La moderna astronomía explica la aparición de las estrellas llamadas "súper novas" como un PROCESO de agrupación de muchos soles atraídos por la fuerza gravitacional, cuya masa se va incrementando progresivamente hasta hacerse tan grande que impide que la propia luz escape de su seno, lo cual las hace temporalmente invisibles (agujeros negros) hasta que llega un momento en que colapsan y, en espectáculo indescriptible, estallan irradiando luz por todo el universo. De esta teoría hay muchas comprobaciones observables mediante los radiotelescopios y otros métodos de los cuales disponen los científicos hoy en día. Puede observarse desde cualquier parte del mundo cuando se da y, actualmente, Venezuela es el mejor sitio para observarlo.
Hay otro fenómeno, NO tan esplendoroso como el nacimiento de una "súper nova", pero más fácil de observar porque ocurre con mucha más frecuencia y, también actualmente, es posible observarlo en Venezuela, aunque la mejor descripción del mismo fue hecha por F. Samaniego hace más de doscientos años, quien bautizó dicho fenómeno con el nombre de "El parto de los montes". Veamos su notable descripción:
"Con varios ademanes horrorosos
los montes de parir dieron señales;
consintieron los hombres temerosos
ver nacer los abortos más fatales.
Después que con bramidos espantosos
infundieron pavor a los mortales
estos montes que al mundo estremecieron
un ratoncillo fue lo que parieron.
Hay autores que en voces misteriosas,
estilo fanfarrón y campanudo,
nos anuncian ideas portentosas,
pero suele a menudo,
ser el gran parto de su pensamiento,
después de tanto ruido, sólo viento."
ADVERTENCIA:
NO se pretende establecer comparaciones entre los dos fenómenos arriba señalados y las situaciones que se están viendo en Venezuela con el proceso liderizado por el Presidente Chávez y el "Plan Consenso Pa´Bush" que los dizque dirigentes de la ¡y que oposición! han proclamado a los cuatro vientos para ponerlo en práctica "el año de la pera" por la tarde.
Las situaciones arriba descritas NO son ficticias. Cualquier similitud con hechos o personajes reales NO es pura casualidad y NO es producto de la imaginación del autor, sino la pura realidad.