Con motivo de la repotenciación de la Misión

La Misión Barrio Adentro y el portero del Hospital Universitario

Siendo un imberbe médico en formación, por allá en 1978 durante nuestro internado rotatorio de post grado en el Hospital Universitario de Maracaibo, después de 16 horas de trabajo en ardua guardia de 24 horas, tras haber atendido un centenar de pacientes, el portero de la sala de emergencia, próxima la media noche, se nos acercaba y nos decía: Doctores, me voy a descanso; no tengo reemplazo; por tanto, la puerta queda sin vigilante. Todavía hay en cola unas 25 personas; ya las ordené y giré instrucciones para que entren ordenadamente tras mi retiro.

Pero, inexplicablemente, una vez que el portero se marchaba, la cola de pacientes se esfumaba como por arte de magia.

Acontecía, que el condenado portero del hospital, antes de partir a su descanso, se dirigía a los pacientes que aguardaban en cola y les informaba: Señores, me voy. Mantengan el orden de llegada y vayan entrando ordenadamente. Los médicos de guardia, al igual que yo, están cansados y se van igualmente a dormir. Si yo fuese ustedes me iba y regresaba mañana sino es estrictamente necesario para ustedes ser atendidos en este momento. Y esto se los digo de pana, porque la emergencia quedará, a partir de este momento, a cargo de los estudiantes del último bienio de medicina y quienes quedan de guardia, son los peorcitos; los rezagados; los repitientes.

Por su puesto, la cola desaparecía…

Este relato lo traemos a colación en relación al reciente anuncio hecho desde Libia por el comandante presidente en torno a la repotenciación de la Misión Barrio Adentro. La anunciada repotenciación, ocurre ante el reconocimiento por parte del Ejecutivo Nacional que la Misión Barrio Adentro viene presentando “problemas” en módulos de atención primaria que no cuentan con médicos: ni cubanos, ni venezolanos.

Lo primero que a cualquier mortal se le ocurriría preguntarse es ¿por qué hay módulos que antes contaban con la presencia del médico y ahora no? Sin embargo, el comandante presidente no lo explica. Nosotros si lo sabemos y al respecto hemos escrito por este portal. Ello ocurre, porque el flamante ex ministro de salud, Cnel. Jesús María Mantilla Oliveros, envió a post grado, a formarse en especialidades médicas tradicionales distintas a la medicina comunitaria, a los recién formados médicos especialistas en Medicina General Integral, dejando a su suerte a las comunidades servidas y por ende, en cuatro palos a la Misión Barrio Adentro.



Ahora bien, lo preocupante de la declaración presidencial en torno a la fulana repotenciación de la Misión Barrio Adentro, es que no señala las causas del porqué del abandono de los módulos de Barrio Adentro por cuenta de médicos tanto cubanos como venezolanos. Lo preocupante de la declaración presidencial es que señala consecuencias y no culpables de esta situación. Lo preocupante de la declaración del comandante presidente es que no anuncia la incorporación de nuevos médicos a la Misión, sino de estudiantes del último bienio de medicina; de los que actualmente cursan estudios en la Escuela Latino Americana de Medicina en la Habana quienes serán traídos a Venezuela para que culminen sus estudios aquí; incorporándolos a los módulos de la red primaria de Barrio Adentro; no aclarando cuáles serán sus atribuciones: si como estudiantes pasantes en formación tutelados por profesores cubanos o como médicos en ejercicio tratando de suplir las vacantes de galenos, venezolanos y cubanos.

Sobre este penoso tema, el de La Misión Barrio Adentro, ya hemos escrito suficiente. Y entre las cosas que hemos escrito, es cuestionar por improcedente; por torpe, la designación de un improvisado como ministro de salud. Un improvisado oficial de la Fuerza Armada Bolivariana que no sabe ni dónde está parado en materia de salud. Basta escuchar a este muchacho, el coronel Carlos Rotondaro, actual Ministro del Poder Popular para la Salud en cualquier declaración dada a la prensa, para sentir uno, como médico, pena ajena por él; por el proceso revolucionario y vergüenza por uno mismo como profesional de la salud al ver a un improvisado; a un pirata, ante el semejante desafío que representa sacar adelante nada más y nada menos que las políticas de salud del Estado Venezolano.

Para concluir, porque este tema ya nos produce fatiga, nos gustaría que el presidente nos informara, no que la Misión Barrio Adentro está en cuatro palos; ya eso lo sabemos; incluso con vicios de corrupción ,ojo, -sobre eso escribiremos posteriormente- sino, por qué no ha dicho al país, las verdaderas razones que tuvo, que no fue por el problema de las parturientas precisamente como se ha querido hacer ver a la opinión pública, para la destitución de Jesús María Mantilla Oliveros del Ministerio del Poder Popular para la Salud y quien, a nuestro entender, es el responsable del desastre de la Misión Barrio Adentro; sin obviar, por supuesto, la responsabilidad directa del propio Presidente, cuando de manera totalmente equivocada nombra y persiste en su error a pesar del desastre en el cual se encuentra la Misión Barrio Adentro, en mantener a un militar, no profesional de la salud, en funciones no ad hoc a su profesión en tan importante cargo como lo es ser el cuentadante de la salud del pueblo venezolano.

Desde esta trinchera, un llamado a la verdadera repotenciación de la Misión Barrio Adentro, pero con profesionales de salud y no con piratas ministros de salud ni con estudiantes de medicina, que ya tendrán la oportunidad de demostrar que tan bien formados saldrán de sus escuelas de medicina de lo cual no tenemos la menor duda que así será y que tan útiles le serán sus servicios, a futuro, a la patria y a la revolución.

¡El que tenga oídos, que oiga!

(*) Médico
elieceralvarado@hotmail.com


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Eliécer Alvarado (*)

Médico y revolucionario.

 elieceralvarado@hotmail.com

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