Bariloche:

Norte contra sur o sur contra norte

Será  mucha la tinta que se gastará en las próximas horas. En las montañas nevadas de Bariloche, Argentina se reencontrarán doce presidentes de la América del Sur acudiendo a un llamado para pedir explicaciones a Uribe, presidente de la Colombia permisiva y cómplice de los caprichos del Norte. Se pedirán explicaciones sobre el impacto de su autorización, ya firmada, a los Estados Unidos para la aceptación de su presencia militar en siete nuevas bases militares.

Colombia, Perú  y Guyana son territorios no definidos en la integración de nuestro continente y en ellos se apoya  el Pentágono para mantener espacios desde donde emplazar su poderío de dominación. El resto de los países ha generado un renacer del pensamiento de la unión como único camino para no seguir siendo territorios de reserva del imperio norteamericano y seguir impulsando el crecimiento del nuevo modelo suramericano. 

Hay más cosas en juego, la discusión puntual sobre bases que ya fueron aprobadas de manera irreversible y en donde el discurso de Uribe será una nueva retórica de palabrerías huecas sobre el peligro del narcotráfico y el terrorismo sin dialogicidad posible. Un verbalismo inútil que sólo dará la vuelta al mundo rebotando de medio en medio pero que dejará todo igual. Las bases van y punto. 

Probablemente a su regreso Hugo Chávez romperá relaciones con Colombia, ya dejó todo preparado. ¿Qué es lo que está en juego? ¿Son estas bases tan sólo una aproximación del imperio para agredir y someter a los gobiernos de nuestros mal llamados por ellos países “progresistas”, ante el terror  a la urticante palabra socialismo? 

Los poderes hegemónicos del capitalismo no tienen una visión tan de corto alcance, en lo mediato ponen sus botas en cuanto territorio puedan ponerlo, pero su objetivo, aun más allá de lo político, tiene un carácter militar de dominación mayor: La Amazonía. 

Ante la crisis y agotamiento de recursos en aquellas tierras ya casi estériles en recursos, resulta obvio, apoderarse de las fuentes de materias primas, es lo fundamental en la estrategia. Amazonía es el mayor reservorio mundial en petróleo y agua, en campos para cultivos y por demás hierro, aluminio, cobre, uranio y pare usted de contar. 

Unasur deberá, como ya lo hizo Lula, pedir un encuentro con este impotente presidente de color que tan poco poder tiene en el país que preside el presidente Obama. Ese es el encuentro  necesario al que se llegará como conclusión en este encuentro. Para el imperialismo somos la gran mina, la fuente, el dorado, el manantial de energía necesaria para el futuro. Que nosotros, países de seres considerados inferiores, incultos, incivilizados, lo cuál hasta cierto punto no deja de ser cierto, producido por su dominación y explotación, no podemos ser quienes gerenciemos lo más preciado en minerales, lo más imprescindible en poder acuífero, el reservorio de subsistencia del planeta Tierra. 

Brasil ha tenido como parte de su doctrina militar esta posible amenaza de E.U. y siempre se ha preparado para esa eventualidad, son poseedores del 12 % de las reservas de agua del mundo, Venezuela la reserva de petróleo más grande del mundo, y así país por país, toda Suramérica no deja de ser el gran botín para la potencia del norte. 

Estados Unidos tiene un gran temor a las fuerzas indígenas que se han levantado por todo el continente, los originarios pertenecen a etnias imprevisibles, no han sido afectados por la dominación cultural, mantienen muy preservada su naturaleza inicial y esto le complica su estrategia. Cada día se hace más notorias las apariciones de todas las etnias defendiendo sus territorios y de manera valiente han dado su sangre para marcar su presencia. Perú, Colombia y Chile han cometidos una barbarie  genocida  en contra de ellos, ¿Se le reclamará a Uribe la matanza de ayer en Tumaco, Nariño, en donde se habla ya de doce asesinados del pueblo indígena Awa? ¿Se le reclamará a Bachelet, todos los líderes mapuches asesinados por el cuerpo de carabineros en la Araucaria?  

Decía Bertold Brecht: “importante es ante todo aprender a estar de acuerdo”. Este encuentro deberá unirse en las fortalezas más que resolver debilidades. El imperio viene por nuestro territorio. Cualquier día podremos amanecer invadidos a nivel continental, en una jugada maestra de los agónicos esfuerzos de un imperio por su deseo de permanencia, cambiar las reglas a nivel mundial será algo que pasará tarde o temprano, ya el disfraz de la “democracia” no le sirve al imperio, por el contrario, es la nueva gran puerta por la que pasaron al poder político las fuerzas revolucionarias ya casi en todo el continente, ¿seguirá E. U. usando, entonces, a la democracia como bandera, o  la cambiará por la de la dominación preventiva? En nombre de los civilizados “tomarán” toda la Amazonía para preservarla de los incivilizados narcotraficantes y bandoleros terroristas que la habitan y garantizar al mundo su cuidado bajo la misma mentira de siempre: la libertad.  

Sabe el imperio que no será fácil retomar los poderes políticos, quizá  Honduras fue tan sólo un golpe para probar hasta donde reaccionarían el resto de las naciones, pero en el momento en que la nueva política imperial se estrene, será masivo el intento de derrocamiento de los presidentes radicales que hoy están reunidos en Bariloche y luego la sumisión de los menos radicales quienes de nuevo pactarían con ellos. 

“Indio hermano, tu me has enseñado a resistir cruel opresión, no cambiaré, mi destino es resistir esta civilización de dolor y de maldad”. 

Latinoamérica deberá erguirse definidamente ante el planeta y que su sombra de gigante imponga el respeto y señale el final de la sumisión. Sólo queda un pedido a los 10 presidentes comprometidos de Bariloche: Unasur: ¡libra por todos!  

brachoraul@gmail.com  


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Raúl Bracho


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