fue.

Si queremos que esta revolución avance, es menester no buscar culpables en el pueblo; los culpables están en quienes cumplen funciones de gobierno y Lina es pueblo y antes de juzgar y buscar la viga en el ojo ajeno, es menester revisarse el ojo propio.



¡El que tenga oídos, que oiga!



elieceralvarado@hotmail.com

Médico


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Eliécer Alvarado

Médico y revolucionario.

 elieceralvarado@hotmail.com

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