Escribir es un viejo oficio, antes eran libros, hoy son letras sobre pantallas, ayer de unos pocos: “los escritores” hoy un medio masivo, ayer empresas editoriales, hoy millares de blogs y de blogueros, antes de gente estudiada y hoy de todos. ¿Bueno o malo? Simplemente real.
De los afganos atacando a la avanzada española, del pueblo de Honduras en esta espera sufriente por
La restitución de su democracia, de todas las minorías silentes que hoy hablan y de los desinformantes y deformadores pagados por el sionismo para entrometerse el los miles de blogs, de denuncias de luchas e injusticias en cualquier país del mundo y de la opinión de todo hijo de María que quiere expresar sus criterios, como yo.
Voy a cortar y pegar partes de correos que he recibido de dos personas, una un viejo amigo y otro un desconocido que me escribe desde España, creo. Todas estas comunicaciones destejiendo ideas sobre lo que significa este mundo virtual, que no se imprime en papel sino en pantallas, por breves horas y que no queda “archivado” en ningún sitio “real”, sobre la dualidad del mundo real y el mundo virtual.
Me criticaba el “desconocido” sobre la multitud de “columnistas” a su criterio mediocres que eran leídos en mayor cantidad que los clásicos:
“Estimado compatriota del mundo, esta carta que le dirijo no es motivada por otra cosa que por sus artículos en Aporrea. Estas letras son solamente la manifestación de algo que he querido transmitirle desde que me llegaron a España, donde me encontraba, algunos de sus artículos, sobre diversos temas. Lo prolífico y polifacético de sus escritos, me han conducido a pensar que es ud un articulista, que aun cuando no domina ninguno en especial, puede hablar y extenderse más de lo necesario, “si es necesario” en cada uno de ellos. Es Ud. una de esas personas que no desfallecen, aunque todo esté perdido, preguntándose una y otra vez las mismas preguntas de siempre. A veces me he preguntado, ¿cuánto afecto necesita una persona, o cuánta tristeza tiene para dedicarse a escribir sin control y sin saber en muchos casos lo que escribe?. ¿Qué fuerza desconocida se sobrepone a nuestras grandes batallas cotidianas, que nos hace pensar que somos el enlace de conexión entre nuestros hermanos y el mundo?. Cada uno de nosotros trata de encontrarle sentido a la vida, pero la revolución que uds han hecho nacer, no puede permitir engaños, porque confunde a quienes no están completamente maduros. He seguido a Aporrea desde hace algún tiempo y aun no me explico como existen articulistas bisoños e inexpertos, cuyos artículos son “leídos” hasta tres y cinco veces más, que artículos como los escritos por la camarada Eva Golinger y el compañero profesor Acosta, por intelectuales de gran trayectoria como Luís Brito García, Filinto Durán, Fausto Durán, Roberto Montoya y Roberto Malaver. Pero lo que más me ha sorprendido es que hay artículos que son más “leídos” que los del propio Michael Lebowitz y hasta los de Juan Carlos Monedero y dejan muy atrás a las excelentes opiniones de los profesores Marta Harnecker y José Luís Pacheco, entre otros.” (Federico de la Madrid)
Mi respuesta fue que trataría de publicar su opinión, por lo importante que es su manera de ver este problema a pesar de que no “pertenecía” a esa raza de “elegidos escritores” a los que defiende y por el contrario, ser de los que estamos del otro lado, que critica o alerta sobre su peligro al frente de las pantallas.
Me escribía el viejo amigo:
Ahora es que he tenido tiempo para responder al mensaje mocho que me enviaste la vez pasada.
"Llegamos tarde pero a tiempo"
Como dijo el camarada Shafic Sandal
Secretario del Partido Comunista Salvadoreño
cuando esta organización revolucionaria se incorporó a la lucha armada con el Frente Farabundo Marti para la Liberación Nacional.
Mi incorporación a este medio del internet fue bastante tardía.
Tal vez te haya comentado que cuando lo hice abrigaba una ilusión.
Que el internet fuera el renacer de la comunicación epistolar, tan olvidada en los últimos tiempos.
En mi casa conocí correspondencia que bastante frecuentemente le enviaba mi visabuelo Marco Antonio Saluzzo
a su yerno Francisco Soublette. Una hermosa y correcta caligrafía para comentar en cortas esquelas desde cosas trascendentales
a las más insignificantes nimiedades Y vivían en la misma ciudad.
En la sala de mi casa en Altagracia teníamos enmarcada, con vidrio por las dos caras, una carta de unas ocho páginas, en la que doña Gertrudis Mendoza, antepasada de mi mamá, le narraba a Cristóbal su marido exiliado en uan isla del Caribe, al detalle la llegada del Libertador a Caracas triunfante de la Campaña Admirable en 1813
Era el arte de la comunicación epistolar.
Que tanto y con tanto gusto practicara el Libertador Simón Bolivar.
O los grandes pensadores revolucionarios como Lenin, Marx o Engels.
Hay abundantes recopilaciones de la correspondencia científica, política o amorosa
de aquellos personajes históricos.
Creo que hoy sería más difícil. Es un arte que ya no se practica.
Para empezar la vertiginosa dinámica de los tiempos actuales conspira contra la posibilidad
y por orto lado este medio no ayuda.
Es grave la dificultad, ( te lo he comentado otras veces ) que representa el no tener la copia a mano para responder,
para que haya comunicación, interlocución .
Por lo general cuando te responden es un breve mateo.
Este es el torbellino infinito de lo virtual que se traga las formas de correspondencia.
Entonces a veces dedicamos su buen tiempo a escribir, artística o documentadamente
elaborados artículos para ser publicados en "sitios" donde serán leídos por cuatrocientas, ochocientas y hasta mil y pico personas.
Y es válido, es importante.
Pero nunca le dedicamos el tiempo y trabajo necesarios a la comunicación con una amigo, con una amiga o un pariente que tal vez a veces por razones obvias sean hasta más importantes que los centenares de lectores de las publicaciones virtuales.
Creo que el que de verdad escribe debe hacerlo con el mismo empeño, para una sola persona como para numerosos lectores,
conservando por supuesto las distancias correspondientes a cada género.
Es el arte de la palabra.
Me han dicho que hay un mecanismo de división de la pantalla, para por un lado tener lo que se ha recibido y en el otro escribir,
Como ponían las pantallas lo medios escuálidos durante el golpe de estado.
Pero yo no lo manejo.
Lo que su dispongo es de una impresora para copiar algunas cosas que me interesen, paro sale costoso.
Por lo general me tomo el trabajo de agarrar papel y lápiz y anoto los puntos que considere más importantes.
Pero de todos modos siempre las palabras se las lleva el viento y en este caso el laberinto del internet, que todo lo traga.
Hasta tus más brillantes artículos.
Aunque queden allí y algún día puedas buscarlos (algunos) Son tantos al fin y al cabo.
Como tú decías en un articulo hace algún tiempo: Tal vez esta sea la nueva torre de Babel.
Berltold Brecht dice: "Lo importante es aprender a estar de acuerdo"
Pero por este vertiginoso medio en realidad cada vez es más difícil llegar estar de acuerdo.
Me refiero a grupos humanos, sociales
Un acuerdo que se convierta en hechos concretos, en tornillos, el molotovs, en cartillas, en cosas, en vida.
En organización, en movimiento revolucionario.
En la nota que me enviaste me hablas de la lucha para quienes estén dentro del partido, por recuperarlo, por rescatarlo.
Esa es una estructura concebida para impedir radicalmente esa posibilidad.
Allí si es verdad que literalmente las palabras se las lleva el viento.
Es un tema complicado o complejo en lenguaje superestrucuralizado. del cual espero que hablemos en otra oportunidad.
En cuanto al "kaos en la red", me ha sido imposible
he tratado de abrir por donde me indicaste creo que es "colaboradores libres" o algo así pero qué va !!!!
Debe ser que no he sabido hacerlo.
Bueno camarada que sigas desarrollando y desarrollándote.
Y recuerda:
"Es la hora de los hornos y no se ha de ver más que su luz"
Saludos revolucionarios. (Mundo Iribarren Soublette)
A Mundo Iribarren mi entrañable amigo y luchador de todas las luchas le respondí:
Internet representa tanta velocidad, ruina de oficinas postales y frustración para los filatelistas.
Pero así están las vainas. Yo estoy preparando mi libro de poemas para optar por el premio Casa de las Américas de este año, debo entregarlo en Noviembre, eso si es impresión, en el más puro y blanco papel, con el perdón de todos los árboles.
Leer y escribir se me han convertido en un ejercicio tan cotidiano como comer y cagar.
Recibo reproducciones de mis artículos en todos los idiomas y de todos los países, si tienes un tiempito pon mi nombre en Google y lo podrás comprobar. Recibo mails hasta del polo norte, eso me gusta. No se si extrañar lo epistolar clásico será un arraigo al pasado, pero yo también lo extraño. Sobre todo por lo inaccesible e irrecuperable de lo que creamos o escribimos, bueno o malo pero nuestro.
Ahora bien, el libro es algo casi en extinción, una maña de los intelectuales, que cada día son como una secta tan distante de la vida de los hombres. Yo aun creo en ellos, compro en los remates, porque además son artículos de lujo, leo y lo disfruto, además de que siento que es una deuda conmigo mismo. Paulo Freire es uno de los que tengo en la mesa de noche, Macarenko y sus tres tomos del poema pedagógico y los irrefutables Brecht, Neruda, Marx, Rosa de Luxemburgo, Triztan Zará, Bakunin, y bueno, todos ellos.
Internet es por lo menos gratis e inmediato, por lo menos es una forma de ejercitar la redacción y la capacidad de estructuración de ideas. pero ¿sabes que? Mientras más leo, siento que es más grande mi ignorancia. (Fin de la respuesta)
Disculpen lo largo y el corta y pega, no son mi estilo, pero quería poner varios puntos de vista… Los medios virtuales alternativos son refugio para muchos y para los Rambo de papel, o de pantalla, que degenerados (por aquello de no respetar las luchas de género) y prepotentes defienden a muerte las injusticias y reclaman que se ejecute a los culpables de masacres tanto en Perú, Colombia o Chile últimamente, con el asesinato de valientes mapuches, sin tener los cojones, estos “Rambo” de asumir ellos y ejecutar esos ajusticiamientos, los Rambo de letras, de pantallita, que ofenden y agreden sin respetar pero cómodamente desde su ordenador. Escriben tan sólo para leerse ellos mismos, sin respetar el valor de la poesía, que tantas veces no resucita a nadie pero si inmortaliza a los caídos que si lucharon hasta morir.
Ustedes, amigos lectores, leen lo que desean leer. Ustedes tienen un criterio que se debe respetar y en último caso, aquí nos encontramos todos y hacemos de la comunicación algo bastante más democrático. Pero hay que denunciar a los “pajuos vergatarios” a los “Rambo” que en vez de estar aquí reclamando a otros que ajusticien a nadie, deberían ir armados no de palabras sino de valentía a ejecutar a tanto asesino que, tan fácilmente, denuncian en palabras..